El Ayuntamiento modifica el plan de urbanismo para salvar un colegio
El centro iba a ser un jard¨ªn tras su demolici¨®n
El Ayuntamiento madrile?o modificar¨¢ el mes pr¨®ximo el vigente Plan General de Ordenaci¨®n Urbana (PGOU), que data de 1997, lo que evitar¨¢ que el colegio p¨²blico Santa Mar¨ªa, sito en el barrio de Lavapi¨¦s, sea demolido. Lo previsto en el PGOU era que ese centro fuese derribado y convertido en parque p¨²blico. Durante estos a?os ha estado abandonado y muy deteriorado -sin recibir dinero para su conservaci¨®n- y sus aulas han seguido ocup¨¢ndolas 300 estudiantes, de 3 a 12 a?os. El Ayuntamiento y la Comunidad han decidido salvar el colegio, "dado el aumento de escolares en la zona".
La Consejer¨ªa de Educaci¨®n y el Ayuntamiento, que comparten la tarea de rehabilitar los colegios p¨²blicos en la Comunidad de Madrid, han decidido invertir conjuntamente "dos millones de euros" para las obras de "rehabilitaci¨®n, ampliaci¨®n y mejora" de las infraestructuras del colegio p¨²blico de educaci¨®n infantil y primaria Santa Mar¨ªa, situado en la calle del Casino, en pleno Lavapi¨¦s.
Un colegio cuya demolici¨®n fue decidida hace ahora siete a?os, pero cuyas aulas han seguido llen¨¢ndose a?o tras a?o de estudiantes de entre tres y 12 a?os (alrededor del 12% inmigrantes). El centro no ha dispuesto durante todo este tiempo de presupuesto para su conservaci¨®n. Muy deteriorado, con escombros en el ala m¨¢s abandonada del colegio, recibe visitas espor¨¢dicas de indigentes y toxic¨®manos, y tiene un mobiliario sin renovar, como es el caso de los armarios, algunas mesas y todas las ventanas y puertas del centro, desde los a?os setenta. S¨®lo el a?o pasado casi 300 alumnos estudiaron en estas condiciones.
El Plan General de Ordenaci¨®n Urbana Municipal (PGOUM) de 1997, el vigente en la actualidad, calific¨® los suelos donde se localiza el colegio como zona verde. La incompatibilidad de las instalaciones del centro con su nuevo uso hac¨ªa inminente su demolici¨®n. Incluso hab¨ªa una fecha: 1999. Este a?o comenzaron las movilizaciones m¨¢s importantes protagonizadas por la comunidad educativa del colegio, con el apoyo de los padres de los alumnos.
Una primera propuesta de "integrar", en vez de "excluir", el centro dentro de la ampliaci¨®n del parque fue desestimada por el Ayuntamiento, que la sustituy¨® por la promesa de "encontrar un emplazamiento alternativo y pr¨®ximo" al colegio. La Gerencia Municipal de Urbanismo propuso trasladarlo a un local de la calle del Doctor Fourquet, pr¨®xima a la calle del Casino. Pero s¨®lo un a?o despu¨¦s la propuesta fue desestimada: El Ministerio de Educaci¨®n lo consider¨® "inapropiado para un centro de educaci¨®n infantil y primaria".
Un recinto 'fantasma'
Y desde entonces y hasta ahora, el colegio ha resistido siendo una zona verde, una especie de colegio fantasma sin que ninguna de las dos administraciones competentes para ello (Ayuntamiento y Consejer¨ªa de Educaci¨®n) hayan invertido dinero para el mantenimiento de sus desfasadas instalaciones. "Era un colegio que se iba a demoler. ?C¨®mo ¨ªbamos a invertir dinero en ¨¦l?", se?alan fuentes de la Concejal¨ªa de Urbanismo.
?ngel Luis ?lvarez, padre de uno de los alumnos, cuenta que "cuando se romp¨ªa una ventana eran los miembros del APA (Asociaci¨®n de Padres de Alumnos) y la direcci¨®n del centro" quienes pon¨ªan el dinero para su reparaci¨®n.
