Ch¨¢vez, en su hora decisiva
La activista mulata Alcida Noel idolatra a Hugo Ch¨¢vez muy cerca de una pintada callejera que ofrece al presidente venezolano la solidaridad del bruto: "?Aqu¨ª sobran cojones para defender la Constituci¨®n!". Alcida ejerce el apostolado oficialista en Petare, cerca de Caracas. Tiene 38 a?os, abundante car¨¢cter y una ciruela entre sus labios bembones. "?Uh, Ah, Ch¨¢vez no se va!". La beldad saborea la fruta del tr¨®pico y una vehemente profesi¨®n de fe pol¨ªtica: "Nunca hubo un Gobierno como el suyo. Ya gan¨® el refer¨¦ndum. Los pobres est¨¢bamos dormidos y Hugo nos despert¨® y nos atendi¨®. Lo amamos". "Parece usted muy apasionada, ?no?". "Correcto, joven".
El ex presidente Carlos Andr¨¦s P¨¦rez, de 81 a?os, tambi¨¦n es un hombre arrebatado. La indulgencia atribuye a la embolia cerebral del pasado a?o y a un aborrecimiento ciego e insuperable su invitaci¨®n al barbarismo para tumbar al izquierdista Ch¨¢vez, de 50 a?os, cuya presidencia afronta hoy un in¨¦dito refer¨¦ndum revocatorio. "Yo estoy trabajando para sacarlo. No estoy metido en ning¨²n complot para matarlo. Es demasiado para ¨¦l. Debe morir como un perro. Lo merece, con el perd¨®n de esos nobles animales", afirm¨® P¨¦rez al diario opositor El Nacional, el pasado 25 de julio, desde su convalecencia en Miami. "La v¨ªa violenta permitir¨¢ sacarlo. Es la ¨²nica que tenemos".
"Los pobres est¨¢bamos dormidos y Hugo nos despert¨® y nos atendi¨®. Lo amamos", dice la activista mulata Alcida Noel
"No estoy metido en ning¨²n complot para matarlo. Es demasiado para ¨¦l. Debe morir como un perro", declar¨® el ex presidente Carlos Andr¨¦s P¨¦rez
La oposici¨®n, clamando que Ch¨¢vez intenta implantar en Venezuela un totalitarismo disfrazado de democracia, lo intent¨® todo desde el a?o 2001
La asistencia directa, canalizada a trav¨¦s de redes ajenas al Estado, revirti¨® la tendencia de las encuestas que hasta entonces eran contrarias a Ch¨¢vez
El 4 de febrero del a?o 1992, el entonces teniente coronel Hugo Ch¨¢vez Fr¨ªas la emple¨® durante el fallido cuartelazo contra el segundo y neoliberal Gobierno de Carlos Andr¨¦s P¨¦rez (1974-1979, 1989-1993), desgastado por una crisis econ¨®mica que oblig¨® a radicales ajustes. La popularidad de aquella asonada habr¨ªa de entronizar el triunfo del jefe de paracaidistas en las generales del 6 de diciembre de 1998: aplast¨® con el 56,6% de los votos al empresario Enrique Salas, candidato del conservador grupo Proyecto Venezuela y apoyado entonces por los partidos Acci¨®n Democr¨¢tica (AD), socialdem¨®crata, al que pertenec¨ªa P¨¦rez, y COPEI, democristiano. Casi quedaron barridos.
Modelo agotado
Las dos formaciones hab¨ªan compartido el poder y el progresivo agotamiento del modelo rentista durante los cuatro decenios posteriores al derrocamiento de la dictadura de Marcos P¨¦rez Jim¨¦nez (1952-1958). El odio a Ch¨¢vez y a sus pol¨ªticas facilit¨® su renacimiento. Ahora conviven en la oposici¨®n, en la Coordinadora Democr¨¢tica (CD), constituida en el a?o 2001 por 20 partidos pol¨ªticos y otras tantas organizaciones ciudadanas. "Todo el mundo sabe que con Hugo Ch¨¢vez como presidente no va a haber inversiones, los ¨ªndices de criminalidad van a subir y el pa¨ªs no va a unirse", advierte Diego Bautista Urbaneja, uno de los redactores del proyecto opositor Consenso Pa¨ªs.
