Sobre la puntualidad en los juzgados

El pasado s¨¢bado d¨ªa 24 de julio tuve la desagradable sorpresa de leer en su peri¨®dico, del que soy lectora habitual, una noticia relativa a un estudio elaborado por el Colegio de Abogados de Barcelona sobre la puntualidad de los juicios penales en los juzgados de esta ciudad, noticia que conten¨ªa una parte resaltada en negrilla titulada Los jueces m¨¢s tardones y en la que se me citaba personalmente. Quisiera manifestar al respecto lo siguiente:

1. Ignoro cu¨¢l ha sido la metodolog¨ªa estad¨ªstica que ha empleado el grupo de abogados que se rese?a en el art¨ªculo, pero parece que la misma ha sido escasa o nula, deducci¨®n que se colige del propio texto de la noticia. Su contenido obvia cuestiones tan trascendentales a la hora de evaluar los pretendidos retrasos como lo ser¨ªan, sin ¨¢nimo de exhaustividad, la complejidad de los juicios, el n¨²mero de partes o testigos, o bien incluso la leg¨ªtima petici¨®n de espera auspiciada por los propios se?ores letrados cuando existe coincidencia de se?alamientos en otro juzgado o se pretende una transacci¨®n en los supuestos permitidos legalmente.

2. Quien suscribe no ha recibido jam¨¢s ni directa ni indirectamente, en este ¨²ltimo caso a trav¨¦s de los correspondientes ¨®rganos de gobierno, queja alguna sobre la existencia de retrasos en la celebraci¨®n de los juicios se?alados en el juzgado del que soy titular.

3. La noticia imputa directa e indiscriminadamente a los jueces la causa de los retrasos, se?alando en negrilla y bajo un t¨ªtulo que refleja una absoluta falta de conocimiento del funcionamiento de los juzgados de instrucci¨®n -el contexto de las funciones de esta clase de juzgados es ostensiblemente m¨¢s amplio que la celebraci¨®n de los juicios de faltas- a los titulares de los juzgados que -conforme a este pretendido estudio- encabezan la lista de "puntuales" e "impuntuales", haci¨¦ndolo adem¨¢s de forma maniquea y pr¨¢cticamente ofensiva para quienes hemos merecido, seg¨²n el firmante del art¨ªculo, ese desafortunado segundo apelativo.

4. No concita dudas el hecho de que la cr¨ªtica a la actuaci¨®n de los tribunales, al igual que la que se efect¨²a respecto a las dem¨¢s instituciones o administraciones, es l¨ªcita y aconsejable en un Estado democr¨¢tico, y quienes trabajamos en ellos hemos de aceptarla, pero dicha cr¨ªtica debe ajustarse a unos par¨¢metros de rigor, honestidad y respecto a la verdad que, en mi opini¨®n, no han sido contemplados en el estudio ni en la noticia comentados.