¡°El mundo heterosexual es el que est¨¢ en crisis¡±
Su despacho en el Ayuntamiento de Madrid. Pedro Zerolo despliega sus encantos de brujo al grito canario de "?Mi ni?o!".
Pregunta. ?Edad?
Respuesta. ?Ya empezamos! Cuarenta y cuatro a?os.
P. Pues, perd¨®neme, pero no los aparenta.
R. El aspecto no es lo principal. Lo que hay que estar joven es de cabeza... Y efervescente.
P. ?La pol¨ªtica municipal es el mejor comienzo para lo mete¨®rico?
R. El mejor. Empezar bien pegado a la realidad ha sido siempre lo que he buscado. De abajo.
P. ?Desde cu¨¢ndo es de izquierdas?
R. Desde peque?o. Mis padres nos educaron con esp¨ªritu cr¨ªtico y con espacios de libertad. Nos hicieron muy felices. De mi padre hered¨¦ el discurso, la proclamaci¨®n de las ideas, y de mi madre, la praxis.
P. ?La izquierda no se invent¨® para crear un ej¨¦rcito de curas laicos?
R. A m¨ª me mueven todav¨ªa los principios de la Revoluci¨®n Francesa: libertad, igualdad y fraternidad, que es el que m¨¢s se olvida y el que m¨¢s se ha prostituido. Pero cura no me siento en absoluto. Yo no tengo vocaci¨®n de entrega. No soy un misionero del amor. Creo en unos principios y busco que se apliquen. Es algo de lo que estamos orgullosos en el movimiento de liberaci¨®n homosexual, que es un movimiento de liberaci¨®n sexual que hemos implantado convenciendo.
P. No, si ahora pensaba entrar en materia, pero veo que usted se lanza.
R. Es que son ciertos modelos los que marcan la diferencia. Hay diferencia entre la izquierda y la derecha. Nosotros actuamos en pol¨ªtica y vivimos con arreglo a nuestros principios ideol¨®gicos antes que nuestras creencias.
P. Eso estar¨ªan dispuestos a discutirlo compa?eros suyos del PSOE como Jos¨¦ Bono o Francisco V¨¢zquez, que muchas veces han frenado cosas por poner su fe delante.
R. No me importa. Por encima de las creencias de cada cual est¨¢ el compromiso ideol¨®gico. Si nosotros hemos llegado hasta aqu¨ª es por el compromiso de mucha gente y sobre todo el de las mujeres, que han sido las que m¨¢s han apoyado el movimiento gay, empezando por nuestras madres y hermanas, que son las primeras que nos ayudan a vivir en cuanto decidimos dar el paso definitivo, y siguiendo por las periodistas y pol¨ªticas que nos hacen caso.
P. Esa complicidad es crucial.
R. S¨ª, y no viene determinada ni por la abnegaci¨®n ni porque compartamos gusto por los trapitos y las cremas, que tambi¨¦n es importante y un primer paso.
P. Que viva el hombre metrosexual, entonces.
R. Que viva al hombre reondo. Yo reivindico el hombre reondo. Nada es masculino ni femenino. La crisis est¨¢ en otros ¨¢mbitos. Es la realidad heterosexual la que est¨¢ en crisis.
P. Expl¨ªquese.
R. El hombre busca una mujer que ha muerto y la mujer un hombre que no ha nacido. Hay que reinventarse. Los homosexuales lo hemos hecho. Yo no soy ni mujer ni maric¨®n, somos algo nuevo.
P. De ah¨ª que el machismo reaccione con tanta violencia.
R. Ante todo. Ante nosotros y ante la salida del armario de la mujer tambi¨¦n. Los casos de violencia se dan porque las mujeres han dado un portazo y eso ha cogido al hombre desenfocado, que dir¨ªa Woody Allen. No podemos olvidar que hasta hace nada en este pa¨ªs exist¨ªa el derecho de correcci¨®n, con el que a las mujeres se las pod¨ªa tratar como a ni?os.
P. Pues m¨¢s feminismo y m¨¢s arco iris.
R. Es que las dos cosas van unidas. Son las ¨²ltimas dos grandes revoluciones.
P. ?Para cu¨¢ndo un alcalde homosexual en Madrid?
R. Eso tendr¨¢ que esperar, porque la pr¨®xima es mujer y heterosexual y se llama Trinidad Jim¨¦nez. Despu¨¦s, para Madrid, yo elegir¨ªa alcaldesa lesbiana.
P. ?Hay otras prioridades?
R. Fundamentales son y han sido la visibilidad y el orgullo. ?Por qu¨¦? Porque necesitamos un exceso de autoestima para aguantar todas las memeces que se dicen y que no te tiemblen las piernas.
P. Como las que salen de los p¨²lpitos.
R. Yo les dir¨ªa que dejen de encender hogueras, que la ley de parejas de hecho no es el apocalipsis.
P. Y los del PP, ?acabar¨¢n tragando?
R. Ha sido perder las elecciones y mostrarse m¨¢s flexibles. Pasar¨¢ como con la ley del divorcio, que luego ser¨¢n ellos quienes m¨¢s la empleen.
P. ?Y veremos tambi¨¦n a Rouco casando gays?
R. Todo se andar¨¢. Los anglicanos ya han empezado a dar pasos. Lo que le pido a Rouco es que sea coherente y no aplique doble rasero. Ante la boda real se call¨®, y en pura ortodoxia cat¨®lica aquello de casar a una divorciada no entraba.
P. Menuda lengua tiene, Zerolo.
R. Sentido com¨²n, nada m¨¢s, y estoy s¨®lo guiado por una diosa: la raz¨®n.
Casarse y ser padre
Pedro Zerolo (Caracas, 1960) es de la quinta de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Acaba de entrar en la ejecutiva del PSOE y es uno de los grandes referentes activistas del movimiento gay. Su carrera pol¨ªtica empez¨® como abogado concienciado en Entrev¨ªas, defendiendo casos duros, y sigue hoy tambi¨¦n en el Ayuntamiento de Madrid, donde es concejal. Est¨¢ entregado a la pol¨ªtica de conquistas y hechos. "Pienso casarme y adoptar en cuanto se pueda, quiero tener muchos ni?os", dice. Por lo pronto, ¨¦l va haciendo la competencia a los curas con sus bodas como concejal: "Caso mucho. Soy de los concejales a quien m¨¢s se lo piden. Que tiemble Rouco Varela porque suelto unas homil¨ªas muy ca?eras", avisa.
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