Tarjeta amarilla a Berlusconi

La Comisi¨®n Europea ense?¨® ayer la cartulina amarilla a Silvio Berlusconi, primer ministro italiano y propietario del Milan. Le da dos meses para que modifique dr¨¢sticamente la ley que concede a los clubes italianos de f¨²tbol excepciones contables que les permiten ocultar su aut¨¦ntico estado financiero y seguir pujando por jugadores estelares. Un reciente estudio revel¨® que los 18 clubes de la Seria A italiana, equivalente a la Primera Divisi¨®n espa?ola, cerraron la pasada temporada con un d¨¦ficit operativo acumulado cercano a los mil millones de euros.

En febrero del a?o pasado, el Gobierno italiano aprob¨® un decreto llamado salva calcio. Su normativa permit¨ªa a los clubes, en particular a aquellos cuya principal fuente de gasto son los contratos supermillonarios de sus figuras, recurrir a una contabilidad que minusvaloraba su aut¨¦ntico coste. Su valoraci¨®n y costo, adem¨¢s, autorizaba a que fuera amortizada en plazos iguales a lo largo de diez a?os aunque los contratos tuvieran una vigencia de mucho menos tiempo.

A juicio de la Comisi¨®n Europea, este trato de favor permit¨ªa a los clubes "ocultar las p¨¦rdidas reales y ofrecer un panorama enga?oso al inversor". Una circunstancia clave en clubes que cotizan en bolsa, como el Juventus, el Roma o el Lazio.

En los ¨²ltimos a?os, por ejemplo, el Inter de Mil¨¢n ha devaluado su patrimonio en 319 millones de euros; el Milan de Berlusconi, en 242; el Roma, en 234; el Lazio, en 213; y el Parma, en 180. Por estas cifras, sin el amparo del decreto salva calcio, estos clubes habr¨ªan debido reflejar en sus balances correspondientes p¨¦rdidas millonarias que les habr¨ªan colocado al borde de la quiebra.

La legislaci¨®n comunitaria concede un plazo m¨¢ximo de tres a?os para contabilizar las p¨¦rdidas de capital de las empresas y para los deportistas establece que sus costes queden reflejados en los libros durante el tiempo que est¨¦n en el club, no m¨¢s all¨¢. Adem¨¢s, la valoraci¨®n de los deportistas debe reflejar su aut¨¦ntico valor de mercado a¨²n en el caso de devaluaci¨®n por lesiones, p¨¦rdida de forma u otras circunstancias.

Evitar precedentes

La Comisi¨®n Europea se ha visto obligada a remitir a Italia un dictamen motivado, segundo paso en los procedimientos de infracci¨®n, en el que pide los cambios correspondientes a esa normativa. Italia tiene ahora dos meses para ajustar el decreto salva calcio a la legislaci¨®n comunitaria si no quiere ser llevada al Tribunal de Justicia de la Uni¨®n.

Bruselas entiende que la normativa aprobada en Italia posibilita a sus clubes ofrecer una situaci¨®n financiera "enga?osa", sin los costes y p¨¦rdidas "reales" de cada temporada. La Comisi¨®n Europea considera que el f¨²tbol italiano vulnera el principio general -directivas sobre contabilidad de 1978 y 1983-, de que los balances contables reflejen de manera "cierta y justa" los activos y pasivos, la situaci¨®n financiera y las p¨¦rdidas o ganancias de una empresa. La normativa europea, adem¨¢s, no permite amortizar el coste espec¨ªfico de los contratos de deportistas en un plazo mayor a la duraci¨®n de su vida econ¨®mica, lo que seg¨²n la Comisi¨®n tampoco se cumple en este caso. Al ser cuestionada la ley, el Gobierno italiano modific¨® la normativa para que no se considerase como una ayuda del Estado a los clubes. La CE no considera este asunto, sino su compatibilidad con la ley contable europea.

Para la Comisi¨®n Europea se trata de evitar que se siente un precedente que pudiera ser aprovechado por otros pa¨ªses o sectores econ¨®micos. "Si permitimos a un tipo de empresas violar las reglas para amortizar contratos en periodos de tiempo mayores que los de su vigencia econ¨®mica, otros pa¨ªses y sectores podr¨ªan seguir el ejemplo", afirm¨® ayer Jonathan Todd, portavoz del comisario responsable de fiscalidad y mercado interior.

El portavoz dijo que en el caso extremo de que el contencioso llegara al Tribunal de Luxemburgo y ¨¦ste fallara contra Italia, el resto de los clubes europeos que se sintieran perjudicados por la contabilidad de los italianos podr¨ªan reclamar indemnizaciones. Hasta ahora no ha habido se?ales de que otros clubes puedan estar interesados por intervenir en la disputa.

Ser¨ªa un caso de dif¨ªcil valoraci¨®n. Los clubes deber¨ªan probar que la presunta buena salud financiera de sus rivales italianos les permiti¨® hacerse con jugadores de categor¨ªa que de otro modo no hubiesen ido a jugar al calcio.

Ya el pasado mes de marzo, el Gobierno de Berlusconi tuvo que retirar algunas provisiones legislativas que favorec¨ªan fiscalmente a los clubes con econom¨ªa precaria. Un mes antes, la polic¨ªa hab¨ªa registrado las oficinas de los 42 clubes de las dos primeras divisiones italianas en busca de pruebas sobre fraude contable.