Justicia o venganza
Un juez de instrucci¨®n de Madrid ha impuesto una fianza de casi cinco millones de euros al presidente de Telef¨®nica, C¨¦sar Alierta, su esposa y su sobrino, para cubrir las responsabilidades que pudieran derivarse de un caso de supuesta informaci¨®n privilegiada en la venta de unas acciones. Ya dijo en su d¨ªa la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores que no hab¨ªa caso, pero una querella posterior de una asociaci¨®n de usuarios consigui¨® reabrirlo, por lo que la justicia debe determinar si hubo algo irregular en la venta de un paquete de acciones de Tabacalera, de la que Alierta fue presidente.
Sin prejuzgar sobre el fondo de la cuesti¨®n, hay muchas cosas sorprendentes en esta historia. En primer lugar, la cuant¨ªa de la fianza, equivalente a la multa que podr¨ªa caerles a los encausados en caso de condena, lo que seg¨²n la defensa se puede considerar como una forma de imponer una condena anticipada. En segundo lugar, el enorme inter¨¦s del juez Santiago Torres por llevar el caso, hasta el punto de que pidi¨® el traslado desde un juzgado que trata de lo civil a otro que trata casos penales donde sab¨ªa que le esperaba el caso Alierta; y de que luego se ha aferrado a ¨¦l ante las pretensiones de competencia de otro juzgado de instrucci¨®n y de la Audiencia Nacional, en una disputa que deber¨¢ resolver el Tribunal Supremo. En tercer lugar, la celeridad, fuera de norma, con que est¨¢ actuando el juez Torres, interrogando a testigos y estableciendo fianzas, incumpliendo los procedimientos, en el momento en que debiera estar paralizada toda actuaci¨®n por causa de las demandas de competencia de otros juzgados.
Para quienes hayan conocido casos como el del juez G¨®mez de Lia?o contra Sogecable es dif¨ªcil ahuyentar ahora el fantasma de la persecuci¨®n judicial y del ajuste de cuentas de un antiguo y despechado asociado de Telef¨®nica. De ah¨ª que sea l¨®gica la presentaci¨®n de una denuncia de la defensa ante el Consejo General del Poder Judicial contra el juez Torres. En el caso Sogecable, el juez acab¨® expulsado de la carrera judicial por prevaricaci¨®n; hoy es columnista habitual de El Mundo, diario que orquest¨® con ¨¦l aquel procedimiento, y que hoy se afana tanto en las informaciones sobre el caso Alierta.
La primera noticia sobre los hechos ahora encausados fue publicada por dicho diario poco despu¨¦s de que su director fracasara en el intento de adquirir Onda Cero al grupo Telef¨®nica. Unedisa, editora de dicho peri¨®dico, estableci¨® unas estrechas relaciones con Telef¨®nica durante la etapa de Juan Villalonga, el ¨²ltimo presidente nombrado por Aznar antes de la total privatizaci¨®n de la compa?¨ªa y, parad¨®jicamente, v¨ªctima posterior del mismo peri¨®dico, que provoc¨® su ca¨ªda por el caso de las stock options. Y a la llegada de Alierta a la presidencia, Unedisa ha venido utilizando la informaci¨®n sobre el caso de Tabacalera como instrumento de presi¨®n y de venganza contra su antiguo socio.
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