Alguaciles que no multan
La figura del vigilante municipal sin potestad sancionadora resulta cada vez m¨¢s habitual gracias a los planes de empleo
Mujeres y hombres uniformados velan en distintos municipios vascos por que la rutina de cada d¨ªa transcurra en orden. Son los agentes c¨ªvicos, una figura que se ha generalizado gracias a la puesta en marcha de distintos programas de inserci¨®n laboral para desempleados. Aunque en su mayor parte trabajan coordinados por la Polic¨ªa Municipal de cada consistorio, carecen de poder sancionador, por lo que su papel se limita a tareas estrictamente informativas. Provistos de un tel¨¦fono para avisar de cualquier imprevisto, salen a la calle para recoger sugerencias, tomar nota del mobiliario en mal estado y recordar la norma cuando alguien se la salta. Son labores que alcaldes y concejales consideran muy importantes para preservar el orden en sus pueblos. Mientras, la Asociaci¨®n de Jefes de Polic¨ªa Local del Pa¨ªs Vasco advierte de que, en ocasiones, son contratados para evitar ampliar las plantillas policiales y terminan por asumir funciones que no les corresponden. En algunas localidades, el n¨²mero de agentes c¨ªvicos casi triplica al de polic¨ªas existentes.
Pasear en G¨¹e?es, por ejemplo, el sello de la autoridad municipal, aunque sea sin ning¨²n poder de castigo, no resulta tarea f¨¢cil para las ocho mujeres que desde febrero trabajan a media jornada como agentes c¨ªvicos gracias al programa Auzolan del Gobierno vasco.
La simple colocaci¨®n de un aviso en los coches mal estacionados es ya motivo de discordia en este municipio vizca¨ªno de 5.800 habitantes, donde los tres ¨²nicos agentes de la Guardia Urbana dejaron de patrullar las calles hace m¨¢s de un lustro para recluirse en las oficinas.
"Los conductores nos han llamado de todo por ponerles un papelito donde s¨®lo informamos de que sus coches est¨¢n mal aparcados. Tambi¨¦n los comerciantes nos rechazan, porque no les gusta que les sugiramos que tienen que reciclar el cart¨®n. Algunos vecinos est¨¢n agradecidos, pero a otros les parece que desempe?amos un trabajo que deber¨ªa hacer la Polic¨ªa Municipal", confiesan dos mujeres de 42 y 38 a?os contratadas durante seis meses.
Ambas lamentan que el parte informativo que remiten cada semana a la polic¨ªa con una treintena de incidencias se convierta en papel mojado cuando el Ayuntamiento elude durante semanas retirar el coche abandonado en la v¨ªa p¨²blica o arreglar los bancos sueltos. Roberto Pereda, agente de la Polic¨ªa Municipal, justifica este retraso: "Si se rompe una farola, por ejemplo, no se cambia de inmediato. Se espera a que se rompan m¨¢s para renovarlas todas".
El concejal de Seguridad de Galdakao, el peneuvista Javier Bidaurruzaga, reconoce que la Polic¨ªa Municipal, con 33 agentes, puede desempe?ar las labores que han sido encomendadas a los 14 agentes c¨ªvicos contratados desde junio a trav¨¦s de un convenio con el Inem. Sin embargo, defiende que ese cuerpo "tiene otras funciones m¨¢s relacionadas con la seguridad ciudadana o la vigilancia del tr¨¢fico". A?ade que la presencia constante de vigilantes uniformados da m¨¢s confianza al ciudadano. Las coordinadoras del servicio, M¨®nica Pernas y Cristina Ruiz, confirman que han sido acogidos con agrado por los vecinos.
Los programas de distintas instituciones para parados est¨¢n sirviendo para implantar la fugura en diversas poblaciones.
Etxebarri echa de menos, seg¨²n su alcalde, el independiente Pedro Lobato, la actuaci¨®n de las ocho mujeres que de enero a julio de 2003 patrullaron las calles gracias a un programa de inserci¨®n del Gobierno vasco. "En principio, los vecinos estaban un poco reticentes a su presencia, pero m¨¢s tarde lo agradecieron. Trataban de hacer normal la norma, informando a los residentes de que no pod¨ªan colgar la ropa chorreando, sacudir las alfombras por la ventana o dejar de recoger las heces de sus perros. Gracias a su labor, la polic¨ªa abri¨® algunos expedientes" , explica Lobato, quien lamenta que no les haya sido renovada la subvenci¨®n para este programa.
En Santurtzi, 80 parados han trabajado desde 2000 como agentes c¨ªvicos en diferentes cometidos de educaci¨®n c¨ªvica, ambiental y de vigilancia de ordenanzas subvencionados por la Diputaci¨®n, el Gobierno vasco y el Inem. La socialista Maite Arana, edil de Empleo, explica que estos planes, adem¨¢s de hacer respetar las normas, favorecen la inserci¨®n de desempleados. "Aunque en la mayor parte de los ayuntamientos son puestos eventuales, a muchos les llaman m¨¢s tarde de empresas privadas para trabajar como vigilantes", asegura.
Desde 1999, las calles de Barakaldo son custodiadas por los girotaldes, contratados por el consistorio durante un a?o. Gracias a un curso de seguridad impartido a este colectivo, el pasado a?o casi el 100% de los 30 desempleados que tomaron parte en este plan consiguieron un empleo como conserjes o guardas jurados cuando finalizaron su trabajo en el Ayuntamiento.
El trabajo de estos eventuales no siempre se ci?e a las labores para las que se les contrat¨®. La Asociaci¨®n de Jefes de Polic¨ªa Local del Pa¨ªs Vasco, que integra a 40 representantes de los principales cuerpos municipales de Euskadi, advierte de que en ocasiones se les encomiendan labores que corresponden de forma exclusiva a la guardia urbana, como la regulaci¨®n del tr¨¢fico. "Se est¨¢n dando casos de alcaldes que suplen la falta de efectivos con agentes c¨ªvicos o vigilantes de tr¨¢fico que, de alguna manera, ayudan a los polic¨ªas. Pero es una forma enga?osa de cubrir vacantes, porque los agentes c¨ªvicos no son polic¨ªas, no pueden ejercer autoridad, al no ser funcionarios", afirma C¨¦sar P¨¦rez, presidente de este colectivo. La falta en el Pa¨ªs Vasco de una ley que coordine las polic¨ªas locales impide eatablecer el n¨²mero de agentes que corresponde a cada municipio, lo que queda a la voluntad de cada alcalde, agrega. "Los agentes c¨ªvicos deber¨ªan estar adscritos a una determinada ¨¢rea para que sus funciones quedaran perfectamente concretadas. En teor¨ªa, se deben limitar a aconsejar o amonestar a los ciudadanos, informar a la gente de lo que hace bien o hace mal", resume.
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