Mala Rodr¨ªguez 'rapea' en San Francisco
El 'rap' espa?ol ya rima en la cuna del 'hip-hop'. La artista espa?ola debuta con ¨¦xito en Estados Unidos.
Me han dicho que Arnold Scharzenegger es el gobernador de ustedes, ?no?", solt¨® Mala Rodr¨ªguez con sonrisa p¨ªcara en pleno concierto. Varios j¨®venes que bailaban en primera fila respondieron con pitos al comentario burl¨®n. No es que el humor de la Mala se haya vuelto incomprensible para sus fans: los pitos eran para Terminator, que, efectivamente, es su gobernador. Y es que el pasado domingo, Mala Rodr¨ªguez, el principal icono del hip-hop espa?ol, actu¨® en San Francisco. Y su estreno en California no le fue nada mal.
La Mala m¨¢s sexy, que a ratos luc¨ªa un top casi tan sensual como la provocadora portada de su ¨²ltimo CD, Alevos¨ªa, hizo subir la temperatura del fr¨ªo verano de San Francisco. Acompa?ada en el escenario por Kultama y Jotamay¨²scula, la rapera repas¨® los principales temas de sus dos trabajos ante un p¨²blico entregado, que, ante la sorpresa de la sevillana, conoc¨ªa al dedillo muchas de sus letras y agitaba los brazos a la menor indicaci¨®n. "He visto a la gente muy animada; poco a poco hemos ido cogi¨¦ndoles y nos los hemos puesto en el bolsillo", explic¨® satisfecha. Parec¨ªa exhausta, pero a¨²n conservaba energ¨ªa como para seguir bailando tras el concierto en un nightclub de Valencia Street, en el coraz¨®n del barrio latino.
Se la escucha en las cadenas latinas, incluso en las m¨¢s comerciales, cuando las letras abordan problemas espinosos
Entre las cerca de 300 personas que casi llenaban el Slim's, el peque?o pero prestigioso club que acogi¨® el concierto, los latinos y los espa?oles residentes en San Francisco eran aplastante mayor¨ªa. El ingl¨¦s se escuchaba s¨®lo por casualidad, casi como una rareza. La Mala no lo utiliz¨® ni siquiera para decir hola o buenas noches. "?Anda!, ?No me he dado ni cuenta!", admiti¨® tras la actuaci¨®n. Pocos lo echaron de menos: qued¨® claro que los j¨®venes afroamericanos que deambulan por la ciudad rapeando colgados de su discman no conocen al icono del hip-hop espa?ol.
Como en toda regla, hay excepciones. Winston Bailey, afroamericano de 32 a?os que se presenta como DJ Wisdom, qued¨® enamorado. No conoce ni una palabra de castellano, pero no parec¨ªa importarle. Estaba encantado. Supo de Mala Rodriguez en 1999, antes de que ¨¦sta sacara su primer disco, Lujo Ib¨¦rico, cuando en un viaje por Alemania se top¨® con alguno de los singles que empezaban a circular en ambientes muy reducidos. Pero tuvo que esperar cinco a?os antes de disfrutarla en directo: "Es la primera vez que la veo, pero su directo es mejor que sus discos", afirm¨®.
DJ Wisdom no es el ¨²nico que contradice la cr¨ªtica, bastante com¨²n en Espa?a, de que los directos de la Mala no est¨¢n todav¨ªa a la altura de sus CD. Cris, un rapero de 27 a?os con ra¨ªces salvadore?as, no ocultaba su sorpresa: "Es mucho mejor de lo que esperaba: ?has visto c¨®mo levanta a la gente?", repet¨ªa sin perder el hilo del concierto. Su opini¨®n es autorizada: adem¨¢s de preparar el lanzamiento de su propio disco, Cris est¨¢ vinculado a una radio especializada que emite por Internet, en www.latinohiphopradio.com. "Definitivamente, tiene mucho futuro aqu¨ª con los latinos", opina.
Los latinos son, con mucha diferencia, la principal minor¨ªa de California y ya representan casi el 40% de la poblaci¨®n. Y Mala Rodr¨ªguez empieza a escucharse seguido en las cadenas latinas, incluso en las m¨¢s comerciales, a menudo recatadas cuando las letras abordan problemas sociales espinosos. "La Mala es una rareza; habla de drogas , pero ponen su m¨²sica en la radio comercial", explica, sorprendido, Miguel Guerrero, que trabaja en Pac¨ªfica Radio, con base en Berkeley. Antes del concierto, varias cadenas latinas le entrevistaron y LatinEyes TV le pregunt¨® por sus letras "rudas". "Yo disfruto escribiendo y a veces se me va la olla", contest¨® con timidez.
