Lecturas, paseos y pesca para el primer veraneo presidencial

Zapatero es un hombre recio de Le¨®n que ama el Norte porque el calor le aplasta. El d¨ªa que estren¨® su veraneo en Menorca, el presidente se durmi¨® a medianoche leyendo un libro cr¨ªtico con Bush y escuchando la radio. Ayer despert¨® con el sol, a las seis de la madrugada -cuando duerme en La Moncloa lo hace a las 6.30-, abri¨® el sintonizador y le entr¨® como un ca?¨®n la COPE. Le daban ca?a, y a ¨¦l s¨®lo le gusta la ca?a con sedal y para pescar. Se pas¨® a la SER, donde hace a?os fue tertuliano hasta que Gemma Nierga le sustituy¨® por Rosa D¨ªez. Luego, junto a su mujer, Sonsoles, disfrut¨® del primer paseo por el puerto de Mah¨®n. Durante el mismo, saludaron a un grupo de turistas, posaron para la prensa y mantuvieron una charla informal con un grupo de periodistas.

El presidente cont¨® que el d¨ªa anterior sus hijas (fuera de los objetivos) le hab¨ªan regalado por su 44 cumplea?os unos dibujos por ordenador y su esposa unos mocasines de ante y una maleta. Sonsoles, activa soprano, sustituta en varios coros, ama a Bach y el mar del Sur. Aunque no le entusiasma navegar, un lla¨¹t (usar¨¢n uno blanco y no azul como el de Aznar) les acercar¨¢ a las playas solitarias. Dice que en La Moncloa ha hecho pocos y sencillos cambios de decoraci¨®n, m¨¢s bien quitar que poner. De cerca, de lado y con el pelo estirado en un peque?o mo?o, apenas maquillada y con dos grande aros de plata en sus l¨®bulos, Espinosa recuerda al perfil poderoso de los dracmas griegos. T¨ªmida, se sonroja cuando se le pregunta por sus gustos personales.

Zapatero se jact¨® de su talante y afirm¨® que no se enfada por econom¨ªa de esfuerzos porque despu¨¦s est¨¢ obligado a desenfadarse. El matrimonio no sale de cenas ni trasnocha, come frugalmente carne y verduras a la plancha, no les apetecen grandes guisos; el presidente, que no sabe cocinar, cuida la alimentaci¨®n de sus hijas y los contenidos de la televisi¨®n que ven, hasta los telediarios. Aunque est¨¢ en una isla, ZP dijo que no est¨¢ desconectado del todo pues recibe SMS en los que sus amigos le recomiendan, por ejemplo, el documental anti-Bush Fahrenheit 9/11 de Michael Moore, que a¨²n no ha visto. Pero no quiso pronunciarse sobre su favorito en las elecciones de EE UU. Cuando uno de los turistas que le salud¨® mencion¨® al Bar?a, el pol¨ªtico cul¨¦ augur¨® sin disimulos: "Este a?o s¨ª [la Liga], con los refuerzos brasile?os". Pasqual Maragall le ha propuesto una expedici¨®n de altura para capturar los atunes rojos. Algunos periodistas tienen otra captura pendiente: el coste del alquiler de la casa de Menorca. El l¨ªder del PSOE asegur¨® que dir¨¢ la cantidad que pagar¨¢ de su bolsillo. No se aleja de los 15.000 euros.