'The Washington Post' critica su cobertura de la guerra de Irak
The Washington Post, el diario de la capital estadounidense que jug¨® un papel decisivo en el caso Watergate que llev¨® a la dimisi¨®n del presidente Nixon, public¨® ayer un largo art¨ªculo de su especialista en medios de comunicaci¨®n, Howard Kurtz, en el que se revisa la cobertura del peri¨®dico en la fase previa a la guerra de Irak. El art¨ªculo arranca en portada con el titular El 'Post' y las armas de destrucci¨®n masiva: una historia interna.
Kurtz concluye que los art¨ªculos que recog¨ªan las posiciones del Gobierno sobre Irak tuvieron m¨¢s visibilidad que los que las cuestionaban. "Un examen de la cobertura y entrevistas con m¨¢s de una docena de responsables y reporteros demuestran que el Post public¨® varios art¨ªculos que desafiaban a la Casa Blanca, pero raramente en portada". El resultado "fue una cobertura que, pese a destellos de excelente reporterismo, en retrospectiva parece a veces llamativamente parcial".
El director del Post, Leonard Downie Jr., cree que ahora queda claro que "est¨¢bamos tan concentrados en averiguar lo que el Gobierno hac¨ªa que no dimos un espacio similar a la gente que dec¨ªa que ir a la guerra no era buena idea y que cuestionaban los argumentos de la Administraci¨®n. El n¨²mero de art¨ªculos que s¨ª lo hac¨ªan no se asomaron lo suficiente a la portada. Fue un error m¨ªo". Downie no comparte la opini¨®n de los que dicen que los medios "deber¨ªan haber hecho una cruzada contra la guerra. Tienen la equivocada impresi¨®n de que con diferente cobertura no habr¨ªa habido guerra".
Los arsenales de Sadam
El texto menciona al veterano reportero Walter Pincus, que escribi¨® d¨ªas antes de la guerra un art¨ªculo en el que se cuestionaba que el Gobierno tuviera pruebas de los arsenales de Sadam Husein. El trabajo hall¨® resistencias en la direcci¨®n del diario. Bob Woodward, adjunto a la direcci¨®n, apoy¨® el texto de Pincus, que se public¨®, pero en la p¨¢gina 17. "Me culpo por no haber presionado m¨¢s", dice Woodward. "Deber¨ªamos haber advertido a los lectores de que ten¨ªamos informaci¨®n que indicaba que la base [de los argumentos del Gobierno] no era tan firme". Entre agosto del 2002 y el 19 de marzo del 2003, el Post public¨® m¨¢s de 140 art¨ªculos arrancando en primera p¨¢gina "que se concentraban notablemente en la ret¨®rica de la Administraci¨®n contra Irak", escribe Kurtz.
El pasado 26 de mayo, The New York Times autocritic¨® (en p¨¢ginas interiores, con el refuerzo posterior de un art¨ªculo del Defensor del Lector) su propia cobertura de la guerra, reconociendo haber detectado elementos "que no fueron tan rigurosos como deber¨ªan haber sido". El Times lo atribuy¨® a la desinformaci¨®n proporcionada por exiliados iraqu¨ªes y a que la ansiedad de exclusivas hab¨ªa sacrificado los criterios que el diario debe aplicar.
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