Jaque en Jap¨®n

Muchos de sus millones de admiradores hubieran preferido que Bobby Fischer, de 61 a?os, desapareciese como un mito. Pero el ajedrecista m¨¢s carism¨¢tico de la historia fue detenido ayer en el aeropuerto de Tokio y afronta la extradici¨®n a EE UU por violar el embargo contra Yugoslavia en 1992. Con claros s¨ªntomas de enfermedad mental, su vida es ahora tan triste como fue su infancia.

El arresto de ayer enlaza con lo ocurrido en Sveti Stefan (Montenegro) el 1 de septiembre de 1992. Muchos corresponsales de guerra en la vecina Bosnia abandonaron el frente para cubrir la primera aparici¨®n p¨²blica de Fischer desde 1972, cuando se proclam¨® campe¨®n del mundo tras romper la hegemon¨ªa sovi¨¦tica y se convirti¨® en un ¨ªdolo. En paradero desconocido durante veinte a?os, Fischer acept¨® una oferta del mafioso yugoslavo Yezd¨ªmir Vas¨ªlievich para un duelo de revancha contra Spasski, a quien destron¨® en 1972, con 500 millones de pesetas en premios.

Lleg¨® la esperada rueda de prensa, y Fischer escupi¨® sobre un documento del Departamento del Tesoro de EE UU en el que se le conminaba a no disputar el duelo porque ello supondr¨ªa una violaci¨®n del embargo. Fischer volvi¨® a ganar a Spasski y desapareci¨® otra vez. Pero de vez en cuando conced¨ªa declaraciones a una radio filipina en las que se apreciaba su paranoia: en un lenguaje soez, culpaba a los jud¨ªos de todos sus males, defend¨ªa a los nazis, se alegraba de los atentados contra las Torres Gemelas... Paralelamente se iban descubriendo detalles sobre su dura infancia: su padre no fue el que figura en los papeles, el alem¨¢n Gerhardt Fischer, sino Paul Nemenyi, un brillante cient¨ªfico h¨²ngaro que conoci¨® a Regina Fischer cuando ¨¦sta logr¨® el permiso para estudiar Medicina en la URSS. Se separaron cuando ella estaba embarazada, y Nemenyi muri¨® poco despu¨¦s. Regina, diagnosticada como paranoica en 1943, hiperactiva, pol¨ªglota, no dio a Bobby en EE UU la educaci¨®n que necesita un superdotado.

Fischer iba a volar ayer desde Tokio cuando un polic¨ªa comprob¨® que su pasaporte estaba cancelado por una carta del 12 de diciembre de 2003 por la Embajada de EE UU en Filipinas, tras descubrir que el ajedrecista viv¨ªa en Jap¨®n. El Gobierno nip¨®n debe decidir ahora si le deporta a EE UU, donde el presidente Nixon le recibi¨® como un h¨¦roe en 1972. Ahora, aquel mito viviente que inspir¨® pel¨ªculas, novelas y una ¨®pera rock es un enfermo.