Lorca y la deuda de los artistas gitanos
Francisco Su¨¢rez, patriarca de familia gitana y director esc¨¦nico, monta 'Romancero gitano', obra que nunca se hab¨ªa puesto en escena, para "saldar la gran deuda" con el poeta granadino que convirti¨® a los gitanos en h¨¦roes.
Era necesario que el Romancero gitano lo montara un gitano; yo, como gitano y como creador, ten¨ªa que hacerlo, y una vez estrenado me retiro, porque esto era lo que me quedaba por hacer". Quien habla as¨ª es el director esc¨¦nico Francisco Su¨¢rez, quien asegura que ha estado 25 a?os aprendiendo teatro con Shakespeare, Corneille, Esquilo, "con los m¨¢s grandes", para poder poner en escena el popular texto lorquiano, algo que nadie hab¨ªa hecho hasta ahora y menos a¨²n con todos los personajes gitanos interpretados por gitanos y los personajes de La Luna, La sombra de la Luna y Federico, por payos.
Romancero gitano, que se estrena ma?ana en el Teatro Espa?ol de Madrid y posteriormente recorrer¨¢ varias ciudades espa?olas, tiene dramaturgia esc¨¦nica de Su¨¢rez y Rub¨¦n Cano. "No es flamenco al uso ni est¨¢ pensado para divertir, Federico estar¨¢ sobre el escenario", asegura su director, quien no quiere ni o¨ªr hablar de fusi¨®n para definir su montaje: "Aqu¨ª todo es puro, la m¨²sica, la palabra, el baile, la voz, todo trufado con flamenco puro", y a?ade, "lo que hacemos es invocar a Federico desde el siglo XXI para que cuente la historia de los gitanos a trav¨¦s de este romance ¨¦pico-l¨ªrico que posee un conflicto dram¨¢tico de primer orden".
"El gitano es lo m¨¢s elevado, m¨¢s profundo, m¨¢s aristocr¨¢tico de mi pa¨ªs, y el que guarda el ascua, la sangre y el alfabeto de la verdad andaluza y universal"
Su¨¢rez ha escogido para intervenir en el espect¨¢culo a j¨®venes entre 22 y 25 a?os, incluido el grupo Cachapines, formado por sus dos hijos, su yerno y su sobrino, responsable de la m¨²sica: "Son chicos que est¨¢n en esa frontera generacional que espera tomar el testigo a otras primeras figuras como Canales o Cort¨¦s".
Son precisamente esos j¨®venes los que le han hecho dar un giro copernicano a su concepto de Romancero gitano que Su¨¢rez hab¨ªa perge?ado durante a?os: "Ten¨ªa en mente algo que fuera una protesta rotunda contra los payos malos, pero montando el espect¨¢culo vi que la protesta estaba en los pies de esos chicos, que con su baile interrogan: '?Pero se?ores, qu¨¦ hab¨¦is hecho con nosotros?', con lo cual mi met¨¢fora se quedaba en nada, porque ya la encarnan ellos", dice Su¨¢rez.
De estos j¨®venes artistas, todos ellos gitanos, Su¨¢rez afirma que no han conocido la persecuci¨®n, ni las muertes, ni los cr¨ªmenes: "Pero lo llevan en la sangre". Los chicos que participan en la obra pertenecen fundamentalmente a tres familias: los Su¨¢rez, los Maya y De los Reyes: "Ellos han hecho que ahora sea un espect¨¢culo m¨¢s vivo, m¨¢s hermoso, lo han llenado de un contenido que est¨¢ en el Romancero", dice Su¨¢rez.
El director, que ya es patriarca gitano de una saga proveniente de herreros y tratantes extreme?os, se inici¨® en los a?os setenta con el m¨ªtico grupo Goliardos, y posteriormente se form¨® con el inolvidable Fabi¨¢ Puigserver en el Instituto del Teatro de Barcelona y con el maestro Jos¨¦ Granero en la danza, adem¨¢s de recibir formaci¨®n en el alem¨¢n Berliner Ensemble de Brecht y la florentina La Botiglia de Vittorio Gassman.
Desde entonces no ha parado de montar autores cl¨¢sicos y contempor¨¢neos y dirigir espect¨¢culos de baile con los m¨¢s grandes int¨¦rpretes espa?oles del g¨¦nero. ?l cuenta en serio algo que puede sonar a broma: "Llevo en la mente este espect¨¢culo hace 25 a?os, y durante d¨¦cadas me he dicho: 'Tengo que aprender teatro para atreverme con esto'. Para ello he tenido que hacer mucho Shakespeare, mucho Corneille y patear mucho escenario, no hab¨ªa otra f¨®rmula para abordar esto que es muy grande".
