La 'bestia negra' no perdona
La selecci¨®n espa?ola se estrella contra Croacia y deber¨¢ medirse a Alemania en los cuartos de final
?Falt¨® intensidad o quiz¨¢ concentraci¨®n? ?Se perdi¨® motivaci¨®n? Algo de todo eso ocurri¨® ayer en el ¨²ltimo partido de la fase de clasificaci¨®n, que enfrent¨® a Espa?a con Croacia, en Atenas. Todos los espa?oles sab¨ªan que se trataba del rival de mayor entidad del grupo y las expectativas quedaron confirmadas. Con su victoria, Croacia concluye como la primera y deja al equipo de C¨¦sar Argil¨¦s en la segunda posici¨®n, un puesto que le obligar¨¢ a enfrentarse el pr¨®ximo martes a Alemania en los cuartos de final mientras que los croatas se medir¨¢n a Grecia. La diferencia es obviamente sustancial.
Croacia, actual campe¨®n mundial, jug¨® como un equipo muy s¨®lido, dif¨ªcil de desbordar. Espa?a perdi¨® la imbatibilidad despu¨¦s de estrellarse una y otra vez contra una defensa infranqueable, fall¨® en los lanzamientos desde los seis metros y mostr¨® sus deficiencias en el tiro exterior. El resultado del emparejamiento provoc¨® que Croacia adquiriera r¨¢pidamente una ventaja importante: seis goles al llegar al descanso.
CROACIA 30 - ESPA?A 22
Croacia: Losert; Dzomba (7, 1p), Metlicic (1), Balic (2), Vori (6), Lackovic (4) y Kaleb (3). Tambi¨¦n: Sola, Zrnic, Dominikovic (1), Sprem (3), Goluza (1p), Vukovic (1) y Spoljaric (1).
Espa?a: Barrufet; Garralda (1), Col¨®n (2), Entrerr¨ªos (4), Hern¨¢ndez (1), Romero (3) y Juan¨ªn Garc¨ªa (5). Tambi¨¦n: Hombrados, Callaghan, Belaustegui (3), Duish¨¦baev, Lozano (1), Ur¨ªos (2) y Ortega.
Arbitros: Baum y Goralczyk. Excluyeron a Goluza, Romero, Hern¨¢ndez, Col¨®n y Garralda.
Marcador cada cinco minutos: 2-1, 3-3, 6-6, 10-8, 12-9, 15-9, 17-10, 20-12, 24-15, 26-16, 27-19 y 30-22.
Espa?a se enfrentar¨¢ a Alemania en los cuartos.
"El an¨¢lisis que hicimos en el vestuario", explic¨® despu¨¦s Garralda, "fue que hab¨ªamos desaprovechado muchos lanzamientos cortos, cosa muy poco habitual en nuestro equipo. Por tanto, ve¨ªamos muchas posibilidades todav¨ªa de poder remontar el marcador".
Pero eso no ocurri¨®. La distancia fue creciendo y, a medida que el tiempo pasaba, los nervios se iban apoderando de la selecci¨®n espa?ola. Duisheb¨¢ev no tuvo su d¨ªa, su combinaci¨®n con el pivote Ur¨ªos fue poco rentable y la entrada de Entrerr¨ªos como director del equipo acarre¨® m¨¢s precipitaci¨®n. Parec¨ªa que no hab¨ªa manera de romper los esquemas de los croatas, que segu¨ªan manteniendo su intensa y monol¨ªtica defensa en 3-2-1 y abr¨ªan la pista hasta la l¨ªnea de fondo en el ataque, especialmente por el lado derecho, por donde Dzomba hac¨ªa filigranas hasta alcanzar los siete goles.
Las soluciones no llegaban por ning¨²n lado y Argil¨¦s opt¨® por romper el partido con una defensa pr¨¢cticamente al hombre y que permiti¨® reducir las diferencias (21-27), pero no signific¨® un peligro real para los croatas. "Cuando vimos que el trecho era ya tan importante, con 15-25, creo que la mayor parte de nosotros ya empezamos a pensar m¨¢s en reservarnos para los cuartos que en luchar por una victoria que era casi imposible", reconoci¨® Barrufet. "No creo que esta derrota nos afecte para el pr¨®ximo encuentro. Hemos tenido el d¨ªa tonto de cada competici¨®n. Pero seguimos sinti¨¦ndonos muy fuertes".
La porter¨ªa, con Barrufet en el primer tiempo y Hombrados en el segundo, fue lo ¨²nico que funcion¨® en el equipo espa?ol. Ambos pararon sin interrupci¨®n. Pero la falta de intensidad defensiva se demostr¨® cuando en una ocasi¨®n ning¨²n jugador espa?ol fue capaz de recuperar el bal¨®n despu¨¦s de tres paradas consecutivas de Hombrados. No era normal.
Frente al campe¨®n del mundo s¨®lo puede jugarse de una forma: con entrega, con intensidad y con la cabeza muy centrada. No hay otra manera de plantarle cara y Espa?a no encuentra la forma de hacerle frente. La estad¨ªstica convierte a los croatas en la bestia negra del equipo espa?ol. "Hemos dejado de estar invictos, pero no hemos perdido la moral", coincidieron la mayor¨ªa de jugadores espa?oles; "estamos a punto para los cuartos. Que no cunda el p¨¢nico".

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.