Congresos

Desde ayer hasta ma?ana los socialistas celebran su Congreso: triunfal. No s¨®lo han ganado las elecciones sino que han arrancado el Gobierno con una aproximaci¨®n bastante interesante a la realidad de Espa?a, mal tapada por el pa?o del PP. La retirada de las tropas, la ley sobre la mujer agredida, las uniones legales de homosexuales, la elevaci¨®n del salario m¨ªnimo, son progresos notables, que aparecen entre dudas y ataques, porque el PP, que tendr¨¢ su Congreso en octubre, no var¨ªa en su condici¨®n: la agresi¨®n. Es un esp¨ªritu de guerra civil fr¨ªa, de combate en defensa de los "valores", palabra perfectamente equ¨ªvoca, pero que durante m¨¢s de cuarenta a?os ha servido para "restaurarlos" por la dureza y la represi¨®n porque se refer¨ªan a los "tradicionales espa?oles" que hab¨ªan destruido "los rojos". Quiz¨¢s el Congreso del PSOE debiera ser menos triunfalista y menos t¨®pico y servir para debatir la ideolog¨ªa b¨¢sica y actual: pero estas cuestiones democr¨¢ticas no est¨¢n todav¨ªa maduras y Zapatero mantiene su pol¨ªtica de secretario general con la superioridad de que sale bien. Dentro de lo posible. En todo caso, el enigma es el del PP. Me gustar¨ªa que adquiriese una noci¨®n real de s¨ª mismo y de Espa?a, de lo que podr¨ªa ser la derecha fuera del gilipollismo que de cuando en cuando denuncia Labordeta, y que tiene mucho de colegio rico, de hijos de amos, de se?oritos. No veo que esta Espa?a pueda tener se?oritos, pero es el sector de donde sale el PP. Digo que me gustar¨ªa porque como estamos en un momento de partidos turnantes, como en los viejos tiempos, preferir¨ªa que, si les toca, est¨¦n civilizados.

Pero no s¨¦ si saben que han sido derrotados: toda su escenificaci¨®n, y hasta el tonto juego a la Comisi¨®n de Investigaci¨®n, tan in¨²til, se mantiene sobre la idea de que fueron robados, que la diferencia de diputados es cort¨ªsima y que el PSOE gobierna cediendo a los nacionalistas que le cubren. De donde la cantinela de la rotura de Espa?a; y de la inmoralidad p¨²blica, por los matrimonios; y la inseguridad jur¨ªdica, por la ley a favor de la mujer. No creo que sea f¨¢cil que en estos momentos sean muy capaces de reflexionar: a eso le llaman "caer en el desaliento", o "ceder ante el enemigo". La pol¨ªtica de no ceder ni un mil¨ªmetro les llev¨® a empeorar el problema vasco y a mandar soldados a Irak, y a tratar de gobernar haciendo que el otro fracase.