Pero devolver al Santa Mar¨ªa su condici¨®n de "equipamiento escolar" exige poner en marcha largos tr¨¢mites burocr¨¢ticos, que comienzan con la redacci¨®n del documento para su nueva recalificaci¨®n, pasan por la aprobaci¨®n de dicho documento en un nuevo pleno municipal y acaban con la adjudicaci¨®n del proyecto a una empresa constructora que se encargue de realizarlo. "Las obras no podr¨¢n comenzar hasta junio de 2005", reconocen fuentes de la Concejal¨ªa de Urbanismo, que aseguran que la "recalificaci¨®n ya se est¨¢ tramitando" en sus oficinas. Afectar¨¢n previsiblemente a la marcha del curso escolar, puesto que es "imposible acabarlas en dos meses, dada la envergadura de las mismas". El pabell¨®n m¨¢s abandonado del colegio, donde es f¨¢cil encontrar jeringuillas de toxic¨®manos, ampliar¨¢ las instalaciones disponibles para los estudiantes.
Una moci¨®n presentada conjuntamente por el PSOE e Izquierda Unida, "con car¨¢cter de urgencia" en el pleno del pasado 29 de junio, parece haber acelerado la recalificaci¨®n de los terrenos que ocupa el colegio. En la proposici¨®n denunciaban "la calidad cada vez m¨¢s precaria del colegio", as¨ª como sus "p¨¦simas condiciones higi¨¦nicosanitarias.
Bonifacio Alca?iz, director del ¨¢rea territorial de Madrid capital, dependiente de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n, se?alaba en un documento fechado el pasado 14 de junio "las importantes deficiencias de las instalaciones del centro". Tras admitir "la falta de plazas escolares en la zona", Alca?iz agregaba: "Teniendo en cuenta que este colegio debe seguir funcionando por necesidades de escolarizaci¨®n, ser¨ªan necesarias obras urgentes de mantenimiento por parte del Ayuntamiento con las que paliar las graves deficiencias que presenta".
Toxic¨®manos entre los libros
A los 23 alumnos de la clase de primero de infantil del colegio p¨²blico Santa Mar¨ªa les gusta la plastilina, los trabajos manuales y pintar lienzos con t¨¦mperas de colores. Tambi¨¦n les gustar¨ªa hacer agujeros en el barro durante el recreo, si lo hubiese. Pero su hora del bocadillo la pasan en un estrecho pasillo de cemento encasillado entre sus propias aulas y otras m¨¢s abandonadas y llenas de escombros que reciben las visitas espont¨¢neas de indigentes y toxic¨®manos de la zona. Es tan estrecho que dif¨ªcilmente los peque?os consiguen hacer botar un bal¨®n en ¨¦l.
Los visitantes aprovechan la intimidad de las ruinas, y dejan olvidados botes de cerveza, bricks de vino e incluso sus jeringuillas usadas. Hay veces, como cuenta la conserje, que incluso se atreven a molestar a los peque?os que juegan en el patio. "Estamos durmiendo", gritan desde las ventanas.
Las ventanas del colegio las protege un enrejado met¨¢lico de estrechas cuadr¨ªculas, y que alguien, seguramente la conserje o los propios padres, se ha encargado de disimular pint¨¢ndolo de blanco. Hay grietas en las paredes -hace a?os que necesitan una buena mano de pintura- y agujeros en las puertas, forzadas por alg¨²n caco que entr¨® a robar. Hasta que en junio de 2005 no empiecen las obras de "rehabilitaci¨®n" del centro, el Santa Mar¨ªa previsiblemente seguir¨¢ cercado, entre la calle de la Ribera de Curtidores, la calle del Casino y los jardines del Casino de la Reina, entre muros de ladrillo y puertas de metal sin ventanas. Son tan altos sus muros que muchos de los que pasean ante su puerta ni siquiera sospechan que detr¨¢s hay un colegio.
La asociaci¨®n de padres de alumnos del Santa Mar¨ªa habla de "a?os de abandono". "Es un colegio fantasma que ha estado todo este tiempo sin pertenecer a nadie", se quejan. Ni el Ayuntamiento, que es el propietario del suelo, ni el Gobierno regional, con las competencias de educaci¨®n transferidas, han invertido dinero desde que se acord¨®, en 1997, que el colegio fuera derruido.
A pesar de todo, el centro goza de gran popularidad en el barrio. Y siempre hay exceso de solicitudes de admisi¨®n, aunque esto no sea un hecho aislado en los colegios p¨²blicos de la regi¨®n.
Mientras no se construyan m¨¢s colegios p¨²blicos o se rehabiliten los que ya est¨¢n en pie, "ser¨¢n muchos los que seguir¨¢n optando por los centros privados", dice ?ngel ?lvarez, padre de un alumno. "Eso s¨ª, los que puedan".
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