Carlos Andr¨¦s P¨¦rez y quienes a¨²n sue?an con el magnicidio del gallo bolivariano niegan a la consulta ciudadana de hoy, incluso si la ganaran, capacidad para solucionar los problemas nacionales. Exigen la desaparici¨®n de todas las instituciones chavistas porque, en su opini¨®n, destruyeron los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, redactaron una Constituci¨®n a la medida e hicieron trizas la econom¨ªa. Castigado por el ruido pol¨ªtico, las algaradas, los paros y las torpezas, el PIB nacional se contrajo un 8,9% en el a?o 2002 y un 9,4% en el siguiente. El encarecimiento del crudo permiti¨® mayores ingresos y la multiplicaci¨®n del gasto p¨²blico en el quinto pa¨ªs productor de petr¨®leo del mundo. La econom¨ªa creci¨® un 29,8% durante el primer trimestre del ejercicio en curso.
Pol¨ªticamente, el pa¨ªs contin¨²a chusco y enconado. El levantisco ex presidente P¨¦rez propuso la clausura de la Asamblea Nacional y el Tribunal Supremo y un periodo de transici¨®n para "sentar la bases de un Estado de derecho". La oposici¨®n, clamando que Ch¨¢vez intenta implantar en Venezuela un totalitarismo disfrazado de democracia, lo intent¨® todo desde el a?o 2001: huelgas generales al grito de "?fuera el loco!", maquinaciones en los cuartos de banderas, y diarias manifestaciones contra el golpe de abril del a?o 2002. Imposible. El Ej¨¦rcito, o al menos los generales al mando, est¨¢n con Ch¨¢vez. Los jefes y oficiales sublevados fueron pocos e ignorados por sus compa?eros de armas.
El frente antigubernamental regres¨® al carril establecido en la Constituci¨®n de 1999 para revocar el mandato presidencial: debe votar al menos el 25% de los 13.823.444 electores, y la oposici¨®n, sumar m¨¢s de 3.757.763 apoyos, los obtenidos por Ch¨¢vez en las generales de julio del a?o 2000. Pero si los partidarios de la ratificaci¨®n presidencial superan ese n¨²mero, el comandante se queda hasta el 10 de enero del a?o 2007. Hugo Far¨ªa, profesor del Instituto de Estudios Superiores de Administraci¨®n (IESA), atribuye la popularidad de mandatario, en torno al 35%, al aumento de los precios petroleros en el mercado mundial y al mayor margen de gasto del Ejecutivo.
"Es inconcebible, con la elevada inflaci¨®n existente, el aumento de la pobreza, el deterioro macroec¨®mico y el desastroso gobierno", seg¨²n el economista. No lo es tanto de tenerse en cuenta un dato fundamental: la crisis castig¨® fundamentalmente a la clase media y alta, opositora en bloque y en torno al 20% de los 25 millones de nacionales, pero mucho menos a la legi¨®n de compatriotas sin apenas patrimonio o en la pobreza, cerca del 80%, que es socorrido por el paternalismo del Estado. La concejala Isabel Rada, soci¨®loga, teniente de alcalde del Petare por el gubernamental Movimiento Quinta Rep¨²blica (MVR), canta victoria al explicar las razones de una popularidad todav¨ªa importante: el pueblo mendicante recibe viviendas, comida, salud y escolaridad como nunca y acudir¨¢ masivamente a las urnas para cerrar el paso a la oposici¨®n que s¨®lo ofrece gresca interna y humo.
"El presidente ha cumplido su promesa de redistribuir la riqueza nacional, y los despose¨ªdos lo est¨¢n comprobando", subraya en su despacho de la alcald¨ªa. Los retratos del libertador Sim¨®n Bol¨ªvar (1783-1830), del ¨¦mulo Hugo Ch¨¢vez y del guerrillero argentino-cubano Ernesto Che Guevara (1928-1967) presiden la estancia. "Durante los 40 a?os del bipartidismo de AD y COPEI, los ricos de este pa¨ªs y los pol¨ªticos corruptos se repart¨ªan ministerios y bot¨ªn. Pero lleg¨® el bachaco, el negro, como desde la oposici¨®n llaman despectivamente al presidente, y todo eso se acab¨®", celebra la mun¨ªcipe. "El pueblo sabe ahora que el dinero del petr¨®leo les est¨¢ llegando. Yo soy clase media y nunca he vivido en los cerros, pero he trabajado toda mi vida en ellos y la gente agradece la ayuda oficial y la entrega de los m¨¦dicos cubanos. ?Ha ido usted a los cerros?".
