Pioneros en el salvaje Oeste

APENAS han pasado 300 a?os desde que los pioneros llegaron a Fairplay (Colorado, Estados Unidos) a enfrentarse con sus habitantes: arapahoes, apaches y kiowas. Desde entonces, nada ha cambiado en este pueblo perfectamente conservado. Para asombro de cualquier viajero, los enclaves donde sucedieron las leyendas m¨¢s insignes de la zona contin¨²an all¨ª, mezcl¨¢ndose con un paisaje de monta?as nevadas, amplias praderas y bosques dominados por osos, ardillas o zorros de cola roja. La llegada de buscadores de oro, mineros, oportunistas y alg¨²n trampero n¨®mada origin¨® una peque?a ciudad cuya historia trae al visitante recuerdos de alg¨²n western almeriense. Ese relato ¨¦pico ha dejado su huella aqu¨ª, impresa en calles dispersas que parecen estar a¨²n aguardando la completa ocupaci¨®n de sus terrenos por nuevos colonos.

Entre la iglesia y la escuela, el sal¨®n y el hotel, aparece el antiguo juzgado, hoy d¨ªa biblioteca p¨²blica donde se amontonan novelas de indios y vaqueros. Este edificio todav¨ªa recuerda c¨®mo tuvo que refugiar a mujeres y ni?os ante la amenaza de un ataque de los apaches, que, seg¨²n avis¨® un hombre borracho, ya hab¨ªan quemado el cercano Breckenridge, hoy un para¨ªso para esquiadores. La alerta result¨® ser falsa, aunque su difusor se ocupase de hacerla veros¨ªmil agujereando su propio sombrero a balazos.