Primer acto: la polic¨ªa

La primera ronda de comparecencias ante la comisi¨®n de investigaci¨®n del 11-M, centrada en la polic¨ªa, ha puesto de relieve graves fallos de coordinaci¨®n y prevenci¨®n que es urgente corregir. Sobre todo si la indagaci¨®n ha de servir no s¨®lo para depurar responsabilidades, sino para evitar en lo posible atentados similares en el futuro. De las declaraciones de los mandos policiales se desprende una preocupante imprevisi¨®n ante la amenaza del terrorismo isl¨¢mico. Simplemente, no se pusieron los medios necesarios, pese a los avisos del peligro. La sospecha vendr¨¢ confirmada o desmentida por los documentos clasificados a los que tenga acceso la comisi¨®n y las declaraciones de los propios responsables pol¨ªticos, pues en realidad se trata de una imprevisi¨®n pol¨ªtica.

Ha quedado tambi¨¦n de relieve la desastrosa comunicaci¨®n entre los responsables policiales, evidenciada en c¨®mo circul¨® la falsa informaci¨®n, supuestamente originada por el comisario general de Seguridad Ciudadana, de que el explosivo era "Titadyne con cord¨®n detonante", habitualmente utilizado por la banda ETA, hasta que se confirm¨® que se trataba de Goma 2. Es posible que la presi¨®n policial y pol¨ªtica ejercida para recabar informaci¨®n rebajara peligrosamente los niveles de su fiabilidad.

El testimonio de los distintos jefes policiales pone en evidencia que el ministro del Interior, ?ngel Acebes, s¨®lo dispon¨ªa de conjeturas cuando adjudic¨® con rotundidad a ETA la autor¨ªa del atentado en su primera conferencia de prensa (jueves 11 de marzo, a las 13.30 horas). M¨¢s inexplicable a¨²n resulta que en su segunda comparecencia (ese mismo d¨ªa, a las 20.20) siguiera manteniendo como hip¨®tesis principal la de ETA, cuando dispon¨ªa ya de algunos datos que le obligaban al menos a ser m¨¢s prudente, y que al mediod¨ªa del s¨¢bado abundara en la misma l¨ªnea, una vez identificado el explosivo y cuando estaba a punto de producirse la detenci¨®n de tres marroqu¨ªes en un locutorio de Lavapi¨¦s. Acebes trat¨® de sostener ayer que hab¨ªa facilitado informaci¨®n al ritmo que la iba conociendo. A estas alturas hay demasiados testimonios que le desmienten. Todos los jefes policiales han coincidido al menos en se?alar que la pista de ETA ya hab¨ªa sido abandonada el s¨¢bado.

Esclarecer la verdad de aquellos d¨ªas terribles es el primer cometido de la comisi¨®n, pero no deber¨ªa ser el ¨²nico ni tal vez el principal. De ella se espera que elabore un cap¨ªtulo de conclusiones y recomendaciones que reduzcan la vulnerabilidad de la sociedad espa?ola ante el terrorismo de ra¨ªz islamista. A casi cuatro meses del 11-M, los ciudadanos necesitan sobre todo garant¨ªas de que se han adoptado las medidas necesarias para afrontar esta amenaza.