Buena parte del electorado chavista es indigente y habita en las faldas del cintur¨®n monta?oso de Caracas y de otras ciudades, a las que conviene subir acompa?ado por gente conocida o de confianza porque el hampa suele desplumar a los aventureros en solitario. Mar¨ªa Justo, de 48 a?os, madre de dos hijos en la oposici¨®n, alfabetizada con los pol¨¦micos planes oficiales, ofrece sus servicios de gu¨ªa hacia la barriada El Winche, en los arrabales de la capital venezolana. El recorrido es tranquilo. Mar¨ªa se?ala algunas chabolas transformadas en casitas, consultorios vecinales, escuelas, mercados de art¨ªculos de primera necesidad a mitad de precio y farmacias populares. "Todo esto son las misiones, y por eso es que el presidente va a ganar el refer¨¦ndum".
Primeros auxilios
Desde hace aproximadamente un a?o, cuando Ch¨¢vez y su equipo atisbaron la probabilidad de que la oposici¨®n recogiera los 2,4 millones de firmas requeridos para convocarlo, organizaron a las bases militantes en unidades de batalla electoral, que viajaron hacia la geograf¨ªa de la miseria con la mochila llena de primeros auxilios. El gasto p¨²blico en obras sociales sobrepas¨® casi un 100% el del a?o 2002. M¨¢s de 3.000 millones de d¨®lares procedentes de la estatal Petr¨®leos de Venezuela (PVDSA) financian diez misiones: Barrio Adentro (m¨¦dicos cubanos), Robinson, Ribas y Sucre (alfabetizaci¨®n, primaria, secundaria y superior para excluidos), Mercal (alimentos con el 50% de descuento), Zamora (tierras para campesinos), Piar (poblaciones mineras), Miranda (reserva militar), Guaicaipuro (ind¨ªgenas) y Vuelvan Caras (empleo productivo).
Los contactos establecidos durante su implementaci¨®n sirvieron para censar a nuevos votantes, casi todos procedentes de los barrios pobres. El padr¨®n electoral pas¨® de diez millones de personas en el a?o 2000 a cerca de catorce millones: cuatro millones de nuevos votantes, buena parte j¨®venes que alcanzaron la edad legal para emitir el sufragio, pero tambi¨¦n adultos descre¨ªdos. "El Gobierno, aprovechando las relaciones con la gente durante el desarrollo de las misiones, cens¨® a un mont¨®n de gente", se?ala un observador extranjero con m¨¢s veinte a?os de residencia en Venezuela. "La clase media se cens¨® hace rato porque tiene mayor conciencia pol¨ªtica, pero muchos habitantes de las barriadas ni se molestaban. Ahora han sido censados y probablemente votar¨¢n por Ch¨¢vez. En mi opini¨®n, ganar¨¢ el refer¨¦ndum c¨®modamente".
La asistencia directa, canalizada a trav¨¦s de redes ajenas a la estructura tradicional del Estado, revirti¨® la tendencia de las encuestas, hasta hace pocos meses contrarias a la permanencia de Ch¨¢vez en la presidencia. Con el petr¨®leo a 40 d¨®lares el barril, el doble de lo presupuestado por el Gobierno para este a?o, el chorro de dinero fluy¨® sin interrupci¨®n y la disciplina fiscal qued¨® para m¨¢s adelante. "Contra ese despliegue de populismo, ?qu¨¦ podemos hacer?". Temo que podamos perder el refer¨¦ndum, admite un alto ejecutivo del Grupo Cisneros.
Margarita Alcides, de 53 a?os, planchadora, estudiante de bachillerato en una de las aulas de un instituto de formaci¨®n profesional, intentar¨¢ que as¨ª sea: "Me cas¨¦ muy joven. Tuve hijos y no pude estudiar. Ahora lo hago. Trabajo hasta las cinco de la tarde y despu¨¦s vengo a clase. Votar¨¦ por Ch¨¢vez". La Misi¨®n Robinson alfabetiz¨® a m¨¢s de un mill¨®n de personas en menos de un a?o, seg¨²n datos oficiales, la Misi¨®n Mercal vendi¨® comida barata a 7,9 millones, la Ribas permiti¨® que 400.000 adultos terminaran el bachillerato, y la Sucre, que 100.000 cursen un a?o preuniversitario.
