Walter Frentz, fot¨®grafo y c¨¢mara del Tercer Reich
Fue de los que m¨¢s cerca estuvieron de Adolf Hitler, pero nunca le toc¨® rendir cuentas de ello. La raz¨®n: Walter Frentz era fot¨®grafo y c¨¢mara. "Yo nunca produje lo que vi, apenas lo reproduje", se defendi¨® a?os despu¨¦s, en una argumentaci¨®n muy similar a la que tambi¨¦n sol¨ªa esgrimir su colega, la cineasta Leni Riefenstahl. Como si las im¨¢genes pudiesen ser inocentes, como si Frentz y Riefenstahl no hubiesen contribuido decisivamente a forjar la iconograf¨ªa propagand¨ªstica del m¨¢s criminal de los reg¨ªmenes.
Frentz naci¨® en Heilbronn, al sureste de Alemania, en 1907, y estudi¨® ingenier¨ªa el¨¦ctrica en M¨²nich y Berl¨ªn. Camar¨®grafo aficionado, en 1929 conoci¨® en la capital alemana a un estudiante de arquitectura dos a?os mayor que ¨¦l: Albert Speer, el mismo que a?os despu¨¦s ser¨ªa arquitecto preferido del f¨¹hrer y ministro de Armamento del Tercer Reich. Se hicieron amigos. Sal¨ªan a pasear, a navegar, a caminar por las monta?as. Fruto de estas correr¨ªas, Frentz en 1931 rod¨® un primer filme sobre canotaje en r¨ªos austriacos y yugoslavos.
Speer le presentar¨ªa tambi¨¦n a Leni Riefenstahl, y la directora lo contrat¨® como c¨¢mara para sus monumentales pel¨ªculas sobre los congresos nazis de N¨²remberg (La fuerza de la voluntad) y los Juegos Ol¨ªmpicos de 1936.
Dos a?os despu¨¦s, en 1938, se incorpor¨® a la Luftwaffe y como oficial de la fuerza a¨¦rea comenz¨® a documentar la expansi¨®n de la Alemania nacionalsocialista; estuvo en la ocupaci¨®n de Austria, en las negociaciones para forjar el pacto entre Hitler y Stalin y en los ataques a Polonia, Holanda y Francia. Otra vez por intermediaci¨®n de Speer. Luego pasar¨ªa al entorno inmediato del f¨¹hrer, a quien acompa?ar¨ªa en sus cuarteles de los Alpes, de Prusia oriental y de Berl¨ªn. Sin ser el fot¨®grafo oficial -este puesto era detentado por Heinrich Hoffmann-, fue Frentz quien se hizo cargo de captar, para fines propagand¨ªsticos y para la posterioridad, la vida cotidiana de la c¨²pula del Tercer Reich. As¨ª, buena parte de las fotos que se conocen del dictador, de su amante Eva Braun, de sus generales y de sus c¨®mplices fueron hechas por Frentz. Son retratos id¨ªlicos casi siempre. Para enaltecerlo, Hitler sol¨ªa ser captado desde abajo.
De cuando en cuando, el horror se colaba entre sus lentes -en 1941, por ejemplo, film¨® una masacre en Bielorrusia-, pero siempre mantuvo el tipo nazi. A Hitler lo acompa?¨® hasta poco antes de su suicidio; de Frentz es aquella famosa foto en las que el ya demacrado f¨¹hrer condecora a un grupo de ni?os enviados a la batalla final.
Tras la derrota alemana, Frentz s¨®lo estuvo detenido durante unos cuantos meses. Puesto en libertad por las autoridades estadounidenses en 1946, se casar¨ªa con Edeltrude Esser en 1949. Era la viuda de un amigo que hab¨ªa muerto en la guerra. Adopt¨® a cuatro ni?os y tuvo un hijo propio.
Entre los a?os cincuenta y setenta trabaj¨® en varios documentales sobre temas poco comprometedores: las Olimpiadas, de nuevo, y parques naturales o monumentos arquitect¨®nicos.
Radicado a orillas del id¨ªlico lago de Constanza, rara vez volvi¨® a hablar de su pasado. En una entrevista, a mediados de los a?os noventa, quiso hacer creer que ya casi todo se le hab¨ªa olvidado. Ello no impidi¨® que siguiera publicando fotos de los cuarteles generales de Hitler en una editorial de extrema derecha, Arndt-Verlag. El pasado 6 de julio, Walter Frentz falleci¨® a los 96 a?os, seg¨²n se conoci¨® apenas esta semana.-
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