El plan de M&S para frenar su venta sigue sin convencer

Los analistas recibieron ayer de manera dispar el plan de reactivaci¨®n de Marks & Spencer (M&S), hecho p¨²blico ayer por su director general, Stuart Rose. Stuart propuso a los accionistas un retorno al negocio tradicional, la ropa femenina, para atraer al que ha sido hist¨®ricamente su mejor cliente: las mujeres de entre 35 y 55 a?os, que conforman el coraz¨®n de los 11 millones de clientes que visitan cada semana alguna de sus 375 sucursales por el Reino Unido. Todo eso aderezado con la promesa de un dividendo extraordinario de una libra por acci¨®n.

Stuart quiere un negocio m¨¢s simple, m¨¢s concentrado, que abarque menos, pero apriete m¨¢s. La ropa de mujer ha de ser el centro a trav¨¦s de marcas como Per Una (adquirida al dise?ador George Davis por 190 millones de euros) o Blue Harbour. Los precios se enmarcar¨¢n en tres niveles, "bueno", "mejor" y "lo mejor".

La actividad se concentrar¨¢ en las tiendas tradicionales de la casa, cuya presencia se modernizar¨¢ con una inversi¨®n equivalente a 600 millones de euros al a?o. Eso significa paralizar la idea de convertir Per Una en una cadena aut¨®noma, cerrar la tienda piloto de productos del hogar Lifestore y suspender la expansi¨®n de Simply Food, la cadena de peque?os supermercados de alimentaci¨®n. El negocio alimentario se simplifica con la supresi¨®n de 500 productos.

La filial financiera se vende al banco BSCH por 1.150 millones de euros. La fuerza de trabajo se reduce, pero de forma modesta, con el recorte de 650 de los 66.000 empleos de la compa?¨ªa, b¨¢sicamente en su sede central en Londres. Se renegociar¨¢n los contratos de suministro para reducir gastos.

Entre gastos adicionales y recortes, Rose espera ahorrar el equivalente a unos 375 millones de euros en este ejercicio fiscal y 480 en el ejercicio 2006-2007. Sus propuestas pretenden convencer a los accionistas de que es mejor seguir bajo su gesti¨®n que vender la empresa al grupo rival del multimillonario Philip Green. Pero fueron recibidas de manera desigual.

El mercado pareci¨® dubitativo y las acciones, que abrieron a 368 peniques, oscilaron entre 372 peniques a primera hora de la ma?ana y 364 a ¨²ltima hora de la tarde. Un signo quiz¨¢s de que los inversores descartan la venta a Green por los 400 peniques que ¨¦ste ofreci¨® la semana pasada, aunque tampoc¨® despert¨® entusiasmo. Pero una se?al tambi¨¦n de que el paquete de medidas presentadas ayer por el consejo no ha despertado el entusiasmo de los inversores.