"Los planes educativos son un enga?o porque no est¨¢n integrados en el sistema nacional", protesta Carmen N¨²?ez, situada en la clase media caraque?a. "S¨®lo las universidades bolivarianas admiten a los alumnos de la Misi¨®n Sucre. Todo esto son parches electoralistas que no resuelven los problemas estructurales del pa¨ªs". Tampoco la venta de harina, trigo, aceite, mantequilla o leche a precios m¨¢s baratos que los comercios privados resuelve las carencias productivas de Venezuela, obligada a importaciones masivas de alimentos, pero es bienvenida. "?ste es un mercado protegido. Las autoridades del Programa de Alimentos (Proal) expiden un carn¨¦ a las personas necesitadas. Lo presentan aqu¨ª y nosotros descontamos hasta el 50% de los productos", informa Wilfredo Jim¨¦nez, encargado del mercado de alimentos de El Winche, inaugurado en diciembre del pasado a?o. El almac¨¦n atiende adem¨¢s 25 comedores populares, cuyos comensales son indigentes o familias sin apenas recursos.
El Gobierno no dio puntada sin hilo. "Si gana el s¨ª (a la salida de Ch¨¢vez de la presidencia), te quitan las misiones. Desaparece Barrio Adentro. Acaban con Mercal. Muere la Misi¨®n Ribas. Eliminan la Misi¨®n Vuelvan Caras", proclaman las cu?as radiales y la megafon¨ªa de los toldos oficialistas. Y los paquetes y bolsas de espaguetis, frijoles o harinas vendidos a precios pol¨ªticos recogen en sus envases arengas de trinchera: "Cuando el pueblo lo necesita, el Gobierno revolucionario responde". Los pobres siempre necesitan ayuda, pero los economistas temen que el derroche para derrotar a la oposici¨®n pase factura. De momento, los bancos, entre ellos el BBVA y el BSCH, cobran las suyas a dobl¨®n.
A pesar de la dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica venezolana, la banca obtuvo unas ganancias netas de 769 millones de d¨®lares durante el primer semestre de este a?o, un 52% m¨¢s que en el mismo periodo de 2003, seg¨²n un estudio de Softline Consultores. Los beneficios proceden de las cuantiosas emisiones de t¨ªtulos de deuda p¨²blica por el Gobierno para financiar parte de su d¨¦ficit fiscal y de las colocaciones de papeles del Banco Central de Venezuela (BCV) para retirar los excesos de dinero generados por el creciente gasto p¨²blico y el incremento de los cr¨¦ditos. Pese a los ingresos petroleros, 46.000 millones de d¨®lares este a?o, aproximadamente 6.000 m¨¢s de los previstos, la fuga de capitales prosigui¨®, la iniciativa privada no levanta cabeza y desaparecieron 6.000 comercios y peque?as o medianas empresas desde el a?o 2000, seg¨²n Fedec¨¢maras, el principal sindicato patronal, miembro de la agrupaci¨®n opositora.
Ex guerrillero octogenario
Para el dirigente antigubernamental Pompeyo M¨¢rquez, octogenario ex guerrillero, la crisis nacional responde fundamentalmente a "la diatriba de Ch¨¢vez contra cualquier voz disidente: la Iglesia cat¨®lica, los empresarios, la prensa y los sindicatos". Se quejan porque perdieron privilegios, responde el Gobierno. El encono ciudadano no ceja, la inflaci¨®n llegar¨¢ al 26%, un punto menos que en el a?o 2003, y el paro abierto trep¨® hasta casi el 20% en el a?o 2003, con tendencia a la baja. Cerca de la mitad de los 12 millones de venezolanos laboralmente activos sigue en la econom¨ªa informal. Gane o pierda Ch¨¢vez, Venezuela necesita de un pacto nacional contra la pugnacidad y la enajenaci¨®n de los desesperados. "?Tenemos que echar plomo, violencia, muerto! ?No s¨¦ qu¨¦ mierda! ?Tenemos que buscar un poco de muertos, co?o!", clamaba un destacado periodista de la televisi¨®n privada opositora durante una conversaci¨®n con su madre el pasado a?o, filtrada a la prensa. La pugnacidad ya hizo estragos y se col¨® hace cuatro a?os en las telenovelas, en las familias, en la entra?a de un pa¨ªs dividido en trinchera, pendiente de un refer¨¦ndum que puede arreglar las cosas o agravarlas.
