Minar la comisi¨®n
Cada jornada de la comisi¨®n de investigaci¨®n sobre el 11-M ha servido, hasta ahora, para confirmar lo que ya se sab¨ªa: que la polic¨ªa pens¨® inicialmente s¨®lo en la hip¨®tesis de ETA por inercia; que los indicios objetivos apuntaron desde muy pronto a la v¨ªa islamista, que fue prioritaria, por no decir ¨²nica, desde el viernes 12, y que el ministro Acebes sigui¨® insistiendo a¨²n el s¨¢bado 13, cuando las primeras detenciones ya estaban en marcha, en la prioridad de ETA en la investigaci¨®n porque "no puede ser de otra manera".
En vez de reconocer su error, que ya ha pagado pol¨ªticamente, y de pasar del modo m¨¢s discreto posible este amargo trance, el Partido Popular se ha instalado en la negaci¨®n de la evidencia. La comisi¨®n se ha convertido en un absurdo intento del PP de romper un relato frente al que no tiene ni hechos ni coartadas que aportar. Consciente de que es pr¨¢cticamente imposible que la opini¨®n p¨²blica le siga, parece optar ahora por minar la investigaci¨®n y por dinamitar la comisi¨®n. Primero trat¨® de desviar la atenci¨®n sobre aspectos secundarios, despu¨¦s entr¨® en la v¨ªa de la sobreactuaci¨®n e incluso de la provocaci¨®n y ahora, si hacemos caso a las insinuaciones de Zaplana, se plantea incluso abandonar la comisi¨®n con la esperanza de que el ruido sea m¨¢s fuerte que la verdad de los hechos.
Para este trabajo -que sigue fielmente las consignas que lanz¨® el ex presidente Aznar-, el PP cuenta con unas terminales medi¨¢ticas que prefieren mirar al dedo que a la luna y que se apuntan a las m¨¢s extravagantes hip¨®tesis con tal de salvar el honor del anterior Gobierno. Sin duda, el diputado socialista Mart¨ªnez Sanju¨¢n no ten¨ªa que haber hablado con el portero de Alcal¨¢ antes de su declaraci¨®n, pero el portero no dijo nada que no hubiese dicho ante el juez. Los socialistas deb¨ªan haber evitado cualquier contacto con los comparecientes, y el actual ministro del Interior, haber aclarado antes sus investigaciones a los confidentes del 11-M. Pero poco cambia en el fondo.
El relato de los hechos es demasiado evidente como para que estas maniobras de distracci¨®n puedan salvar al PP. Al contrario, al negarse tercamente a reconocer que se equivocaron, los miembros del antiguo Gobierno hacen un flaco favor a su partido y, desde luego, se inhabilitan para seguir dirigi¨¦ndolo. El caso de Acebes es especialmente pat¨¦tico. A medida que las cosas iban en direcci¨®n contraria a la deseada por Aznar, el entonces ministro del Interior se fue quedando solo ante la opini¨®n p¨²blica como portavoz del intento de ocultaci¨®n. Su pat¨¦tica autodefensa de estos d¨ªas le convierte en un pol¨ªtico amortizado. ?C¨®mo puede aspirar Rajoy a reconquistar el poder perdido del brazo de dos empecinados como Acebes y Zaplana?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Comisiones investigaci¨®n
- 11-M
- Pol¨ªtica nacional
- VIII Legislatura Espa?a
- ?ngel Acebes
- PP
- Comisiones parlamentarias
- Grupos parlamentarios
- Congreso Diputados
- Atentados terroristas
- Legislaturas pol¨ªticas
- Gobierno
- Parlamento
- Espa?a
- Partidos pol¨ªticos
- Administraci¨®n Estado
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica
- Terrorismo