Fiestas a todo volumen

D¨ªa 13 de agosto. Tres de la madrugada. Cerca de las Vistillas. Son las fiestas del barrio. Acabo de llamar al 092 para pedirles ayuda, a ver si pueden hacer algo. Yo no digo que la gente no se divierta, pero ?de verdad es necesario que el volumen alcance este nivel de irracionalidad?, ?un volumen contra el que no sirve de nada taponarse los o¨ªdos porque la casa entera vibra?, pregunto.

No, no pueden hacer nada, ni por m¨ª ni por ninguna de las muchas personas que, seg¨²n el polic¨ªa, les han llamado esta noche, que les llam¨® ayer, les llamar¨¢ ma?ana y todas las otras noches del a?o que esto sucede. F¨ªjese, me dice, hasta de la cuesta de San Vicente se han quejado, pero no, no podemos intervenir porque si la patrulla se presenta en la fiesta y les dice que bajen el volumen, se arriesgan a tener un altercado. Nosotros somos los primeros que estamos hartos, ustedes nos llaman y nosotros deber¨ªamos poder hacer algo por sus derechos, que para eso estamos, pero es que all¨ª no pintamos nada, me dice. Tienen permiso hasta las 3.30, vamos a intentar que empiecen a bajar el volumen a esa hora, lo vamos a intentar, pero no se lo puedo asegurar, ya le digo que all¨ª no pintamos nada.

La ¨²nica manera de arreglarlo, por lo que me cuenta, es denunciarlo en la Junta de Distrito, en la Plaza Mayor, pues es el concejal el que autoriza esta clase de desprop¨®sitos, el que no hace que se respete el m¨¢ximo de decibelios permitidos por la ley.

Me pregunto qu¨¦ pasar¨ªa si durante dos semanas al a?o a todos nos diera por infringir cualquier otra ley. Es decir, que es contra el concejal contra quien hay que ir. Pues bien. Pido a todo aquel que se vea afectado por este problema que lo denuncie, que por favor no lo olvide cuando las fiestas hayan pasado, que no se deje enga?ar por la idea de que denunciar no sirve para nada. Que se queje, que ejerza su derecho. Y, por supuesto, que lo tenga presente a la hora de votar la pr¨®xima vez. Por cierto, ?alguien sabr¨ªa recordarme cu¨¢l era la diferencia entre el concepto de cultura de Ruiz-Gallard¨®n y el de ?lvarez del Manzano?