El mito escabroso
Nunca sabr¨¦ c¨®mo ser¨ªa Asia Argento si la hubieran dirigido Kubrick o Kieslowski en los noventa, los a?os de las tres pel¨ªculas con su padre, Dario Argento, autor de pel¨ªculas horripilantes: exageraci¨®n de la sangre y el miedo, que son la pasta del melodrama. Asia fue estrella infantil en los ochenta, debutante de nueve a?os en una serie televisiva de Sergio Citti, el amigo que aconsejaba a Pasolini sobre el idioma callejero, Citti, el hombre que iba a dirigir Sal¨° y los 120 d¨ªas de Sodoma. Y luego Asia hizo de hija de Nanni Moretti en Palombella rossa, la historia de un amn¨¦sico funcionario de la izquierda italiana que recobraba delirantemente la memoria mientras jugaba al waterpolo.
Asia Argento gan¨® dos premios David di Donatello a la mejor actriz y pas¨® del sociologismo exhibicionista al sensacionalismo ¨ªntimo familiar, seg¨²n el curso de los tiempos. Actriz, directora de cine, cantante ocasional, nacida en Roma el 20 de septiembre de 1975, public¨® un relato diar¨ªstico, I love you Kirk (Frasinelli, 1999), y la propaganda editorial dijo que Asia es "Bella ma non bellissima, brava ma non bravissima". Yo veo una nariz poderosa pero poco segura, unos dientes inquietos, movidos, como si Argento no se desprendiera de esa niebla que amenaza con tragarse finalmente a todas las estrellas infantiles que crecieron. En su pel¨ªcula de m¨¢s ¨¦xito, es decir, su intento m¨¢s productivo para entrar en Hollywood, XXX (2002), de Rob Cohen, el agente secreto americano Xander Cage (Vin Diesel) define a Asia, esp¨ªa rusa, perdida y olvidada en Praga por su pa¨ªs en la ¨²ltima reorganizaci¨®n del Servicio Secreto: "Cold, intelligent and vitious". En la mejor pel¨ªcula americana de Asia, New Rose Hotel (1998), de Abel Ferrara, el narrador del cuento de William Gibson en el que se basa la pel¨ªcula mira a Sandii-Argento, agente doble enrolada en una operaci¨®n de contrabandistas de genes e ingenieros gen¨¦ticos, y dice: "Era una herramienta nueva, brillante como un escalpelo".
Me acuerdo de las tres pel¨ªculas con Dario Argento. En Trauma (1993) Asia tiene una madre decapitadora, Piper Laurie, la misma madre que tuvo Carrie, y es Aura la anor¨¦xica. Laurie es espiritista: invoca a un reci¨¦n nacido muerto que pide venganza. El criminal ataca a enfermeros y m¨¦dicos, como si hubiera le¨ªdo a Raymond Chandler y compartiera su horror hacia una profesi¨®n sadofilantr¨®pica. En El s¨ªndrome de Stendhal (1996) Asia es la polic¨ªa Anna Manni, a la caza de un asesino en serie por los museos de Florencia, obnubilada por la belleza art¨ªstica, que la asalta desde una obra maestra en los Uffizi, una reproducci¨®n de Rembrandt en la habitaci¨®n de un hotel, los graffitis de una cueva de drogadictos. Violada bajo el influjo del arte, Asia-Anna sufrir¨¢ una transustanciaci¨®n y se volver¨¢ sanguinaria, como el ?ngel de Venganza de Abel Ferrara, y polic¨ªa maligna, como el Teniente Corrupto, de Ferrara tambi¨¦n, pero sin que se le aparezca el Sagrado Coraz¨®n.
Ahora Asia, aspirante a diva en El fantasma de la ?pera (1998), canta sola en el teatro vac¨ªo y sue?a con ser una estrella, y descubre a un espectador escondido, el Hombre-Rata, y se enamora de la bestia, o se enamora de la emoci¨®n que provoca en el misterioso espectador solitario. Entonces Asia se va a Am¨¦rica, agente doble en campo enemigo, y rueda New Rose Hotel, algo as¨ª como Hotel Neurosis: grandes empresas quieren poseer las inteligencias m¨¢s grandes del mundo, un mundo peque?¨ªsimo en el que son secciones de un solo aeropuerto Nueva York, Tokio, Francfort, Viena, Los ?ngeles, Ginebra, Barcelona, Par¨ªs, un Marraquech con aire acondicionado de hotel internacional y Praga, pero ya en otra pel¨ªcula, XXX, de Rob Cohen, realidad tebe¨ªstica, de videojuego, con m¨²sica de Rammstein, Orbital, El tercer hombre y James Bond. Asia es la rusa Yelena, infiltrada en una banda de antiguos soldados del Ej¨¦rcito Rojo y cient¨ªficos exterminadores. La esp¨ªa rusa pide para colaborar con los americanos inmunidad, asilo y ciudadan¨ªa. ?Y una casa en la playa con un novio rico? "No, eso lo puedo conseguir yo sola".
