400 paquistan¨ªes celebran su fiesta nacional en la Rambla del Raval

La comunidad paquistan¨ª celebr¨® ayer el aniversario de la independencia de su pa¨ªs en la Rambla del Raval de Barcelona, que por segundo a?o consecutivo acogi¨® los actos festivos, nacionalistas y religiosos con que los ciudadanos de aquel pa¨ªs recuerdan la partida de los brit¨¢nicos el 14 de agosto de 1947.

En la parte baja de la Rambla, sobre un peque?o escenario del que colgaba una gran senyera flanqueada por banderas paquistan¨ªes, se sucedieron a media tarde los cantos m¨ªsticos y religiosos en urd¨² -la lengua nacional- que los 400 paquistan¨ªes congregados remataban con v¨ªtores al islam. Otras arengas tuvieron un matiz m¨¢s nacionalista, con recuerdos al proceso de independencia. Tambi¨¦n se record¨® la importancia de no debilitar los hilos que unen a la comunidad paquistan¨ª en Catalu?a, donde se calcula que viven 25.000 ciudadanos de esta nacionalidad, 8.000 de ellos sin papeles.

En estos fuertes v¨ªnculos descansa el crecimiento demogr¨¢fico de paquistan¨ªes en Barcelona, como explica Cheema, que lleg¨® hace tres a?os. "En mi pa¨ªs, casi todos tenemos alg¨²n conocido o amigo que est¨¢ aqu¨ª".

Acabados los parlamentos, una veintena de ni?os cantaron el himno nacional vestidos con trajes tradicionales. Asma, una ni?a de 10 a?os que ha vivido los dos ¨²ltimos en Barcelona, echa de menos el colorido de las vestimentas de su pa¨ªs y asegura que ni siquiera en agosto siente calor con su conjunto de shalvvar (falda larga), camisa y pa?uelo que le destapa s¨®lo la cara. Tambi¨¦n afirma que en su pa¨ªs le "preocupaba la guerra".

Huir de la tensi¨®n geopol¨ªtica con la vecina India es una de las motivaciones que empuja a muchos paquistan¨ªes a dejar su pa¨ªs. Cheema escap¨® de la dictadura militar de Pervez Musharraf, que en los ¨²ltimos a?os ha iniciado un proceso democratizador que, en su opini¨®n, "hace imposible ahora la guerra". A su juicio, la distancia convierte en cordiales las relaciones indopaquistan¨ªes en Catalu?a.

A ¨²ltima hora de la tarde, la organizaci¨®n reparti¨® 1.000 cajas con dulces t¨ªpicos, pollo y refrescos norteamericanos. El Ayuntamiento prest¨® el escenario, las sillas y los altavoces. Las asociaciones paquistan¨ªes sufragaron los costes de la fiesta. Por toda la Rambla del Raval, donde los comercios propiedad de ciudadanos paquistan¨ªes son inmensa mayor¨ªa, colgaba publicidad de restaurantes.