Sin novedad en la vanguardia
La revolución cardiovascular no vendrá de la genómica o de las células madre, sino de la aplicación inteligente de lo que ya se conoce

Mire con atención la foto de este artículo. Son los alumnos de Valentín Fuster, director del Instituto Cardiovascular del centro médico Mount Sinai de Nueva York, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander. Si usted tiene un problema de corazón en los próximos diez a?os, es probable -o al menos deseable- que su cardiólogo esté en la foto. Y también es probable -o al menos deseable- que su cardiólogo haya aprendido ayer en Santander los secretos que le salvarán la vida. Curiosamente, esas técnicas no vendrán de la genética, ni de las células madre ni de otras estrellas de la vanguardia biomédica. Vendrán de la aplicación inteligente de lo que ya sabemos. Eche un vistazo a los tres puntos que siguen. Le ahorrarán tres sustos, o al menos un infarto.
Genética del corazón. Los genes tienen una influencia capital en casi todo lo que le pasa al corazón, pero todavía no sirven para curarlo. Todos los factores de riesgo cardiovascular tienen una fuerte componente debida a la lotería del ADN: el exceso de colesterol malo, el defecto de colesterol bueno, la tensión alta, la fibrilación ventricular, la cardiopatía hipertrófica, la arritmia, la tendencia a la inflamación y -horror de los horrores- la propensión a fumar, a comer en exceso y a engordar aun sin comer en exceso. Todo esto es cierto, pero de momento no sirve de gran cosa. "Hace cinco a?os había riesgos cardiovasculares que dependían de un gen, y ahora resulta que dependen de 15, y el a?o que viene dependerán de 39", explica Fuster a sus alumnos. "No sirve de gran cosa publicar estudios genéticos basados en 100 pacientes para desmentirlos al a?o siguiente. La genética será muy importante para la enfermedad cardiovascular, pero todavía no lo es". Si usted tiene antecedentes familiares, debe preocuparse, pero no debe esperar una pastilla que los remedie a corto plazo. La genética del corazón avanza mucho, pero sus aplicaciones clínicas no avanzan nada. El genescéptico Fuster, por cierto, tiene fundadas razones para creer en la genética. Su madre acaba de cumplir 101 a?os.
La polipíldora. Es un cóctel de ángeles de la guardia cardiacos (aspirina, clopidogrel, estatinas y otros fármacos ya existentes por separado) que se podrá tomar en una sola pastilla en unos a?os. La industria trabaja a fondo en ello. Algunos cardiólogos británicos apoyan venderla en los supermercados, pero Fuster se opone. "Tiene demasiados efectos secundarios, sobre todo en la gente que no la necesita". Pero será esencial para los pacientes de riesgo, y una de sus versiones vendrá de serie en las ambulancias. "Lo que en 2004 se hace en el hospital, en 2014 se hará en la ambulancia con una simple pastilla", dice Fuster.
El catéter. La mayoría de los infartos se tratan actualmente con fármacos que disuelven las obstrucciones arteriales. No es lo óptimo. Hace a?os que existen técnicas mucho mejores, consistentes en limpiar la obstrucción con un tubo (catéter) que se introduce hasta los vasos cardiacos mediante una peque?a perforación poco invasiva. Sus ventajas sobre los fármacos habituales son enormes, e imponerla en los peque?os hospitales es más cuestión de voluntad política que de avance tecnológico. ?nimo, gestores.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás a?adir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.