Bush defiende la alerta antiterrorista ante las cr¨ªticas de oportunismo electoral
La malos datos econ¨®micos llevan a la Casa Blanca a poner en primer plano la seguridad
El presidente Bush justific¨® ayer el refuerzo de la seguridad, cuestionado por los que ven intenci¨®n de explotaci¨®n electoral, y dijo que no estaba entre sus planes dirigir al pa¨ªs como comandante en jefe. "Atravesamos una ¨¦poca peligrosa. Me gustar¨ªa que no lo fuera, no tener que ser un presidente de guerra. ?Qui¨¦n demonios quiere ser un presidente de guerra? Yo no. Pero as¨ª han venido dadas las cosas". Las elecciones se juegan en la seguridad nacional y la econom¨ªa, y con datos de empleo tan flojos como los de ayer, la Casa Blanca pone el acento en la seguridad.
"Las amenazas que tenemos delante son reales. Y cuando averiguamos que existen datos que lo confirman y que eso supone una amenaza para los norteamericanos, creo que tenemos la obligaci¨®n de compartir la informaci¨®n con la gente". George W. Bush interrumpi¨® su gira por el centro del pa¨ªs para hablar en Washington ante una convenci¨®n de periodistas, a los que dijo: "Imaginen qu¨¦ ocurrir¨ªa si no comparti¨¦semos esa informaci¨®n con la gente que trabaja en esos edificios [las sedes del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional en Washington, las del Citigroup y la Bolsa en Nueva York y la del grupo Prudencial en Newark] y ocurriera cualquier cosa. ?Qu¨¦ escribir¨ªan ustedes, en ese caso? ?Qu¨¦ dir¨ªan?".
Hace seis d¨ªas, el Gobierno increment¨® el nivel de alerta al c¨®digo naranja, que equivale a elevado, y revel¨® que hab¨ªa amenazas espec¨ªficas relacionadas con esos edificios. La informaci¨®n proced¨ªa en parte de datos de hace tres y cuatro a?os, pero la Administraci¨®n asegur¨® que hab¨ªa otros muy recientes, que proced¨ªan de detenciones efectuadas en julio en Pakist¨¢n, que indicaban que las amenazas segu¨ªan en pie: "Hay m¨¢s de una pista, m¨¢s de una amenaza, y ¨¦sas son las razones que justificaron las decisiones tomadas", a?adi¨® el presidente, que volvi¨® por la tarde a seguir la campa?a en New Hampshire.
Bush tuvo ayer una p¨¦sima noticia con el empleo de julio, que s¨®lo cre¨® 32.000 puestos de trabajo. "Esta muestra de debilidad despu¨¦s de dos meses de creaci¨®n de empleo prueba que el mercado de trabajo no est¨¢ a¨²n en la senda de una recuperaci¨®n firme", en opini¨®n de Heather Boushey, analista del Centro de Investigaci¨®n Econ¨®mica y Pol¨ªtica. Si el empleo se mantiene as¨ª, Bush -que afirm¨® ayer que "el crecimiento econ¨®mico es fuerte y lo ser¨¢ a¨²n m¨¢s"- no tiene m¨¢s remedio que jugar a fondo la carta de la seguridad nacional.
En Washington, la vigilancia se mantiene reforzada en la Reserva Federal, el Departamento del Tesoro y las instituciones financieras internacionales. Al Capitolio no se puede aproximar ning¨²n veh¨ªculo sin autorizaci¨®n especial. En Nueva York se suavizaron ayer las restricciones que controlaban la entrada de camiones, pero no los puntos de control en diversos lugares. El problema se agudizar¨¢ dentro de tres semanas, cuando se celebre all¨ª la Convenci¨®n Republicana.
En cuanto a las reacciones sobre la alerta, los dem¨®cratas no se han atrevido a expresar en voz alta ning¨²n tipo de reserva, excepto Howard Dean, que no se juega nada y que fue el cr¨ªtico m¨¢s temprano de la pol¨ªtica antiterrorista del Gobierno. Dean expres¨® su preocupaci¨®n por el hecho de que "cada vez que ocurre algo que no es bueno para Bush, el presidente juega la misma carta, la del terrorismo. Y es imposible saber cu¨¢nto hay de real y cu¨¢nto de intenci¨®n pol¨ªtica".
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