El concierto del domingo no es exactamente su primera incursi¨®n en Estados Unidos. Ya toc¨® en Nueva York hace un par de a?os, pero en un macroconcierto en la que s¨®lo era una m¨¢s. Y el pasado viernes se estren¨® en Los ?ngeles, pero en un diminuto club, acompa?ando a bandas underground. En San Francisco fue distinto: la Mala Rodr¨ªguez era la estrella de la noche y en el cartel que anunciaba su actuaci¨®n su nombre aparec¨ªa mucho m¨¢s grande que el de su telonero, el chicano David Rolas.
Fabiola, de 22 a?os, cantaba con tanto entusiasmo La ni?a que la Mala incluso le pas¨® un rato el micr¨®fono para que se explayara con la historia de esa ni?a que quer¨ªa joyas y ropa cara y que para conseguirlas ten¨ªa que vender drogas como su pap¨¢. Fabiola, mexicana de Guadalajara, deja entrever que ella misma es una de los miles de sin papeles que viven en Estados Unidos. "Me encanta la canci¨®n porque habla de una mujer que trata de salir adelante sola", explica, emocionada por el gesto de la Mala. Y a?ade: "Aqu¨ª est¨¢ todo muy dif¨ªcil, he tenido que trabajar de todo". Que la situaci¨®n no es f¨¢cil lo corroboran tambi¨¦n el nutrido grupo de espa?oles que han pagado los 15 d¨®lares de la entrada. Marta, de 35 a?os; Anna, de 30, y Laura, de 28, explican que trabajar es ahora m¨¢s dif¨ªcil que antes del 11 de septiembre, pero que no quer¨ªan perderse un concierto tan especial. "Nos gusta; representa muy bien su sentimiento", opina Anna. Han venido en grupo. Son una quincena y la mayor¨ªa catalanes, aunque entre ellos Jacob baila como el que m¨¢s. Tiene 23 a?os, es de Boston, y s¨®lo chapurrea el castellano, lo justo para decir que "el concierto es muy bueno, aunque cre¨ªa que ser¨ªa m¨¢s flamenco".
La primera incursi¨®n seria de la Mala en Estados Unidos acab¨® tras casi 90 minutos de descarga. No ser¨¢ la ¨²ltima. La semana que viene estar¨¢ de nuevo en Espa?a para seguir con los bolos de verano, aunque su gente ya est¨¢ moviendo sus contactos para regresar. "Volver¨¦", concluy¨® la Mala, con la vista puesta en San Diego y Chicago.
"Un paso muy importante para mi carrera"
"Para m¨ª, tocar aqu¨ª representa un peque?o paso, pero muy importante, en mi carrera", explic¨® la Mala Rodr¨ªguez a este peri¨®dico antes de subir al escenario. "S¨®lo el hecho de estar aqu¨ª ya significa que mi m¨²sica la conoce m¨¢s gente", a?adi¨®.
Y aqu¨ª, adem¨¢s, no es cualquier sitio. California es una de las capitales del hip-hop en la patria del hip-hop. La Mala, de 25 a?os, empez¨® a rapear hace m¨¢s de diez a?os, siendo a¨²n una ni?a, "con el sonido de Los ?ngeles", con el gangsta rap. "Aquello me volv¨ªa loca", evoca ahora. Descubri¨® a N.W. A. y sus canciones duras, como Express yourself y Fuck the police, y podr¨ªa decirse que all¨ª empez¨® todo. La adolescente Mar¨ªa, fascinada con los raperos californianos, es hoy la Mala Rodr¨ªguez: ha vendido m¨¢s de 50.000 discos de Lujo ib¨¦rico (2000), supera ya los 40.000 con Alevos¨ªa (2003) y acaba de debutar en California.
"No tengo la ambici¨®n de llenar estadios, s¨®lo de traer lo nuestro y divulgar mi mensaje", aclara antes de condensar en una frase la esencia de su filosof¨ªa, entre existencialista y hedonista: "S¨¦ independiente, haz lo que te d¨¦ la gana".
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