El gran robo de Halliburton en Irak
Ex empleados de la empresa de Cheney relatan el despilfarro a cuenta del contribuyente norteamericano
Cuando a un cami¨®n nuevo de Halliburton se le pinchan las ruedas no las cambian; lo abandonan en las carreteras de Irak. Sus empleados pagan facturas de hotel de 10.000 d¨®lares diarios y alquilan coches por 7.500 d¨®lares mensuales. Estos y otros abusos ha sido relatados en entrevistas con EL PA?S por ex trabajadores de la empresa que dirigi¨® el vicepresidente Dick Cheney -y de la que todav¨ªa cobra-, y que hoy van a testificar ante el comit¨¦ del Congreso de EE UU que investiga el "patr¨®n de fraude, abuso y despilfarro" de Halliburton en contratas de Irak por valor de 8.200 millones de d¨®lares.
Sus testimonios son corroborados por una auditor¨ªa de la Oficina de Intervenci¨®n y por un informe del comit¨¦ del Congreso que investiga a Halliburton, a los que este diario ha tenido acceso. La auditor¨ªa ha descubierto, entre otras irregularidades, que la empresa ha pasado una factura de 88 millones de d¨®lares por 3,4 millones de comidas que nunca ha servido a las tropas. Y el informe revela un sobrecoste de 165 millones de d¨®lares en gasolina. Ambos documentos se presentar¨¢n hoy en la audiencia en la que testificar¨¢n cuatro ex empleados.
"Lo peor es que a esta empresa no se le exige rendir cuentas mientras no es escatima presupuesto para cuidar a los soldados, que tienen que dormir hacinados y sin aire acondicionado, y sus familias en EE UU acuden a la beneficencia porque los salarios no les alcanzan para vivir", dice Marie de Young, especialista de log¨ªstica de Halliburton destinada en Kuwait, a 15 kil¨®metros de la frontera iraqu¨ª. De Young renunci¨® a ese puesto, en el que ganaba 80.000 d¨®lares anuales, porque le parec¨ªa inmoral lo que ve¨ªa y regres¨® a su pa¨ªs para denunciarlo ante el Congreso. Piensa volver a Irak como militar, pero cobrando una cuarta parte.
Empresa intocable
De Young vio c¨®mo Halliburton hospedaba a un grupo de empleados en el lujoso hotel Kempinski de Kuwait, pagando una factura de m¨¢s de 10.000 d¨®lares la noche, a pesar de que el acuerdo con el Pent¨¢gono era que vivieran en tiendas parecidas a las de los soldados, lo cual hubiera rebajado la factura a 600 d¨®lares. Vio tambi¨¦n c¨®mo se le pagaba a una lavander¨ªa 100 d¨®lares por bolsa de ropa cuando otras cobraban 29 d¨®lares. Y vio c¨®mo le pagaban al vendedor de refrescos por miles de "cajas" aunque s¨®lo entregaba miles de "botellas".
Como parte de sus responsabilidades, De Young trat¨® de reducir esas facturas pero enseguida le cambiaron de puesto. "La cultura de Halliburton es de intimidaci¨®n", dice. Y tuvo suerte, porque al conductor de camiones James Warren le despidieron despu¨¦s de informar a sus jefes en Halliburton de que "se abandonaban o quemaban camiones nuevos de 85.000 d¨®lares", y que adem¨¢s alguien les quitaba las ruedas de repuesto antes de que salieran en ruta.
La lista de denuncias es interminable. Uno de los ex empleados, que hoy testificar¨¢ an¨®nimamente por temor a su seguridad, asegura que Halliburton ha presentado facturas "de millones de d¨®lares por trabajos fantasmas". Otro testigo, Michael West, afirma que se pas¨® meses sin hacer nada pero sus supervisores le exig¨ªan que firmara como si hubiera trabajado "12 horas al d¨ªa siete d¨ªas a las semana". Y como ¨¦l hab¨ªa al menos otros 34 trabajadores en los campamentos Anaconda y Arifjan, en Kuwait, y el de Al Asad, en la ciudad iraqu¨ª de Faluya, donde estuvo destinado. La historia de Henry Bunting es la contraria, dice que le explotaban, aunque el salario era de 120.000 d¨®lares anuales. Bunting era uno de los encargados de compras en la contrata de apoyo y servicio a las tropas y asegura que el sistema que ten¨ªan montado era escandaloso. "Un verdadero fraude", subraya. Le exig¨ªan que negociara con un grupo de compa?¨ªas kuwait¨ªes aunque sus precios fueran astron¨®micos. "La cultura corporativa de Halliburton es arrogante, se creen intocables, hacen lo que les da la gana y luego lo niegan. Nos daban instrucciones sobre lo que ten¨ªamos que decirle a los auditores", agrega. Entre los muchos abusos que ha visto relata el alquiler de coches a 7.500 d¨®lares al mes cada uno.
Los supuestos fraudes de Halliburton son investigados no s¨®lo por el Congreso, sino por el Departamento de Justicia y los auditores del Pent¨¢gono. Pero es adem¨¢s blanco de otras investigaciones de la fiscal¨ªa federal, el Departamento de Justicia y la Comisi¨®n de Valores por sus v¨ªnculos con Ir¨¢n, el pago de sobornos de 3,6 millones en Irak y de sobornos de varios millones por licitaciones petroleras en Nigeria. "Lo que es incre¨ªble es que le sigan concediendo contratas", afirma el congresista dem¨®crata John D.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.