Un ej¨¦rcito de m¨¦dicos cubanos en los cerros
EL M?DICO CUBANO al frente de uno de los cinco consultorios de la barriada El Winche, en uno de los cerros m¨¢s pobres de Caracas, sutura una herida cortante en la mu?eca del venezolano Pedro Garc¨ªa, de 30 a?os. Declina efectuar declaraciones. No est¨¢ autorizado, se disculpa. El paciente s¨ª las hace. "Para cualquier emergencia, uno viene a cualquier hora del d¨ªa y consigue el m¨¦dico. Hace poco se me enferm¨® el ni?o, y mi mujer vino a las dos de la ma?ana", dice. "Si no hubieran estado ellos aqu¨ª no s¨¦ d¨®nde hubiera llevado al ni?o porque a esa hora uno no consigue carro [coche], ni nada".
Cuba ha desplazado a Venezuela un verdadero ej¨¦rcito de m¨¦dicos: un total de 13.084, desplegados por todo el pa¨ªs hace meses, que han atendido a millones de nacionales sin recursos para ser curados en consultas privadas o alejados de los hospitales p¨²blicos. Desarrollan la Misi¨®n Barrios Adentro, en virtud de la complicidad pol¨ªtica y un convenio con el Gobierno de Hugo Ch¨¢vez, que admira a Fidel Castro. Venezuela proporciona a Cuba un tercio del petr¨®leo que consume, unos 53.000 barriles diarios, en condiciones ventajosas, y la isla env¨ªa a Venezuela ayuda humanitaria y profesional. El hermano mayor del presidente, Ad¨¢n Ch¨¢vez Fr¨ªas, es embajador en La Habana. Cuba se juega mucho en el refer¨¦ndum de hoy.
La oposici¨®n agrega que adem¨¢s de los m¨¦dicos y m¨¢s de 5.000 entrenadores deportivos, los servicios de inteligencia cubanos tienen "una importante y perniciosa" presencia en la supuesta preparaci¨®n del castrocomunismo en Venezuela. "Tonter¨ªas", se?alan fuentes oficiales. "Claro que hay intercambios de informaci¨®n, pero que nos digan en qu¨¦ se parece el sistema pol¨ªtico cubano al venezolano despu¨¦s de cinco a?os de gobierno de Ch¨¢vez". Lo cierto es que vecinos de las barriadas agradecen la cercan¨ªa de los m¨¦dicos cubanos. "Viven con nosotros y han salvado vidas", subraya un vecino.
Algunos trabajan en precarias viviendas habilitadas como consultorios, casi chabolas algunas, pero la mayor¨ªa de los dispensarios o peque?as cl¨ªnicas quedaron abiertas en casitas de dos plantas, remozadas o de nueva construcci¨®n. "Lo m¨¢s frecuente son las afecciones respiratorias", dice Catalina, una joven de 25 a?os que cumpli¨® misiones de este car¨¢cter en ?frica. "Vivo en el segundo piso y de vez en cuando me acerco a Caracas". Junto a la camilla de auscultaci¨®n, una fotograf¨ªa de Fidel Castro y Hugo Ch¨¢vez juntos, "unidos por la soberan¨ªa nacional y contra el imperialismo".
"?Por qu¨¦ se tienen que hacer un Barrio Adentro con m¨¦dicos cubanos? Porque los venezolanos no funcionan para eso en su gran mayor¨ªa", explic¨® Samuel Moncada, uno de los organizadores del programa. Otras fuentes subrayan que nadie pod¨ªa garantizar su seguridad en barrios tan peligrosos, pero Juan Arbeloa, abogado en el Ayuntamiento de Petare, descarta esa tesis: "La verdad es que ¨¦sa no es la raz¨®n. La verdad es que la mayor¨ªa de nuestros m¨¦dicos son clase media y no quieren saber nada con los sectores populares".
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