M¨¢s de 26.000 pisos, en el aire
Los futuros vecinos del Ensanche de Vallecas contaban con sus pisos en 2004, pero hoy siguen sin estar construidos
Luis Monar y su esposa tomaron, hace tres a?os, una decisi¨®n importante: comprar su primera casa y poder estrenarla con su hijo de s¨®lo un a?o. El lugar elegido fue el PAU (Programa de Actuaci¨®n Urban¨ªstica) del Ensanche de Vallecas, el nuevo barrio en el distrito Villa de Vallecas. El piso ser¨¢ modesto, tendr¨¢ dos habitaciones y 60 metros cuadrados ¨²tiles. La fecha prometida (de palabra) por la empresa promotora, Ortiz Construcciones y Proyectos, para la entrega de su nueva vivienda estaba fijada en el a?o 2004, como muy tarde a principios de 2005. Hoy, Luis, de 36 a?os, y su mujer, de 40, viven cada uno en casa de sus padres, separados por las circunstancias. Su hijo ya tiene cuatro a?os y lo peor para Luis es que apenas tiene tiempo para poder verle como podr¨ªa hacerlo cualquier padre. La causa: su futura vivienda es todav¨ªa un solar, y lo que es a¨²n peor, no saben cu¨¢ndo estar¨¢ construida. Ya hay instaladas algunas farolas, construidas las aceras y asfaltadas la mayor¨ªa de las calles. Pero las gr¨²as para levantar la inmensa mayor¨ªa de los pisos all¨ª previstos ni siquiera est¨¢n montadas.
El nuevo barrio es como "dos veces Cuenca", insisten los afectados
Como esta pareja, son miles los afectados por las promesas de que su piso estar¨ªa listo este a?o. Promesas que, en todos los casos, se hicieron "de palabra", como aseguran los futuros vecinos, la mayor¨ªa de los cuales llevan esperando sus viviendas desde hace a?os, en algunos casos incluso desde 1998. No se trata de un asunto menor, ya que afecta a todo un nuevo barrio que tendr¨¢ 7,3 millones de metros cuadrados y en el que ser¨¢n constru¨ªdos 26.049 pisos con capacidad para casi 100.000 personas. "Dos veces Cuenca", como insisten los afectados para explicar la magnitud del problema cada vez que expresan su rabia por lo que consideran "una estafa": ninguna de las seis unidades de ejecuci¨®n (UE) en las que se divide el PAU ha cumplido con las fechas fijadas para terminar las obras de los pisos, y en la mayor¨ªa ni siquiera han comenzado.
Mientras, contin¨²an los dramas personales. Planes de futuro rotos, incertidumbre y rabia, como el caso de Rosa Mar¨ªa P¨¦rez, de 35 a?os. Hace dos, firm¨® un precontrato para un piso de 89 metros cuadrados y cuatro dormitorios en el PAU. La espera y, sobre todo, la falta de informaci¨®n le han obligado tomar una decisi¨®n dr¨¢stica: "A mi edad es cada vez m¨¢s dif¨ªcil tener un hijo, y para cuando nos den el piso ya ser¨¢ imposible", dice Rosa. "Ahora mi pareja y yo no podemos tenerlo porque, entre los gastos del alquiler de nuestra casa y las letras del futuro piso, no podemos permit¨ªrnoslo. Un hijo es muy caro", afirma.
La Administraci¨®n no se considera responsable de esta situaci¨®n y se niega a hablar de retraso. Seg¨²n la gerente municipal de Urbanismo, Beatriz Lob¨®n, las fechas de entrega prometidas por las promotoras son "imposibles de cumplir". Eso supondr¨ªa convertir un suelo r¨²stico en un barrio habitable para miles de personas en s¨®lo siete a?os (desde la aprobaci¨®n del Plan General en 1997), "y eso lleva su tiempo", asegura.
Reconoce que la Gerencia de Urbanismo est¨¢ colapsada por la avalancha de planes y licencias pendientes de concesi¨®n. "Estamos haciendo milagros", dice. "?C¨®mo iban a estar listos los pisos en 2004 si el el plan de urbanizaci¨®n fue aprobado hace dos a?os?", se pregunta. "Los compradores no se deben fiar as¨ª como as¨ª de las gestoras", contin¨²a Lob¨®n. "Deber¨ªan informarse en el Ayuntamiento, donde se hace un seguimiento de cada PAU", concluye.
"Fecha de entrega a partir de 2004" aparec¨ªa ya en 2001 en la publicidad de algunas promotoras. Es el caso de la promoci¨®n de vivienda protegida Atlanta. Estos pisos fueron vendidos sobre plano por la empresa Prorax, que pertenece al grupo de Ortiz Construcciones y Proyectos, SA. Seg¨²n Andr¨¦s Castell¨®, director comercial de Prorax, sin embargo, su empresa "nunca prometi¨® una fecha concreta, s¨®lo era orientativa". Esa fecha tambi¨¦n fue avalada por el concejal delegado de Vivienda, Sigfrido Herr¨¢ez, del PP. En julio de 1999 asegur¨® que "durante el primer trimestre de 2001" se entregar¨ªan las primeras llaves, proceso que culminar¨ªa cuando "en el a?o 2004 se entreguen casi todas las viviendas, aunque siempre podr¨ªa atascarse alguna promoci¨®n", puntualiz¨®. Herr¨¢ez sostiene ahora que entonces se refiri¨® a las obras de urbanizaci¨®n del PAU y a la entrega de los 132 pisos que la EMV construir¨¢ en el ensanche.
Cinco a?os m¨¢s tarde, los m¨¢s de 300 miembros de la Asociaci¨®n PAU del Ensanche de Vallecas, (www.paudevallecas.org) todav¨ªa se preguntan qu¨¦ ha sido de todas estas promesas. Pedro S¨¢nchez Pacheco, su presidente, ha llegado a la conclusi¨®n de que "con la promesa del 2004, las constructoras se aseguraron suficientes compradores para financiar las obras, imposible de conseguir si hubiesen dicho la verdad desde el principio", asegura. "El problema de este PAU", contin¨²a, "es que la mayor¨ªa del suelo est¨¢ gestionado por empresas privadas que no tienen las mismas limitaciones ni los mismos intereses que las p¨²blicas", afirma. "La prueba es que los ¨²nicos pisos que van bien son los del Ivima", es decir, 242 sobre el total de 26.000 viviendas proyectadas.
Mientras, Lydia Blanco, de 33 a?os, se desespera. Trabaja como administrativa y sigue viviendo en casa de sus padres. "El 87% de mi sueldo va para el piso. Mi padre, que ahora est¨¢ en el paro, es quien me tiene que mantener", explica. En enero fue la ¨²ltima vez que Lydia acudi¨® a visitar la parcela sobre la que se levantar¨¢ su vivienda de 74 metros cuadrados. "Si ves la parcela piensas: ?a qu¨¦ estar¨¢n esperando?", se pregunta. "Est¨¢n las aceras, las farolas, las alcantarillas, e incluso las arquetas de Telef¨®nica". Pero falta su vivienda.
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