El director califica el texto lorquiano de ¨²nico testimonio de una denuncia que, seg¨²n ¨¦l, nadie hab¨ªa hecho jam¨¢s: "Como dice Garc¨ªa Posada, esto es el Guernica gitano; se trata de un documento que se adelanta a todo el criminalismo del siglo XX y cuenta lo que va a pasar con las etnias". "Es el ¨²nico documento que existe a favor nuestro, denunciando el genocidio que se ha hecho con nosotros y la persecuci¨®n a la que se ha sometido a una etnia", asegura. "A nosotros s¨®lo se nos ha tenido en cuenta para hacer pragm¨¢ticas, leyes o normativas... s¨®lo Federico nos ha hecho protagonistas y h¨¦roes a los gitanos", a?ade Su¨¢rez, que recuerda que la Guardia Civil tambi¨¦n "enfil¨®" a Lorca a ra¨ªz de la publicaci¨®n de Romancero gitano y "fueron los que terminaron con su vida".
"Si somos serios", apunta Su¨¢rez, "hay que concluir que Lorca muri¨® por varias cosas, no s¨®lo por ser poeta o mariquita, tambi¨¦n por escribir un texto como el Romancero gitano", se?ala Su¨¢rez, que no saca a los picoletos, a los que ¨¦l llama jundunares, en la obra, tan s¨®lo los metaforiza con un gran tel¨®n de charol negro que aparece cada vez que muere un h¨¦roe lorquiano.
Lo que s¨ª se sabe hoy es que este texto tambi¨¦n le proporcion¨® disgustos personales al poeta granadino, como el que se llev¨® cuando su amigo Salvador Dal¨ª le escribi¨® una feroz carta tras leer el Romancero en la que afirmaba que era "un libro reaccionario, de espa?olismo barato y putrefacto", lo que hiri¨® profundamente al autor.
Romancero gitano tuvo un ¨¦xito rotundo cuando se public¨® en 1929. Fue el texto m¨¢s vendido de la feria del libro de su ¨¦poca. Ello llev¨® a que Lorca se sintiera inc¨®modo ante la imagen andalucista de poeta gitano, algo que tambi¨¦n rechaz¨® porque ¨¦l insist¨ªa en que su obra no era un folclorismo andalucista. ?l lleg¨® a decir del Romancero gitano: "Es mi obra m¨¢s popular, la que indudablemente tiene m¨¢s unidad y es donde mi rostro po¨¦tico aparece con personalidad propia, y lo llamo gitano porque el gitano es lo m¨¢s elevado, lo m¨¢s profundo, m¨¢s aristocr¨¢tico de mi pa¨ªs, lo m¨¢s representativo de su modo y el que guarda el ascua, la sangre y el alfabeto de la verdad andaluza y universal". El autor tambi¨¦n defend¨ªa que su texto estaba cercano a los movimientos de vanguardia y que hab¨ªa fragmentos que los hab¨ªa escrito siguiendo un impulso surrealista.
"Federico estaba al lado de los d¨¦biles, de las mujeres, de los negros, de los homosexuales, de los gitanos", dice Su¨¢rez, que lo primero que hizo cuando crey¨® que ya hab¨ªa llegado el momento de poner en escena el Romancero fue ir donde se dice que est¨¢ enterrado Lorca: "Me sent¨¦ ante la que se supone es su tumba y le dije: 'Oye, machote, me tienes que ayudar', y lo est¨¢ haciendo; inexplicablemente se me han abierto todas las puertas, me han dado todo el dinero que necesitaba y Mario Gas me ha abierto las puertas del Espa?ol. Y lo mejor de todo, y eso s¨ª que es Federico, a la hora de la puesta en escena no me acord¨¦ ni de Stanivslaski, ni de Meyerhold, ni de Arthur Miller; se me olvid¨® todo, pero la m¨²sica y la poes¨ªa de Federico est¨¢n ah¨ª, llen¨¢ndolo todo y dejando que esto haya crecido desde el deseo de devolverle el favor a Federico, no desde el rencor o la venganza, sino desde la alegr¨ªa, la alegr¨ªa de haber triunfado sobre la vida porque estamos vivos, aunque han intentado aniquilarnos".
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