Toneladas de talento

Los habr¨¢ que sigan culpando a la b¨¢scula, empe?ado como est¨¢ el maldito artilugio en asegurar que el chaval s¨®lo pesa 43 kilos, algunos m¨¢s incluyendo el mono. Pero ser¨¢n los menos quienes as¨ª opinen. Los habr¨¢ tambi¨¦n que hablen de su talento, de su conducci¨®n, de la suavidad con la que traza cada curva, de c¨®mo mueve su liviana anatom¨ªa sobre la moto, formando un ¨²nico cuerpo. Ser¨¢n los m¨¢s quienes as¨ª opinen, con un tal Valentino Rossi a la cabeza. En un deporte en el que nadie parece escandalizarse porque un ni?o de 14 a?os vuele a 200 km/h en una m¨¢quina a la que le cuesta m¨¢s subirse que caerse de ella, llama la atenci¨®n que lo que a d¨ªa de hoy se discuta agriamente sea el peso de Dani Pedrosa, quien a su condici¨®n de joven enclenque a?ade la de ser un piloto extraordinario. La pol¨¦mica nace de que en la categor¨ªa menor del Mundial, la de 125cc, existe la obligaci¨®n de que el peso conjunto entre la m¨¢quina y el piloto no sea inferior a los 136 kilos. Para llegar a ellos, y dado que la moto viene a pesar 70, es necesario que se le a?adan unas planchas de plomo o volframio a modo de lastre. Pues bien: algunos directores han solicitado formalmente que se haga lo propio en la categor¨ªa del cuarto de litro, donde no rige norma alguna al respecto, una idea como otra cualquiera destinada a frenar a Pedrosa, al que en la pista no hay quien le frene.

Decida lo que decida la organizaci¨®n para temporadas venideras, lo ¨²nico cierto es que en la actual el dominio del barcelon¨¦s es abrumador, tortuoso para sus rivales. Ayer, en la campi?a de Donington (Inglaterra), Pedrosa, de 18 a?os y debutante en la categor¨ªa, se dio un paseo id¨¦ntico al que siete d¨ªas antes se hab¨ªa dado en Alemania. Arranc¨® en cuarta posici¨®n de la parrilla de salida, pero en la segunda curva ya era el primero. Veinticinco vueltas despu¨¦s, 273 curvas despu¨¦s, ah¨ª segu¨ªa Pedrosa, el primero, entrando en solitario en la meta tras batir el r¨¦cord de velocidad del circuito cuantas veces quiso.

Lo cierto es que es Pedrosa un piloto que, cuando gana, arrasa. Dif¨ªcil ser¨¢ verle triunfar con lluvia, su asignatura pendiente, o imponerse en un final apretado, de esos en los que en cada curva vuelan los cuchillos. Al m¨¢s puro estilo Rossi, a ¨¦l le va coger la cabeza cuanto antes mejor y hacer una carrera distinta a la de sus rivales. Y su trayectoria en la actual temporada es asombrosa: de los nueve grandes premios disputados ha ganado cuatro, ha sido segundo en otros tantos y s¨®lo ha fracasado en Jerez, donde cay¨® ahogado en el diluvio que all¨ª descarg¨®.

"Se ve claramente la diferencia de peso", declar¨® el argentino Sebasti¨¢n Porto, segundo ayer, ganador de la otra carrera, ¨¦sa en la que no corr¨ªa Pedrosa. As¨ª habl¨® tras entrar en la meta a seis segundos del vencedor, que bien pudieron ser 15 si ¨¦ste no afloja en las ¨²ltimas vueltas, que casi fueron de honor. Peor que a Porto le fue a su compa?ero Fonsi Nieto (quinto tras llegar a circular tercero en los primeros compases de la carrera), nada comparado con lo sucedido a Toni El¨ªas, al que la moto le dej¨® tirado cuando viajaba cuarto.

Porto, Fonsi y El¨ªas eran aspirantes al t¨ªtulo, en mayor o menor medida, cuando la temporada a¨²n no hab¨ªa arrancado. Pero esa condici¨®n se la ha birlado, imparable, demoledor, Dani Pedrosa, quien a sus pocos kilos de peso a?ade algo sin duda m¨¢s importante en ¨¦ste y en cuantos deportes existen. Concretamente, toneladas de talento.