Nader, el aguafiestas de los dem¨®cratas
El ecologista que facilit¨® la victoria de Bush en 2000 recibe ayuda de los republicanos para restar votos a Kerry
?Va a aguar otra vez Ralph Nader la fiesta al Partido Dem¨®crata? A 72 d¨ªas de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el hombre al que muchos culpan de que Bush est¨¦ en la Casa Blanca no tiene ninguna intenci¨®n de retirarse y dejar el campo libre al presidente y a John Kerry, empatados en una docena y media de Estados. Y aunque el impacto de Nader puede ser menor que el de hace cuatro a?os, los sondeos le otorgan entre el 2 y el 3%, suficiente como para decidir en los lugares en los que la balanza dependa de un pu?ado de votos. Los dem¨®cratas lo saben y han abierto un nuevo frente: hostigar su candidatura en la mayor cantidad posible de Estados. Los republicanos lo saben y ayudan -con firmas y dinero- a lo contrario, a que Nader se presente en la mayor cantidad posible de Estados.
Las cifras de 2000 est¨¢n ah¨ª. Nader, de 70 a?os e hijo de inmigrantes libaneses, consigui¨®, en nombre del Partido Verde, 2.882.955 de votos, el 2,74%, frente al 48,38% de Al Gore y el 47,87% de George Bush, que gan¨® cuando el Supremo decidi¨® que no era constitucional hacer recuentos parciales en Florida, donde el actual presidente consigui¨® 537 papeletas m¨¢s que el dem¨®crata. En Florida, Nader obtuvo 97.488 votos. En New Hampshire, Gore perdi¨® por 7.211 votos; Nader consigui¨® all¨ª 22.198 sufragios. Los cuatro votos que aporta New Hampshire al colegio electoral hubieran bastado para mantener a los dem¨®cratas en la Casa Blanca.
Cuatro a?os despu¨¦s, los dem¨®cratas se siguen lamentando (aunque Gore hizo los principales m¨¦ritos: no gan¨® en su Estado de Tennessee y se distanci¨® del centro reformista de Bill Clinton) porque creen indiscutible que Nader facilit¨® el triunfo de Bush. (Tanto como el independiente Ross Perot se lo facilit¨® a Clinton en 1992: logr¨® el 18,9% del voto popular, frente al 43% de Clinton y el 37,4% de George Bush, padre). ?Hubieran ido todos los votos de Nader a Gore ? No necesariamente, porque el ecologista tiene m¨¢s gancho entre j¨®venes y no afiliados; pero, seg¨²n Gallup, los votantes de Nader en 2000 eran mayoritariamente liberales, con lo que rest¨® muchos m¨¢s votos a Gore que a Bush.
Ahora, el hombre que ha dedicado m¨¢s de media vida a luchar contra las grandes corporaciones, pero que ha conseguido que se le recuerde m¨¢s por su ego que por haber organizado a los consumidores, seguir¨¢ hasta el final. "En ning¨²n caso va a cambiar de opini¨®n", asegura su portavoz, Kevin Zeese: "No se retirar¨¢. Tenemos a miles de voluntarios en las calles recogiendo firmas para que pueda figurar en las papeletas y no va a abandonar a toda esa gente. Est¨¢n trabajando para que se presente, y hay muchos que quieren votar por ¨¦l. Nader no les va a dejar en la estacada".
Esas firmas son las que los dem¨®cratas est¨¢n cuestionando. Ya han a presentado una demanda en Pensilvania que plantea que m¨¢s de 30.000 firmas, de las 47.000 entregadas para legalizar la candidatura, han sido falsificadas. En Oreg¨®n hay una situaci¨®n similar. El equipo de Nader reconoce que puede haber irregularidades -en Filadelfia contrataron a vagabundos, a raz¨®n de 75 centavos por firma-, pero protesta por el intento de frustrar la candidatura cuando est¨¢n venciendo los plazos: "Es una verg¨¹enza, demuestra que en el Partido dem¨®crata son antidemocr¨¢ticos, que no conf¨ªan en los votantes ni en su candidato. Es despreciable este acoso contra la gente que pide firmas mediante tecnicismos legales".
Kevin Zeese se indigna por los tecnicismos, pero no considera grave que los republicanos ayuden a Nader, como recuerda Xavier de Souza Briggs, profesor de la John Kennedy School of Government de la Universidad de Harvard: "Nader ha aceptado cantidades muy significativas de dinero de fuentes republicanas y conservadoras, de gente que claramente no apoya su pol¨ªtica ni sus propuestas y aun as¨ª est¨¢ dispuesta a financiar la campa?a, porque creen que puede ejercer de nuevo un papel fundamental, como tercero en discordia, e inclinar la balanza en perjuicio de Kerry". En su opini¨®n, "si Nader est¨¢ representado en suficientes Estados y si llega al d¨ªa de las elecciones con el mismo apoyo que ahora -lo cual quiz¨¢ sea mucho suponer, porque la gente puede pensar una cosa cuando le llaman para una encuesta y hacer otra en las urnas-, entonces el voto de Nader puede ser decisivo, porque el pa¨ªs est¨¢ dividido al 50%".
Zeese lo niega: "Si los dem¨®cratas pierden las elecciones, ser¨¢ culpa suya. A Bush se le puede ganar; mucha gente que vot¨® por Gore no lo lamenta y mucha gente que vot¨® por Bush s¨ª. Si Kerry pierde, es culpa suya". Zeese recuerda el sencillo mensaje de Nader -"que acabe el control de la gran empresa sobre la Administraci¨®n de Estados Unidos, retirada r¨¢pida y responsable de Irak y que haya un seguro m¨¦dico universal"- y cree que "es demasiado pronto para hacer pron¨®sticos". Para De Sousa, los votos ir¨¢n a Nader o a Kerry dependiendo de dos factores: "Uno, en cu¨¢ntos Estados ser¨¢ capaz de presentarse; y dos, qu¨¦ har¨¢ Kerry en los debates con Bush. Su actuaci¨®n ser¨¢ muy importante para los seguidores de Nader".
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