La conmemoraci¨®n fue acallada durante d¨¦cadas por Mosc¨²

No importa a qu¨¦ barrio de Varsovia acudiera el visitante en estos tres d¨ªas de celebraciones, en todos hab¨ªan sido organizados misas, conciertos, izadas de bandera, ofrendas florales, desfiles, discursos, pel¨ªculas, exposiciones. Incluso los cerca de 7.000 combatientes del Armia Krajova que a¨²n sobreviven parec¨ªan haberse multiplicado como por arte de magia, con sus brazaletes rojiblancos y todo el derecho de un porte orgulloso. A su alrededor, siempre dispuestos a dar una mano a los combatientes, cantidades asombrosas de scouts, un movimiento que ya en 1944 ofreci¨® su respaldo civil a la operaci¨®n militar.

Polonia no siempre ha podido conmemorar de esta manera el levantamiento. Durante 44 a?os, los que dur¨® el sistema socialista, la memoria de lo sucedido fue muy espinosa. Los insurrectos de 1944 estaban bajo ¨®rdenes del anticomunista Gobierno polaco en el exilio, y fueron abandonados a su suerte por el glorioso Ej¨¦rcito Rojo de la Uni¨®n Sovi¨¦tica: dos razones m¨¢s que suficientes para que en ¨¦pocas estalinistas se llegara al extremo de prohibir cualquier celebraci¨®n p¨²blica. "Durante d¨¦cadas, el recuerdo fue reprimido por un poder externo", critic¨® ayer el canciller Gerhard Schr?der.

Las presiones comunistas tambi¨¦n explican que el primer monumento en homenaje a la rebeli¨®n apenas fuera inaugurado en 1989 y que tomara otros 15 a?os para abrir, este fin de semana, un museo dedicado al levantamiento. Ubicado en una antigua y a¨²n hoy derruida nave industrial en el barrio de Wola -aquel en el que las fuerzas de la SS fusilaran a m¨¢s de 30.000 personas-, la muestra pretende llegar sobre todo a los j¨®venes. "Tambi¨¦n por ello hemos incluidos mucho material f¨ªlmico y algunos dispositivos interactivos", explica uno de sus responsables, Marcin Roszkowski.

La instalaci¨®n definitiva de la exposici¨®n a¨²n no se ha completado, pero es evidente que all¨ª se honrar¨¢ el "hero¨ªsmo" del levantamiento y que no se hablar¨¢ de la "tragedia" que tambi¨¦n supuso, en palabras del presidente polaco, Aleksander Kwasniewski. Quiere decir: ni una referencia a las muchas preguntas cr¨ªticas que se han planteado desde la capitulaci¨®n misma de la rebeli¨®n, el 2 de octubre de 1944. Porque aparte de heroica, esta gesta fue tambi¨¦n temeraria, como llegaron a sostener en su d¨ªa algunos l¨ªderes disidentes de la resistencia. Aunque superiores en n¨²mero, los 40.000 mal armados combatientes del Armia Krajova dif¨ªcilmente pod¨ªan vencer a unos 20.000 soldados alemanes. Era previsible, adem¨¢s, que la venganza nazi ser¨ªa terror¨ªfica.