Dirigi¨® Scarlet Diva en 2000, la historia de Anna Battista, italiana, de la misma edad que Asia, que quiere rodar una pel¨ªcula que se llamara Scarlet Diva, y viaja por un mundo reducido a oficina donde se planean pel¨ªculas, Roma, Mil¨¢n, Par¨ªs, Los ?ngeles, como la agente doble de las pel¨ªculas de Cohen y Ferrara. Anna, actriz internacional, lleva el nombre de la hermanastra anor¨¦xica de Asia, la que inspir¨® a Dario Argento Trauma e inmediatamente muri¨® en un accidente de coche y dio tambi¨¦n nombre a la polic¨ªa torturada de El s¨ªndrome de Stendhal. La madre de Anna en la pel¨ªcula es Daria Nicolodi, la madre de Anna y Asia, y la actriz es novia de un cantante de rock, como en la vida verdadera, embarazada y tomando pastillas para aguantar un mundo m¨¢s bien repugnante que uno ha elegido fervorosamente. La ficci¨®n vampiriza la vida.
No estuvo Asia Argento en El funeral, el mejor ferrara, entre mujeres mudas, de luto, cocina y dormitorio, cat¨®licas, pero hab¨ªa participado en un baile y un crimen de cat¨®licos cr¨¢pulas en La reina Margot (1994), de Patrice Chereau, y fue Charlotte, italiana charmante, con la misi¨®n de provocar al protestante Enrique de Navarra por encargo de Catalina de M¨¦dicis. "?Siempre mir¨¢is as¨ª?", le dice el rey reci¨¦n casado. "Me gust¨¢is, se?or", responde Charlotte, y Asia se unta los labios con carm¨ªn afrodisiaco para seducirlo, labios envenenados: Asia Argento est¨¢ muerta en el patio del Louvre, desangr¨¢ndose por la boca. Tiene propensi¨®n al mito escabroso, y ahora es bailarina de strip-tease, raptada por el sheriff puritano y vicioso Dennis Hopper, que quiere redimirla en una pel¨ªcula terrible de Paul Lynch (The Keeper, 2003), sensacionalismo industrial. O dirige una nueva pel¨ªcula titulada con un vers¨ªculo del profeta Jerem¨ªas, The heart is deceitful above all things (2004), "el coraz¨®n es lo m¨¢s mentiroso, lo m¨¢s retorcido, no tiene arreglo, ?qui¨¦n lo conoce?" (Jerem¨ªas, 17, 9), las memorias del americano J. T. LeRoy, ni?o adoptado por una familia ejemplar hasta que lo rescata su aut¨¦ntica madre para prostituirlo en las gasolineras de Virginia: es la vida sagrada de los m¨¢rtires, la necesidad de pecar para alcanzar la purificaci¨®n y la salvaci¨®n.
Krzysztof Kieslowski, el de Tres colores: rojo, ya no dirigir¨¢ nunca a Asia Argento. Asia trabajar¨¢ con Gus van Sant, que, despu¨¦s de Elephant y el premio de Cannes, prepara Last days, sobre el Seattle de Nirvana, Kurt Cobain y Courtney Love, o eso cuenta la propaganda. Creo que la ¨²ltima canci¨®n que grab¨® Asia est¨¢ en un disco de Trash Palace, una versi¨®n de Je t'aime moi non plus, de Serge Gainsbourg y Brigitte Bardot, o de Jane Birkin y Serge Gainsbourg, ahora cantada por Argento (una especie de rugido de pereza electr¨®nica), en el papel de Gainsbourg, y Brian Molko, en el de Bardot-Birkin. Oigo esta voz de mujer ronca mientras leo I love you Kirk: la narradora, en una fr¨ªa casa londinense, intenta concentrarse en Arthur Schnitzler, el ¨²ltimo inspirador de Kubrick. Pasea, compra, va a la peluquer¨ªa, duerme la siesta, espera a su compa?ero, guisa para ¨¦l y su hijo, intrusa que duerme en la cama del padre, microsc¨®pica, muy sola en la casa grande y silenciosa. Vuelve a ser la ni?a de las tardes de invierno, cuando se aburr¨ªa mortalmente y lloriqueaba. ?Qu¨¦ hago?, le preguntaba a su hermana. "Piensa". No puedo, es muy dif¨ªcil.
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