La preol¨ªmpica sombra del dopaje

Estados Unidos est¨¢ en pleno proceso de formaci¨®n del equipo de atletismo que viajar¨¢ a Atenas para participar en los Juegos Ol¨ªmpicos. Pero el fantasma del dopaje que acecha a la ¨¦lite de atletas ol¨ªmpicos ensombreci¨® el espect¨¢culo que cada cuatro a?os se ve en las pruebas de selecci¨®n, que ayer arrancaron en Sacramento (California). Los patrocinadores, como Nike, no ocultan su nerviosismo porque pueden quedarse sin sus estrellas: la velocista Marion Jones y el rec¨®rdman mundial en los 100 metros, Tim Montgomery, que siguen esperando a que se aclaren sus casos por dopaje.

Junto a Marion Jones y Tim Montgomery tambi¨¦n se enfrentan a las acusaciones Michelle Collins, Chryste Gaines, Calvin Harrison y Regina Jacobs. A los seis les han permitido participar. En el caso de Jacobs, se da adem¨¢s el caso de que la justicia americana acaba de rechazar la apelaci¨®n que present¨® contra el proceso de control de dopaje porque dice que su alegato no tiene fundamento. Pero como dice la Federaci¨®n de atletismo estadounidense, hasta que no est¨¦n agotados los procedimientos de apelaci¨®n y se les declare culpables, los seis atletas est¨¢n "autorizados a participar".

Pero las cr¨ªticas est¨¢n empezando a surgir en el seno del equipo de barras y estrellas que acudir¨¢ a Atenas. El n¨²mero uno mundial en lanzamiento de peso, Christian Cantwell, considera que "es triste que la Federaci¨®n americana deje participar" a los seis acusados por dopaje y dice que se deben adoptar todas las medidas para que "los tramposos" no puedan competir. Pero los atletas implicados siguen manteniendo su inocencia, a pesar del da?o que su presencia pueda hacer al deporte y a la credibilidad del sistema de control.

Marion Jones insiste por activa y por pasiva que nunca tom¨® productos ilegales para mejorar su rendimiento deportivo. La atleta reconoce que consumi¨® "suplementos minerales" de los laboratorios BALCO y se defiende diciendo que formaban parte de un r¨¦gimen nutricional supervisado por su ex marido C. J. Hunter y el entrenador Trevor Graham. Pero es precisamente su antiguo esposo, quien adem¨¢s ejerc¨ªa como su preparador f¨ªsico en los Juegos de Sydney de 2000, el que puede pillar a Jones en un renuncio a pesar de que nunca diera positivo en controles.

Precisamente C. J. Hunter -que dio positivo por consumo de esteroides en cuatro ocasiones antes de Sydney- compareci¨® ayer ante el Tribunal Federal de San Francisco (California) para testificar ante el gran jurado que lleva el caso BALCO. Su abogada Angela DeMent dijo que su cliente lo hizo para "cooperar con las autoridades". Pero con su testimonio, Hunter puede revelar que la gran estrella tom¨® las sustancias dopantes que niega y que minti¨® a la justicia. El caso de Marion Jones es complejo porque, como dicen los expertos juristas, es muy dif¨ªcil probar la veracidad de su declaraci¨®n de inocencia, incluso si su ex marido la contradice.

Los laboratorios BALCO est¨¢n acusados de crear una red de distribuci¨®n de sustancias ilegales entre la ¨¦lite de atletas estadounidenses. Ya hay cuatro procesados, entre los que se encuentra el presidente de la compa?¨ªa, Victor Conte, y su vicepresidente, James Valente. Los dos dicen ser inocentes, al igual que los entrenadores Grez Anderson y Remi Korchemny, que tambi¨¦n han sido acusados por la justicia de participar en esta red. Hunter se ha entrevistado antes de comparecer ante el gran jurado con los investigadores federales y con la Agencia Antidopaje estadounidense (USADA), que est¨¢ investigando las alegaciones por uso de esteroides entre la ¨¦lite ol¨ªmpica, incluida su ex esposa Marion Jones.

Los abogados de Jones esperan que con el testimonio de Hunter se confirme que la atleta est¨¢ diciendo "la verdad" y que su ¨¦xito se debe a sus "habilidades" y al "trabajo duro". Marion mantiene ahora una relaci¨®n sentimental con el rec¨®rdman de los 100 metros, Tim Montgomery, sobre el que amenaza una sanci¨®n de por vida en competiciones atl¨¦ticas por las pruebas que est¨¢n surgiendo en el caso de BALCO. El nombre de al menos diez medallistas ol¨ªmpicos de Estados Unidos que participaron en los Juegos de Sydney aparece en la investigaci¨®n que estaba llevando a cabo la USADA, seis de ellos relacionados con BALCO.