Las drogas y la propagaci¨®n del sida: la agenda olvidada
El autor defiende un cambio en la pol¨ªtica global contra la drogadicci¨®n, porque cree que las medidas represivas en este terreno contribuyen al avance de los contagios de sida.
Entre los consumidores de drogas inyectables hay una tasa muy alta de transmisi¨®n del virus VIH/sida. El ¨²ltimo informe de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas sobre la lucha contra la Droga y el Delito en India demuestra, por ejemplo, que entre el 5% y el 10% de los casos de infecciones de VIH/sida son usuarios de drogas inyectables. Los consumidores de drogas pueden transmitir la enfermedad al resto de la comunidad por medio de relaciones sexuales, especialmente en ciertos pa¨ªses en desarrollo que a menudo carecen de educaci¨®n sobre el sida.
?Por qu¨¦, este mes, cuando el sida fue el centro de atenci¨®n durante la 15? Conferencia internacional sobre el sida en Bangkok, o¨ªmos tan poco sobre este aspecto de la crisis y de sus consecuencias para la propagaci¨®n de la epidemia? Durante la conferencia, el uso de drogas y su repercusi¨®n en la crisis mundial del VIH/sida apenas se mencion¨®.
La cuesti¨®n est¨¢ relacionada con la falta de consenso mundial respecto al uso il¨ªcito de drogas y el sistema actual de fiscalizaci¨®n internacional de drogas. Grandes cantidades de fondos p¨²blicos dirigidos a este fin se gastan en la ejecuci¨®n de leyes represivas en lugar de pol¨ªticas de salud que contribuyan a poner freno a la propagaci¨®n de esa terrible enfermedad.
Las pol¨ªticas de drogas basadas en la represi¨®n est¨¢n dificultando el progreso de la prevenci¨®n de la propagaci¨®n del sida. El enfoque de Guerra contra las drogas ha dominado la pol¨ªtica internacional al respecto durante los ¨²ltimos 40 a?os y ha afectado poco, o nada, la disminuci¨®n del uso de drogas. Las pol¨ªticas basadas en la asistencia m¨¦dica son m¨¢s rentables y contribuyen activamente a la lucha contra la propagaci¨®n del VIH/sida.
?Por qu¨¦ no se implantan dichas pol¨ªticas? Si sabemos c¨®mo podemos prevenir la propagaci¨®n del virus, ?por qu¨¦ no estamos haciendo todo lo posible por lograrlo? Tenemos el conocimiento cient¨ªfico necesario, como los programas de intercambio de jeringas y las terapias de sustituci¨®n de drogas, que previenen la propagaci¨®n de la enfermedad. Sin embargo, en la mayor¨ªa de los casos, estas pol¨ªticas no han sido puestas en marcha. ?Por qu¨¦, en 2004, m¨¢s de 20 a?os despu¨¦s del descubrimiento del virus y de sus v¨ªas de transmisi¨®n, los activistas tienen que seguir manifest¨¢ndose en apoyo de la distribuci¨®n de jeringas limpias, como lo hicieron en Bangkok, si desde hace a?os se sabe que dichos programas constituyen una manera eficaz y rentable de frenar la propagaci¨®n del virus VIH, y no incitan al consumo de drogas?
Mediante su inacci¨®n, los gobiernos y los pol¨ªticos en el mundo entero contribuyen a la crisis del sida perpetuando la epidemia y creando las circunstancias ideales para la propagaci¨®n del VIH y la hepatitis C. La salud de comunidades enteras est¨¢ sufriendo. Evitar que la reutilizaci¨®n de jeringas contaminadas por parte de los consumidores de drogas puede prevenir muchas nuevas infecciones. Tenemos que garantizar la oferta de una gama amplia de programas de prevenci¨®n, incluyendo el acceso a las necesidades para una inyecci¨®n est¨¦ril y la reducci¨®n de los da?os por el uso de drogas.
?C¨®mo podemos manifestar que hace falta m¨¢s dinero para el tratamiento del VIH/sida, cuando el mismo dinero que gastamos en las actuales pol¨ªticas represivas est¨¢ contribuyendo a aumentar el n¨²mero de personas infectadas? Los tratados de la ONU sobre control de drogas a¨²n no reconocen la estrategia de "la reducci¨®n de da?os" como una parte integral e imprescindible de la pol¨ªtica internacional al respecto. El Instituto Brit¨¢nico de Derecho Internacional y Comparado y El Consejo Senlis, un think tank internacional que se preocupa de la cuesti¨®n, han redactado un Cuarto Tratado Internacional que fomenta estas mismas pol¨ªticas. Constituye una base s¨®lida para un paso l¨®gico y necesario en la actitud internacional si queremos abordar el problema de VIH/sida en una manera eficaz y compasiva.
La implementaci¨®n de pol¨ªticas dirigidas por la ciencia -la prueba de que algo realmente funciona- ha sido una tradici¨®n importante de la Cruz Roja y la Media Luna Roja; porque nuestra motivaci¨®n es salvar vidas y reducir sufrimiento. No tenemos tiempo para involucrarnos en el tiroteo ideol¨®gico, y pensamos que la gente que necesita ayuda tampoco deber¨ªa hacerlo. Afortunadamente, las pruebas sobre lo que funciona para prevenir el VIH entre consumidores de drogas son extremadamente claras y f¨¢cilmente adquiribles.
Millones de personas est¨¢n muriendo innecesariamente de VIH/sida y tenemos que encontrar la manera de afrontar esta tragedia de una forma realista, compasiva y rentable. Las pol¨ªticas basadas en la salud funcionan y son menos costosas que las pol¨ªticas de represi¨®n. Seg¨²n el Ministerio de Asuntos Exteriores brit¨¢nico, cada libra gastada en el tratamiento de la drogadicci¨®n economiza tres en el sistema de justicia criminal. Hay que maximizar el uso de los fondos disponibles. Una nueva orientaci¨®n de la pol¨ªtica global sobre drogas ser¨ªa un paso importante para frenar la propagaci¨®n del virus del sida. El debate en Bangkok demuestra que, hoy por hoy, estamos muy lejos de reconocer esa realidad.
Massimo Barra es vicepresidente de la Federaci¨®n Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
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