El tren expreso

David da vueltas y recorre kil¨®metros y m¨¢s kilom¨¦tros. Es uno de los conductores de los trenecitos que diariamente recorren el recinto del F¨®rum para que los visitantes puedan conocer sus rincones sin necesidad de patearse el asfalto. Cada d¨ªa trabaja siete horas, "pero no da tiempo a aburrirte porque por aqu¨ª circula mucha gente y siempre pasan cosas".

David, que antes trabajaba en un taller de vidrio, lleva con "muy buen humor" su tarea a bordo del Fet Express II, uno de los cuatro trenes en circulaci¨®n. Bromea con las gu¨ªas que, a lo largo del paseo, explican todos y cada uno de los puntos de inter¨¦s del recinto, que los pasajeros atienden con relajado inter¨¦s. "La verdad es que desconecto de las explicaciones y pienso en mis historias, porque lo que se dice ya lo he o¨ªdo mil veces", reconoce David, que luce un brillante moreno F¨®rum tras tantos d¨ªas de paseo. Al caer la tarde agradece la brisa y la tranquilidad del pasaje que diligentemente ocupan los 56 asientos. "La verdad es que se comportan", concluye satisfecho.