El impuesto de 2,4 c¨¦ntimos sobre la gasolina pasa desapercibido

A partir de ayer, los carburantes en Catalu?a son m¨¢s caros, debido a la aplicaci¨®n de la nueva tasa de 2,4 c¨¦ntimos de euro por cada litro de gasolina y 0,6 c¨¦ntimos en el caso del gas¨®leo. El impuesto, aprobado el 13 de julio como parte de la Ley de Medidas Fiscales y Administrativas de los presupuestos de la Generalitat para el 2004, pretende financiar el d¨¦ficit sanitario, que se aproxima actualmente a unos 2.700 millones de euros.

En vez de largas colas de conductores buscando ahorrar unos c¨¦ntimos, el ambiente en las gasolineras de Catalu?a era ayer tranquilo. La actitud de los conductores catalanes frente la nueva tasa auton¨®mica sobre carburantes que entr¨® en vigor ayer -2,4 c¨¦ntimos por litro de gasolina y 0,6 c¨¦ntimos por litro de gas¨®leo- era m¨¢s de resignaci¨®n o de desconocimiento de esta medida.

El taxista aut¨®nomo Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez, quien lleg¨® a una gasolinera del centro de Barcelona cinco minutos despu¨¦s de que la ley entrara en vigor, opin¨® que el gravamen no perjudicar¨¢ a la mayor¨ªa de conductores. "El impuesto me parece bien porque el r¨¦gimen sanitario en Catalu?a deja mucho que desear. No me importar¨ªa incluso pagar m¨¢s para aliviar la crisis sanitaria", asegur¨® Rodr¨ªguez.

En esta misma l¨ªnea, otro conductor explic¨® que el impuesto le parec¨ªa incluso poco en comparaci¨®n con la gravedad del problema sanitario. "Creo que la cuesti¨®n social est¨¢ mal tratada en este pa¨ªs, y frente a una crisis con las dimensiones que tiene el d¨¦ficit sanitario, la gente tiene que ser m¨¢s solidaria", opin¨® Albert Garcia, vecino del barrio del Eixample barcelon¨¦s.

Efectividad del impuesto

Para otros conductores, el nuevo impuesto sobre los carburantes era m¨¢s bien un s¨ªntoma de la mala gesti¨®n del Gobierno catal¨¢n. Ramon Botella, uno de los pocos conductores al tanto de la nueva medida, lleg¨® a una gasolinera en el centro de Barcelona justo antes de medianoche para llenar el deposito de su coche.

"Es una verg¨¹enza que en este pa¨ªs se tengan que subir los impuestos de la gasolina para poder financiar una cosa tan b¨¢sica como la sanidad", dijo Botella, "No entiendo por qu¨¦ el Gobierno puede gastar millones en el F¨®rum cuando se pod¨ªa haber utilizado ese mismo dinero para la sanidad".

Aunque la mayor¨ªa de conductores entrevistados ayer opinaban que el fin del impuesto -financiar la sanidad- era bueno, muchos cuestionaban si el dinero que se recaudar¨¢ ser¨¢ efectivo para "cubrir un d¨¦ficit tan grande". La inicial previsi¨®n recaudatoria de la Generalitat era de entre 60 y 80 millones de euros para afrontar un d¨¦ficit de 2.700 millones. Despu¨¦s de los distintos acuerdos entre la Administraci¨®n y algunos colectivos -los taxistas, los transportistas y los agricultores- se ha quedado en unos 22 millones de euros.

El Departamento de Econom¨ªa lleg¨® a un preacuerdo el pasado jueves con representantes del sector de transportes y los taxistas para establecer un sistema de compensaci¨®n monetaria en funci¨®n de su ¨¢mbito de actuaci¨®n y del tama?o de los veh¨ªculos. Tambi¨¦n se acord¨® que los taxistas podr¨¢n aplicar en 2005 un incremento a las tarifas que compense esta subida en el precio del carburante, y se establecer¨¢ tambi¨¦n un recargo por el gasto acumulado en los meses que quedan de 2004.

Por parte de los Consumidores y Usuarios de Catalu?a, el nuevo impuesto sobre la gasolina es "justificable porque la sanidad tiene prioridad, aunque siempre acaba pagando el cuidadano".