De un mensaje
Llego a mi casa y me encuentro el siguiente mensaje en mi contestador autom¨¢tico. La transcripci¨®n es exacta: "Hola, buenos d¨ªas, le llamo de la Cl¨ªnica de la Concepci¨®n, este mensaje es para Jes¨²s C. J. Es para comunicarle que se acerca ya la fecha de la cirug¨ªa y convendr¨ªa que se fuera realizando la anal¨ªtica. Usted debe de tener el volante que le dio su ur¨®logo aqu¨ª en la cl¨ªnica, y tiene que realizarla de lunes a viernes, de 8 a 11 de la ma?ana, en Hematolog¨ªa. Yo me pondr¨¦ en contacto con usted para comunicarle la fecha de la operaci¨®n, muchas gracias". El mensaje es claro, sint¨¦tico... pero tiene una pega. Yo no soy Jes¨²s C. J. ?ste ser¨¢ alguien con serios problemas de urolog¨ªa, y un n¨²mero de tel¨¦fono parecido al m¨ªo.
Cualquier ciudadano serio y responsable habr¨ªa borrado el mensaje inmediatamente y se habr¨ªa olvidado del problema. Pero como yo estaba ocioso, decid¨ª hacer el bien de forma altruista, lo cual es una frivolidad. El mensaje no dejaba ning¨²n n¨²mero de tel¨¦fono al que agarrarse, as¨ª que busqu¨¦ la Cl¨ªnica de la Concepci¨®n en la Gu¨ªa de Tel¨¦fonos de Madrid. No viene.
Pregunt¨¦ a una amiga de Madrid por qu¨¦ la Cl¨ªnica de la Concepci¨®n no ven¨ªa en la gu¨ªa. Y me dijo, "ah, ¨¦sa es la cl¨ªnica de los asesinatos". Por Cl¨ªnica de los Asesinatos tampoco ven¨ªa. Mi amiga me explic¨® que ese centro se llama popularmente Cl¨ªnica de la Concepci¨®n, como nombre art¨ªstico, pero su nombre de pila es Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz.
Descolg¨® una mujer con voz de hombre que me pregunt¨® qu¨¦ quer¨ªa. "Han dejado un mensaje por error en mi contestador para un paciente de Urolog¨ªa"... No necesit¨® o¨ªr m¨¢s. Me colg¨® sin mediar palabra.
Pero no colg¨®, me pas¨® (que en este caso es sin¨®nimo de "pas¨® de m¨ª") a otro telefonista, un hombre que ostentaba el t¨ªtulo de El Hombre m¨¢s Antip¨¢tico del Mundo. "??A ver!?". "Han dejado un mensaje de Urolog¨ªa en mi...". "??Usted qu¨¦ quiere!?". "Ver¨¢, yo no quiero nada, los que deber¨ªan querer algo son ustedes. Deber¨ªan querer solucionar el siguiente problema...". Y ah¨ª perdi¨® su t¨ªtulo de antipat¨ªa ganado a pulso, tom¨® nota del paciente, y hasta me dio las gracias. Yo viv¨ª una comedia de enredo. Jes¨²s C. J. pudo vivir un drama d¨ªas y d¨ªas esperando una llamada que no hubiera llegado jam¨¢s. Luego nos enteramos que un paciente muere en su casa esperando una operaci¨®n. ?El culpable? Alguien que apunta un n¨²mero mal, alguien que marca un n¨²mero mal, alguien que deja mensajes an¨®nimos, alguien no llama a las cosas por su nombre... Ahora que se habla tanto de las negligencias, conviene ser justos con el resto del personal hospitalario que tambi¨¦n tiene derecho a que su negligencia sea reconocida.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.