Bagdad restablece la pena de muerte para asesinos, secuestradores y narcotraficantes

La pena de muerte volver¨¢ a estar vigente en Irak. Un d¨ªa despu¨¦s de que el Gobierno anunciara una amnist¨ªa para los rebeldes que no hayan estado implicados en la muerte de soldados de Estados Unidos, el Gobierno interino iraqu¨ª anunci¨® ayer que reinstaurar¨¢ la pena capital -suspendida por la Autoridad Provisional de la Coalici¨®n tras el derrocamiento del ex dictador Sadam Husein- para los delitos de asesinato, secuestro y tr¨¢fico de drogas. El ministro de Estado iraqu¨ª, Adnan al Janabi, enfatiz¨® que es una ley para afrontar la inseguridad reinante en el pa¨ªs.

Al Jabani asegur¨® que "no es una ley para Sadam Husein", lo que no impide que el ex dictador pueda ser ejecutado, tal y como desea gran parte de los iraqu¨ªes y de la clase pol¨ªtica.

El ministro de Estado, Adnan al Janabi, asegur¨®, en una conferencia de prensa en Bagdad, que la decisi¨®n "tiene que ver con la situaci¨®n de inseguridad que vive Irak" y agreg¨® que esta nueva ley "no es una puerta abierta para ejecutar a cualquiera o a la gente a la que no le gusta el Gobierno. No es una ley para Sadam Husein". Pero esto no significa que el gobernante que dirigi¨® Irak con pu?o de hierro durante casi un cuarto de siglo est¨¦ excluido de semejante condena.

Tanto Janabi como, parad¨®jicamente, el ministro de Derechos Humanos, Baktiar Amin, dijeron lamentar tener que aplicar de nuevo la pena de muerte, pero hicieron especial hincapi¨¦ en que la medida es "necesaria para luchar contra los militantes que desestabilizan el pa¨ªs con coches bomba, secuestros, sabotajes y otros tipos de violencia".

"La dura misi¨®n que afrontamos en este pa¨ªs es mantener la seguridad y la estabilidad, combatir el terror y el crimen organizado. Les aseguro que nadie en el Gobierno est¨¢ c¨®modo con la reinstauraci¨®n de la pena capital", afirm¨® Amin. Ambos ministros garantizaron que cuando la violencia generalizada desaparezca del pa¨ªs, la ley ser¨¢ revocada.

Poco despu¨¦s de la ca¨ªda del r¨¦gimen de Sadam Husein, el 9 de abril de 2003, el entonces administrador civil estadounidense de Irak, Jay Garner, decidi¨® suspender la aplicaci¨®n de la m¨¢xima condena.

Nadie en contra

Pero entre los miembros del Consejo de Gobierno, sustituido desde el 28 de junio por el Ejecutivo interino de Ayad Alaui, ninguno se mostr¨® abiertamente en contra de este castigo cuando en diciembre del a?o pasado se promulg¨® la norma que organiza el tribunal y fija las condenas, entre ellas la m¨¢xima pena, que podr¨¢n aplicarse en el juicio a Sadam Husein. Al contrario, todos los que se manifestaban lo hac¨ªan fervorosamente a favor de la aplicaci¨®n de la pena capital al s¨¢trapa depuesto.

La decisi¨®n de aplicar la pena de muerte en Irak provocar¨¢ las protestas de las organizaciones de derechos humanos y de la Uni¨®n Europea, que la rechazan sin ambages en cualquier supuesto. No es el caso de Estados Unidos, cuyo presidente, George W. Bush, dijo hace meses que Sadam Husein, acusado ya formalmente junto a otra decena de sus m¨¢s pr¨®ximos colaboradores de cr¨ªmenes contra la humanidad y genocidio, merece ser ejecutado.