El Parlamento palestino exige a Arafat un programa inmediato de reformas
Los diputados se rebelan contra la falta de autoridad del Gobierno de Ahmed Qurei
El Parlamento palestino dio ayer una vuelta de tuerca m¨¢s a la delicada situaci¨®n de su Gobierno y conmin¨® al rais palestino, Yaser Arafat, a aceptar la dimisi¨®n del primer ministro, Ahmed Qurei, y a asumir reformas institucionales y de seguridad. Bajo la amenaza de expulsar del Ejecutivo a Qurei por medios alternativos como el "acoso parlamentario", el cuerpo legislativo exhort¨® a Arafat en una resoluci¨®n aprobada por 43 votos a favor, 4 en contra y 4 abstenciones, a "dar los pasos necesarios para nombrar un Gobierno capaz de llevar a cabo sus responsabilidades".
Los diputados exigen a Arafat un Gobierno con la autonom¨ªa y la independencia necesaria -con los "poderes necesarios"- en asuntos como la seguridad, para poder llevar a cabo las reformas institucionales y de defensa requeridas por la comunidad internacional; y poner fin al brote de anarqu¨ªa y caos que emergi¨® en la franja de Gaza el viernes pasado. "El actual Gobierno, al que el Parlamento dio su confianza, no ha cumplido su programa y no ha ejercido sus funciones y sus prerrogativas como lo estipula la ley fundamental", se?ala la resoluci¨®n aprobada, que a?ade que el Ejecutivo palestino "fall¨® en sus responsabilidades para asegurar el control de la situaci¨®n interna y mejorar la seguridad de su pueblo". "Es evidente que la principal raz¨®n del caos en la seguridad es la falta de directivas claras para efectuar su misi¨®n", dice el texto.
El cuerpo legislativo palestino, en un tono casi beligerante, advirti¨® a Arafat de que si no toma en cuenta las recomendaciones de su resoluci¨®n, "emplear¨¢ toda su autoridad como el uso de mociones de confianza para derribar el Gobierno de Ahmed Qurei". Un primer ministro incapaz de arrancar a Arafat el compromiso de las reformas en los cuerpos de seguridad durante los meses de su mandato, y que s¨®lo ha logrado un cambio cosm¨¦tico el s¨¢bado, tras presentar su dimisi¨®n. Entonces Arafat anunci¨® a bombo y platillo que reduc¨ªa de 12 a 3 los cuerpos de seguridad palestinos. Pero no mencion¨® que en una reuni¨®n previa se hab¨ªa reservado el control de estos cuerpos policiales a trav¨¦s del Consejo Nacional de Seguridad, que ¨¦l mismo preside.
No obstante, el movimiento Al Fatah sigue ostentando la mayor¨ªa en el ¨®rgano legislativo palestino, por lo que pese al ala cr¨ªtica de los parlamentarios, Arafat podr¨ªa todav¨ªa controlar cualquier dictamen que intentara aprobar el Parlamento en contra de su voluntad, no sin antes provocar una aut¨¦ntica revuelta pol¨ªtica en el Consejo Legislativo. Pero el vicepresidente de esta instituci¨®n, Hasan Jrasheh, ya advirti¨® de que hoy se re¨²nen para "engranar" los mecanismos necesarios en caso de que Arafat "rechace sus demandas".
La resoluci¨®n, que recibi¨® el visto bueno de casi la mitad de los legisladores que forman el Parlamento palestino -88 esca?os-, fue preparada por un comit¨¦ especial nombrado con el prop¨®sito de valorar los ¨²ltimos acontecimientos en los territorios ocupados, que abocaron al Gobierno de la ANP a una situaci¨®n sin precedentes y con el peligro, seg¨²n los analistas m¨¢s agoreros, de una guerra civil.
Desde Damasco, el jefe supremo de Ham¨¢s, Jaled Mechaal, exigi¨® a Arafat y a Qurei que pongan fin al caos que se vive en los territorios ocupados. Existe una guerra abierta entre facciones de distinta ¨ªndole y que tiene como protagonistas a los j¨®venes militantes de Al Fatah y las Brigadas de los M¨¢rtires de Al Aqsa, brazo armado de Al Fatah, movimiento presidido por Arafat. Ambos organismos piden la regeneraci¨®n de los cuerpos policiales y pol¨ªticos de una ANP enferma del c¨¢ncer de la corrupci¨®n y el nepotismo. Y sus luchas comienzan a tener objetivos muy claros. Nabil Amer, el que fuera ministro de informaci¨®n con Abu Mazen, fue tiroteado la noche del martes en las calles de Ramala cuando sal¨ªa de un programa de televisi¨®n en el que hab¨ªa criticado a Arafat. Amer llam¨® a la calma y asegur¨® que si el prop¨®sito de la agresi¨®n era silenciarlo, no se arrepent¨ªa de sus declaraciones.
Entretanto, en Nabl¨²s, su vicegobernador, Fadel Ashuli, miembro de Al Fatah, fue secuestrado y trasladado al campo de refugiados de Balata. No es la primera vez que la violencia se desata en este basti¨®n de las Brigadas. Ya en noviembre asesinaron al hermano del entonces gobernador de Nabl¨²s, Ghassan Shaka, quien a su vez dimiti¨® el pasado mayo.
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