La demanda de microcr¨¦ditos crece en Europa, que concede 10.000 al a?o
En Catalu?a medio millar de familias los han solicitado
Los microcr¨¦ditos se asocian a pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. Pero este sistema de pr¨¦stamo para personas sin recursos se est¨¢ afianzando en Europa, donde ya se conceden cerca de 10.000 anuales. En Espa?a esta iniciativa, que empez¨® hace cuatro a?os, ya ha sido aprovechada por 2.000 familias, y en Catalu?a, por 500. ?ngel Font, director de la fundaci¨®n Un Sol M¨®n de Caixa Catalu?a, pionera en este tipo de operaciones en el pa¨ªs, explic¨® ayer que m¨¢s de la mitad de estas ayudas se conceden a personas inmigrantes.
Font se?al¨® ayer en el transcurso del di¨¢logo Pobreza, microcr¨¦ditos y desarrollo que los pr¨¦stamos se sit¨²an entre los 2.000 y los 9.000 euros a devolver en tres a?os y con un inter¨¦s fijo que no supera el 6%. Las condiciones para acceder a este cr¨¦dito son que los interesados no tengan acceso al sistema financiero normal por falta de propiedades y avales, que tengan "un esp¨ªritu emprendedor" y que presenten un proyecto de negocio viable. La mayor¨ªa de ayudas se invierten en la puesta en marcha de comercios, peque?os talleres y artesan¨ªa.
"Aqu¨ª estamos en un momento de arranque porque los microcr¨¦ditos son a¨²n una novedad, pero hay que tener en cuenta que este tipo de proyectos, incluidos los pioneros en Bangladesh en la d¨¦cada de 1970, nacieron con un pu?ado de operaciones y despu¨¦s han ido creciendo", advirti¨® Font.
Mar¨ªa Nowak es presidenta de la Asociaci¨®n por el Derecho a Iniciativas Econ¨®micas (ADIE), una de las primeras organizaciones que introdujo la pol¨ªtica de microcr¨¦ditos en Europa y con gran repercusi¨®n en Francia, donde ha ayudado a crear m¨¢s de 20.000 nuevas empresas a trav¨¦s de este instrumento financiero alternativo. Como experta en la materia, Nowak augur¨® un buen futuro para los microcr¨¦ditos porque hay un fuerte aumento de su demanda y porque los bancos y administraciones cada vez miran con mayor inter¨¦s este tipo de iniciativas. "Los microcr¨¦ditos tienen una rentabilidad econ¨®mica e integran a los excluidos en la sociedad, no como objetos pasivos, sino como sujetos que participan en la creaci¨®n de riqueza". Nowak, que asegur¨® que la experiencia de ADIE demuestra que el riesgo de impago de los pr¨¦stamos es del 6%, record¨® que en Europa hay 55 millones de pobres y que cada persona desempleada cuesta m¨¢s de 15.000 euros a las arcas p¨²blicas, mientras que su soporte a trav¨¦s de los microcr¨¦ditos no supera los 2.000 euros. "Este sistema es un buen complemento para dinamizar las pol¨ªticas de protecci¨®n social", concluy¨®.
Pero los microcr¨¦ditos no son, ni mucho menos, la respuesta a todas las necesidades. Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique, alert¨® sobre la necesidad de construir "un fuerte movimiento social y un contrapoder pol¨ªtico para luchar contra la globalizaci¨®n, que, bajo su disfraz economicista, es en realidad una lucha a muerte entre mercado y Estado y entre lo privado contra lo p¨²blico". Ramonet, experto en geopol¨ªtica y estrategia internacional y que a lo largo de su intervenci¨®n abund¨® en datos sobre la abrumadora injusticia en el mundo, reclam¨® "acci¨®n" para frenar la expansi¨®n de un sistema que ha llevado a un tercio de la poblaci¨®n a vivir con menos de un euro al d¨ªa, "lo que significa alimentarse, educarse y vestirse con ese dinero", subray¨®, mientras "una vaca europea recibe una subvenci¨®n de cuatro euros diarios". La condonaci¨®n de la deuda externa de pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, la supresi¨®n de los para¨ªsos fiscales, la instauraci¨®n de un impuesto planetario para redistribuir la riqueza son algunas de las alternativas que Ramonet apunt¨® para frenar el "darwinismo social que poco a poco reduce la acci¨®n de las democracias".
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