Catalu?a, 2; Restospanya, 1

Un cabezazo de Montilla dio la victoria al equipo de Catalu?a sobre el de Restospanya, y dej¨® una brecha de tres cent¨ªmetros en el cuero cabelludo de Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra. Menudo es Montilla dando cabezazos.

-Me ten¨ªa harto -coment¨® el ministro de Industria, escupiendo sobre la hierba del campo.

-?En cuanto me recupere te parto tres metacarpios! -iba gritando Ibarra, sangrando como un bendito, camino del hospital. Espa?a ya no es lo que era. Hace veinte a?os, Jos¨¦ Antonio Camacho, con una herida parecida, se vend¨® la cabeza y regres¨® al campo a comerse al rival. Hoy, incluso Ibarrra se arruga. As¨ª es la Espa?a plural: mestiza y blanda.

Lo confieso: me ha fastidiado que ganara Catalu?a. Y eso que yo he jugado medio tiempo con cada equipo. En la primera mitad, me he alineado con los catalanes. Ha sido cuando Restospanya ha marcado su gol, un bello tanto de Trini, aunque Bono, reci¨¦n llegado para la ocasi¨®n, se ha puesto la medalla: "La asistencia ha sido fabulosa", ha declarado, d¨¢ndose la curiosa circunstancia de que no hab¨ªa periodistas ni micr¨®fonos, de manera que lo ha declarado al viento, am¨¦n que la asistencia no hab¨ªa sido obra suya. Pasqual se ha enfadado con el gol y se ha ido a inaugurar otra idea genial.

-?Pasqual, eres insoportable! -ha gritado Montilla, citando a Borges. En este mes de agosto, Montilla se est¨¢ soltando la melena, con perd¨®n.

-Pasqual ser¨¢ lo que sea, pero Trini estaba en fuera de juego -ha comentado Chac¨®n.

-?Por aqu¨ª!

-Perdona, pero acabas de perder todo el glamour, Trini, perdona que te lo diga, con ese gesto. Es superfuerte lo que estamos viviendo. A este paso, Jos¨¦ Luis tendr¨¢ que cambiar el Gobierno, quitar a todos y ponerme a m¨ª.

Al margen de enfados puntuales, creo que Pasqual anda algo preocupado. Le parece que algunos tratan de desacreditarle desde dentro del partido.

-Pero qu¨¦ cosas tienes, Pasqual -le transmito con dulzura -. ?T¨² crees que alguien se tomar¨ªa el trabajo de desacreditarte, con lo que t¨² te desacreditas solo cuando quieres?

-Oye, Jos¨¦ Luis, que estoy en las nubes, pero no tanto.

-Si te lo digo como argumento intelectual.

-Ah, bueno, como argumento intelectual, vale.

-?Venga, Pasqual, vamos al campo! El primer tiempo lo juego contigo, y el castillo de Montju?c, pa ti.

-??se ya me lo diste!

-Pues otro que haya.

Mi primer tiempo no ha sido bueno y, aunque confiaba en recuperarme, ha sido cambiarme de bando y empezar a encajar goles Restospanya, pesando tambi¨¦n en la derrota que, a causa de las reglas establecidas por Pasqual, Restospanya no pod¨ªa contar con vascos, ni con gallegos, ni con andaluces, porque no son esencialmente Espa?a. Tampoco con aragoneses, valencianos ni baleares, puesto que hay conflicto de territorialidad, etc¨¦tera. Qu¨¦ dir¨ªan nuestros intelectuales del 98, qu¨¦ hubiera dicho Mar¨ªa Zambrano, qu¨¦ Ortega ante tal situaci¨®n. Pues que Restospanya tendr¨ªa que haber jugado con extremos puros, tres centrocampistas y tres centrales vers¨¢tiles. Lo que dice Cruyff, y cualquiera con dos dedos de frente. Pero cada espa?ol tiene una idea de Espa?a, y as¨ª no hay manera.