La camarader¨ªa de Hamilton
El l¨ªder del equipo de Pino anuncia sus ambiciones el d¨ªa que el Tour expulsa a Hvastija y Casagranda, inmersos en un proceso por dopaje en Italia
En el Tour cabe todo. Caben relatos imponentes sobre haza?as hom¨¦ricas, lucha por la supervivencia, capacidad de sufrimiento sobrehumana, y noticias de p¨¢ginas de sucesos emanadas de una fiscal¨ªa de Padua y destiladas en una oficina de Par¨ªs. Caben faxes como el que la direcci¨®n del Tour envi¨® el viernes pasado al fiscal de Papua que instruye un caso de dopaje pregunt¨¢ndole por la situaci¨®n procesal de dos participantes en el Tour, el esloveno del Alessio Martin Hvastija y el italiano del Saeco Stefano Casagranda. Como la respuesta del fiscal era la esperada -porque previamente ya hab¨ªa filtrado a la prensa que los dos corredores estaban inmersos en sendos procedimientos por tr¨¢fico y uso de sustancias prohibidas-, el Tour tom¨® con ellos la misma decisi¨®n que hab¨ªa tomado previamente con Danilo di Luca, David Millar y C¨¦dric Vasseur, tres corredores en las mismas circunstancias: declararlos no deseables e invitar a sus directores a retirarlos de la carrera. Y, aunque no hay ninguna ley que permita al Tour expulsarlos, los directores obedecer¨¢n y hoy no partir¨¢n, contingencia ante la cual la fiscal¨ªa de Papua ha reaccionado con preocupaci¨®n. "Est¨¢ muy bien en apariencia esta postura de expulsar a todo aquel corredor inmerso en un proceso por dopaje, su pol¨ªtica de tolerancia cero y de protecci¨®n al buen desarrollo de la competici¨®n", le dice el fiscal a Jean-Marie Leblanc en un fax. "Pero no nos parece justa, ya que s¨®lo afecta a los ciclistas de los equipos de Francia e Italia, los ¨²nicos pa¨ªses que disponen de una ley penal contra el dopaje".
En el Tour cabe tambi¨¦n todo tipo de personas. Cabe gente como Tyler Hamilton, un ciclista de 33 a?os educado en la dura doctrina episcopaliana en la vieja Nueva Inglaterra, y gente como ?lvaro Pino, un gallego esc¨¦ptico y templado que fue ciclista de vieja escuela y es director de un equipo de patr¨®n suizo dedicado a aud¨ªfonos para sordos, alma espa?ola y ciclistas alegres. Y tambi¨¦n cabe que sus pasos se crucen y acaben todos juntos intentando ganar el Tour.
"Al principio, Tyler Hamilton no era m¨¢s que un nombre m¨¢s en una lista", dice Pino. "Busc¨¢bamos para el Phonak un corredor capaz de ser el l¨ªder del equipo y de intentar ir al Tour a por la victoria y escribimos varios nombres. Estaba Beloki, Mayo, Sevilla, Hamilton... Y fue ¨¦l el primero que respondi¨® afirmativamente a nuestra oferta. Y creo que acertamos".
Hamilton desembarc¨® con su Biblia, menudo y vivaz, su educaci¨®n extremada, su sonrisa inalterable, sus ojos de mirada infantil y encantada y su secreto m¨¢s inextricable, su alma de granito, su especial relaci¨®n con el dolor, su infancia aventurera y arriesgada entre la nieve y el hielo, su pasado de esquiador especializado en descensos, su tard¨ªa llegada al ciclismo, su amistad con Lance Armstrong, su vida con Armstrong, su trabajo para Armstrong, su ruptura con Armstrong. Lleg¨® y se encontr¨® en el Phonak resumido y concentrado el viejo esp¨ªritu del Kelme, el primer equipo dirigido por Pino. "Me recuerda este Phonak much¨ªsimo a aquel Kelme de finales de los a?os 90, el de Heras, Rubiera y todos aquellos", recuerda ?scar Sevilla, a quien tambi¨¦n contrat¨® Pino para su proyecto suizo al igual que a otros tres ex Kelmes: Jos¨¦ Enrique Guti¨¦rrez, Santos Gonz¨¢lez y Santi P¨¦rez. "Hay el mismo esp¨ªritu de equipo, la misma alegr¨ªa, la misma camarader¨ªa, Santos cantando en el autob¨²s o en el pelot¨®n, la misma locura sana". Se encontr¨® con eso Hamilton, el de la r¨ªgida moral, el chaval al que su padre prohibi¨® pavonearse de lo bueno que era y obligaba desde peque?o a felicitar a los rivales derrotados y a decirles que ¨¦l, Hamilton, hab¨ªa ganado por suerte m¨¢s que por otra cosa y que a ellos les tocar¨ªa la pr¨®xima, y no se produjo el choque que se podr¨ªa esperar, sino una beneficiosa simbiosis.
"En los espa?oles del equipo he encontrado lo que me faltaba, gente con experiencia sobre la bicicleta, ciclistas que andan en bici desde ni?os, que han mamado el ciclismo, para quienes el ciclismo es una cultura especial", dijo ayer Hamilton, el ¨²nico de los favoritos del Tour que ofreci¨® una conferencia de prensa el d¨ªa de descanso para anunciar que est¨¢ preparado para la batalla, que puede ganar el Tour, que pese a las ca¨ªdas no le ha ido tan mal en las etapas llanas. "Y a m¨ª, que soy americano, me falta esa cultura". "Y a nosotros", contin¨²a Pino, "Hamilton, el l¨ªder, nos ha ayudado a crear un ambiente especial, su educaci¨®n, su preocupaci¨®n por todos los detalles..."
?scar Sevilla, sentado al lado de Hamilton, se permite abrirse de hombros y sonre¨ªr como siempre. "Ten¨ªa la tensi¨®n clavada aqu¨ª, en los omoplatos", dice. "Iba comprimido, plegado, todos los d¨ªas sobre la bicicleta, bajo la lluvia, pero eso se ha acabado, la monta?a y el sol est¨¢n cerca. Y, adem¨¢s, tenemos a Tyler. No hay l¨ªder como ¨¦l, que se preocupe m¨¢s por los compa?eros, los mec¨¢nicos..."
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