Vuelva usted ma?ana
El mes pasado recib¨ª una carta del Ayuntamiento invit¨¢ndome a que domiciliara el pago de la Contribuci¨®n Urbana de un piso y una plaza de garaje que poseo en la caja o banco que deseara. En la carta ven¨ªan dos tel¨¦fonos de informaci¨®n; llam¨¦ a los dos unas veinte veces, no me descolgaron ninguno. Al d¨ªa siguiente fui a las oficinas municipales de Pastor y Landero, hacia las 11.00. Me dijo un guardia que los n¨²meros para ese d¨ªa ya estaban repartidos, me dio un impreso para que lo rellenara. Al otro d¨ªa fui a las 9.00. Hab¨ªa una cola enorme, me toc¨® el n¨²mero 263. Permanec¨ª all¨ª una hora para saber cu¨¢ntas personas eran atendidas en ese tiempo. Pasaron 39 en 60 minutos. Ten¨ªa que estar esperando cuatro o cinco horas hasta que me tocara. Me cabre¨¦ y me march¨¦.
Yo solamente ten¨ªa que entregar una documentaci¨®n, me serv¨ªa un buz¨®n donde depositarla acompa?ada de un sobre con mi nombre, direcci¨®n y un sello para devolverme el resguardo. Pero no, ten¨ªa que esperar cuatro o cinco horas.
Esta semana pasada una de mis hijas me pidi¨® que le recogiera de la Facultad de Ciencias de la Educaci¨®n un certificado de su expediente acad¨¦mico que ella hab¨ªa solicitado previamente. Me dijo que fuera temprano para recoger el n¨²mero con el que me llamar¨ªan. Fui antes de las 9.00. Cog¨ª el 17 de 39. La ventanilla se abri¨® a las 10.00. Me toc¨® a las 12.00. El funcionario tard¨® un minuto en darme el documento que le demandaba. Deduje que el mal no estaba en el funcionario, pues ¨¦l era diligente, el mal est¨¢ en el sistema de organizaci¨®n de las oficinas, tanto del Ayuntamiento como de la Universidad o de esa Facultad.
He vuelto a la Delegaci¨®n de Hacienda y a comprar pescado al s¨²per. Tuve que coger mi n¨²mero de una maquinita y esperar mi turno en ambos casos. En estos dos lugares, s¨®lo tuve que esperar a las dos o tres personas que hab¨ªa delante de m¨ª. ?Imaginan ustedes que ocurrir¨ªa con la clientela de mi pescadero si cada ma?ana los varios cientos de personas que le compran tuvieran que recoger el numerito todos a la vez?
El presidente de la Junta de Andaluc¨ªa, con buen criterio, est¨¢ empe?ado en que la sociedad andaluza se prepare para el aprendizaje y utilizaci¨®n de las enormes posibilidades que nos ofrece la inform¨¢tica: ense?anza, agricultura, industria, transporte. Pero de poco sirven tantos medios si fallamos en lo fundamental: los m¨¦todos de organizaci¨®n del trabajo.
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