Hay presos y presos

La destituci¨®n del director de la c¨¢rcel de Alcal¨¢-Meco por parte de la directora general de Instituciones Penitenciarias, que le acusa de otorgar un trato de favor al ex banquero Mario Conde, ha sido considerada por el portavoz de un sindicato de funcionarios de prisiones "una decisi¨®n pol¨ªtica". De los datos conocidos se deduce, sin embargo, la existencia de irregularidades en beneficio del ex banquero que justificar¨ªan su destituci¨®n.

La decisi¨®n es el resultado de una investigaci¨®n interna en respuesta a un informe sobre presunto trato de favor. Esa investigaci¨®n ha constatado que Conde recibe m¨¢s visitas (en proporci¨®n de seis a uno) y en condiciones m¨¢s favorables que los dem¨¢s reclusos en su misma situaci¨®n. Con la particularidad de que ese dato ha tenido que rastrearse a trav¨¦s del libro de acceso a prisi¨®n, ya que en el registro oficial de visitas no figura ninguna: oficialmente, Mario Conde no ha recibido visita alguna en los ¨²ltimos 18 meses, aunque unas 60 personas entraron en Alcal¨¢-Meco para visitarle.

Es la combinaci¨®n de ambas cosas, trato de favor y deseo de ocultarlo, lo que avala la decisi¨®n de cesar al responsable de la prisi¨®n, y no a tal o cual funcionario que haya podido prestarse a favorecer a Conde. En esas condiciones, decir que se ha buscado la excusa de Mario Conde para "justificar lo que iba a pasar en septiembre" (el cambio de director) resulta poco convincente. Y hasta algo irritante: la idea de que todo lo que le pasa a Conde, desde la intervenci¨®n de Banesto hace casi once a?os a la denegaci¨®n de beneficios penitenciarios, se debe a la existencia de una conspiraci¨®n pol¨ªtica suena a broma de mal gusto: se trata de una persona condenada a 20 a?os de prisi¨®n por apropiaci¨®n indebida, estafa y falsificaci¨®n.

El cese est¨¢ justificado con independencia de que, como opina la directora general, no haya habido soborno. La trayectoria del recluso cuenta ya con numerosos episodios indicativos de su habilidad para ganarse la voluntad de personas que pod¨ªan favorecer su situaci¨®n. En 1998, el director ahora cesado pidi¨® la concesi¨®n del tecer grado para Conde, en contra del criterio de la psic¨®loga del centro, quien le describi¨® como una persona "inteligente y manipuladora". As¨ª lo atestigua su biograf¨ªa, pero ello no le da derecho a un trato preferente.