Gallard¨®n ampliar¨¢ la zona de parqu¨ªmetros m¨¢s all¨¢ de la M-30

El sistema de parqu¨ªmetros, que actualmente se extiende desde la plaza de Castilla hasta Atocha y desde la Casa de Campo hasta la calle del Doctor Esquerdo, va a traspasar la frontera de la M-30. As¨ª lo anunci¨® ayer el alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, del PP, en una visita a uno de los centros que gestiona el sistema de parqu¨ªmetros. Para que los parqu¨ªmetros salten m¨¢s all¨¢ de la M-30 ser¨¢ preciso modificar la vigente ordenanza municipal.

El actual sistema de regulaci¨®n de aparcamiento por parqu¨ªmetros o Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) se instal¨® en la capital en noviembre de 2002. En un principio, cubr¨ªa el centro de la capital. Despu¨¦s, paulatinamente, se fue extendiendo a otras ¨¢reas, como la Fuente del Berro, la plaza de Castilla, el barrio de Chamber¨ª... La mayor¨ªa de estas ampliaciones respond¨ªan a peticiones de los residentes, que solicitaban que el ¨¢rea en el que viv¨ªan se incluyera en la zona regulada por parqu¨ªmetros para as¨ª poder encontrar aparcamiento de forma m¨¢s f¨¢cil.

Ahora, el sistema se extender¨¢ m¨¢s all¨¢ de la M-30. La idea del alcalde es que los parqu¨ªmetros tambi¨¦n lleguen a "centros hist¨®ricos" de determinados barrios (Vic¨¢lvaro, Carabanchel, Vallecas, Barajas...), esto es, antiguos pueblos absorbidos por la capital que a¨²n conservan una estructura urbana reconocible y en cuyo centro es dif¨ªcil aparcar.

En la actualidad, la capital cuenta con m¨¢s de 88.000 plazas de aparcamiento reguladas por parqu¨ªmetros. De ¨¦stas, el 77,2% son de color verde, esto es, reservadas para los residentes, y el 22,8% azules, o lo que es lo mismo, reservadas para los visitantes. Estas plazas azules, seg¨²n c¨¢lculos del Ayuntamiento, son utilizadas por un promedio de cuatro veh¨ªculos al d¨ªa.

Seg¨²n el alcalde Ruiz-Gallard¨®n, el sistema de los parqu¨ªmetros, que sustituy¨® en la capital al de la ORA, "ha conseguido descongestionar el tr¨¢fico, incrementar la rotaci¨®n de veh¨ªculos, difundir una nueva mentalidad entre los usuarios del transporte privado y, al mismo tiempo, favorecer entre los madrile?os el uso de los transportes p¨²blicos".La visita de Ruiz-Gallard¨®n coincidi¨® con una pol¨¦mica surgida desde el Ministerio de Medio Ambiente, dirigido por Cristina Narbona. Seg¨²n public¨® ayer Abc, este ministerio ve con buenos ojos implantar un peaje a los veh¨ªculos que accedan al centro de las ciudades de m¨¢s de 100.000 habitantes. Es decir, como hoy ocurre en Londres.

El alcalde no est¨¢ de acuerdo con eso. Tampoco el concejal de Seguridad, Pedro Calvo Poch, que es partidario de implantar una especie de peaje en la sombra. Seg¨²n este edil, ser¨ªa aconsejable que los automovilistas que diariamente se desplazan desde localidades cercanas a Madrid en coche pagasen m¨¢s que los ciudadanos residentes en la capital. Para ello, el Ayuntamiento buscar¨¢ un sistema que permita gravar m¨¢s a quienes no est¨¦n empadronados en la capital. "Pagar¨ªan un plus por adquirir el derecho a aparcar, adem¨¢s del tiempo correspondiente que est¨¦n estacionados", especific¨® Calvo.

El Ayuntamiento calcula que un mill¨®n de autom¨®viles entra en la capital cada d¨ªa laborable. A ¨¦stos hay que sumar los 1,8 millones de coches de los madrile?os. "?ste ser¨ªa una especie de peaje en la sombra a los automovilistas que lleguen desde fuera y que beneficiar¨ªa a los residentes", a?adi¨® el edil. Tanto el alcalde como Calvo Poch insistieron en que la finalidad del sistema de parqu¨ªmetros "no es recaudatoria, sino disuasoria".

Nuevo sistema de control

Calvo tambi¨¦n intentar¨¢ que los parqu¨ªmetros sean capaces de leer la matr¨ªcula del coche aparcado. El objetivo: que ning¨²n veh¨ªculo est¨¦ m¨¢s tiempo del de las dos horas permitidas en la zona azul o los 60 minutos en el caso de un visitante que aparque en la zona verde. "Ahora ocurre a menudo que un automovilista aparca, saca el tique por dos horas y, a las dos horas, en vez de retirar el coche, que es lo estipulado, pues paga otras dos horas y se queda. El sistema de parqu¨ªmetros est¨¢ para que las plazas no sean eternas y se rote. As¨ª que, para evitar esto, vamos a intentar poner un mecanismo en los parqu¨ªmetros, de forma que, al comprar el boleto, el usuario tenga que marcar el n¨²mero de la matr¨ªcula del coche. Y si intenta aparcar m¨¢s de lo permitido, el parqu¨ªmetro no le expender¨¢ un segundo boleto", explic¨® Calvo.

Tanto el sistema que gravar¨¢ m¨¢s a los visitantes como el que evitar¨¢ que un automovilista se eternice en un aparcamiento se instalar¨¢n "a medio plazo", seg¨²n el edil de Seguridad.

El Ayuntamiento da por seguro que, a partir del pr¨®ximo enero, subir¨¢n las tarifas de los parqu¨ªmetros, que ahora considera "baratas". Aparcar durante 20 minutos en una zona azul cuesta 20 c¨¦ntimos. Si se aparca una hora, el precio sube a 1,60 euros. La tarjeta de residente, que permite usar las plazas verdes a los vecinos de la zona, vale 5,6 euros (trimestral) y 22,40 (anual).

No dan cambio

Una queja habitual de los usuarios es que los parqu¨ªmetros no devuelven cambio. "Si quieres estar una hora, por ejemplo, y no tienes 1,60 euros sueltos, sino que s¨®lo dispones de una moneda de dos euros, no hay forma de obtener el boleto. El parqu¨ªmetro te devuelve la moneda con la indicaci¨®n de 'importe excesivo'. Y si intentas que te d¨¦ cambio el tendero m¨¢s pr¨®ximo, ¨¦ste te dice que no porque est¨¢ hasta el gorro de dar cambio", se quejaba ayer un usuario.

El sistema cuenta ahora con una f¨®rmula: "Pedir a los controladores que hay en la calle una tarjeta prepago, que es gratuita. Una vez con la tarjeta, uno va al parqu¨ªmetro, la introduce y la carga con el dinero que quiera, hasta un m¨¢ximo de 15 euros. Despu¨¦s, con esa tarjeta, es posible obtener boletos de aparcamiento hasta agotar el importe cargado en el chip de la tarjeta".

Seg¨²n Calvo, en su d¨ªa se eligi¨® este modelo de parqu¨ªmetro "porque es menos voluminoso y m¨¢s seguro; si tuviera que dar cambio, tendr¨ªa m¨¢s dinero almacenado y sufrir¨ªa m¨¢s atracos".