De Mejorada al F¨®rum

Ni un gramo de grasa en su cuerpo. ?gil. Con movimientos firmes y andares r¨¢pidos, Justo Gallego contin¨²a conviviendo, como desde hace 40 a?os, entre los tablones, andamios, cemento y los ladrillos de la catedral que ¨¦l solo est¨¢ construyendo en honor de la Virgen del Pilar, en Mejorada del Campo.

No aparenta tener los 79 a?os que reza su carn¨¦. Deambula por el interior de la nave central en construcci¨®n. Unas veces acarrea un saco de cemento y otras un carambuco. Otras se sienta y descansa.

As¨ª, sentado en un viejo y ra¨ªdo sill¨®n y rodeado de cubos vac¨ªos cuyo molde utiliza para dar forma a las arcadas que rodean la cornisa de la nave central, habla con dos matrimonios que han penetrado en su santuario. Sin reparo, cuenta a las parejas como ¨¦l solo ha sido capaz de levantar tal construcci¨®n, iniciada all¨¢ por 1963. Ninguna otra funci¨®n ocupa su vida desde entonces.

Se mete en la cama a las ocho de la tarde y se vuelve a calzar las zapatillas a las seis y media de la ma?ana. Vestido con un viejo y descolorido uniforme de cartero, toma un vaso de leche y vuelve al tajo.

Hace cuarenta a?os decidi¨® aceptar una petici¨®n del mism¨ªsimo Cristo: construir un templo a la Virgen del Pilar. Con una vieja herencia que le dej¨® bastante capital y unos terrenos, comenz¨® su obra.

No tiene ning¨²n permiso oficial. Nadie, sin embargo, ha intentado parar su construcci¨®n, ni derruir los construido. No trabaja con planos. Ni tan siquiera con un m¨ªsero dibujo a mano alzada. "Me vienen las formas, las ideas, seg¨²n trabajo. Luego busco la forma de conseguirlo con poco dinero y, al final, lo hago, cueste lo que cueste", explica.

Pero, sin duda, 2004 ha sido su a?o. "Vino una mujer del Ministerio de Asuntos Exteriores. Me dio dinero para seguir con la obra y me dijo que me pagaban el viaje a Nueva York, pero no quise ir", explica. Al bueno de Justo acababan de comunicarle que un v¨ªdeo y muchas fotograf¨ªas de su catedral iban a ser expuestas en el MOMA (Museo de Arte Contempor¨¢neo de Nueva York). No se inmuta, ni tan siquiera se pone nervioso al explicarlo. "Yo lo hago por fe. Me invitaron a Nueva York, pero la obra de Dios no necesita reconocimientos, sino m¨¢s ayudas", reclama.

El a?o 2004 esta siendo mucho m¨¢s para Justo. Esas mismas fotograf¨ªas han visitado Valladolid, y hasta el pr¨®ximo 24 de octubre de 2004 forman parte de la exposici¨®n La belleza del fracaso / El fracaso de la belleza, en el F¨®rum de las Culturas de Barcelona. La muestra con las fotograf¨ªas se exponen en la Fundaci¨®n Joan Mir¨°, gracias al cr¨ªtico e historiador de Arte, Harald Szeemann, uno de los comisarios "independientes".

"La muestra trata de los grandes sue?os, de las utop¨ªas, magn¨ªficos en lo abstracto, pero que acaban fracasando al pretender llevarlos a la realidad", explica Szeemann. Pero Justo replica: "Con 100 millones de pesetas, cinco peones y un oficial, estaba terminada en cinco a?os. Pero yo solo, ?ad¨®nde voy?"