La reforma de un divorcio desfasado

M¨¢s de cinco a?os de sufrimiento. As¨ª recuerda Mar¨ªa, de 40 a?os, su proceso de divorcio. Tras una d¨¦cada de matrimonio, la separaci¨®n se le hizo eterna. Ella y su marido optaron por pedirla de mutuo acuerdo, la manera m¨¢s r¨¢pida y sencilla, pero todo se complic¨®. "Fui v¨ªctima de la burocracia", explica. "Pasamos dos meses negociando el convenio que iba a regular nuestra separaci¨®n. Cuando estuvo listo, la sentencia tard¨® dos a?os, lo que supuso un mont¨®n de tr¨¢mites y gastos". Como su marido quer¨ªa casarse de nuevo, continuaron el proceso de ruptura para divorciarse. "Me pon¨ªa enferma al pensar que ten¨ªa que volver a pasar y a pagar por lo mismo. Adem¨¢s, hab¨ªa que revivirlo todo".

"No deber¨ªa obligarse a declarar a los hijos mayores de 12 a?os si hay acuerdo"

"Tard¨¦ m¨¢s de cinco a?os en divorciarme, aunque lo hicimos de mutuo acuerdo"

Como Mar¨ªa (pide silenciar su nombre verdadero, al igual que los dem¨¢s protagonistas de este reportaje), otras 1.622.227 parejas han pasado por la separaci¨®n o el divorcio desde que se aprob¨® la disoluci¨®n matrimonial en 1981. La norma obliga a separarse antes de poder pedir el divorcio. Con el anteproyecto de ley que ultima el Ministerio de Justicia para reformarla, este tr¨¢mite obligatorio desaparece. Seg¨²n ha explicado el secretario de Estado de Justicia, Luis L¨®pez Guerra, pretenden que el proceso sea "m¨¢s ¨¢gil y concentrado" y que se reduzcan los tr¨¢mites y la duraci¨®n del proceso para que haya menos "posibilidades de pelear". Cuando se apruebe, las parejas podr¨¢n acudir al divorcio directamente. Sin embargo, se mantendr¨¢ la posibilidad de optar s¨®lo a la separaci¨®n.

"Era necesaria esta reforma, que reduce a la mitad los tr¨¢mites burocr¨¢ticos de una ruptura matrimonial", explica el presidente de la Asociaci¨®n de Abogados de Familia, Luis Zarraluqui. Seg¨²n esta entidad, suprimir la obligaci¨®n de separarse antes de pedir el divorcio reducir¨¢ entre un 30% y un 40% el volumen de trabajo de los juzgados competentes. Sin embargo, la presidenta de la asociaci¨®n de mujeres juristas Themis, ?ngela Alemany, cree que la reducci¨®n no ser¨¢ tan sustanciosa porque, dice, buena parte de los procesos de separaci¨®n no acaban en divorcio. De hecho las demandas anuales de separaci¨®n siempre han superado a las de divorcio. El a?o pasado casi fueron el doble: 79.423 separaciones y 47.319 divorcios, seg¨²n el Consejo General del Poder Judicial. "Aumentar¨¢ el n¨²mero de divorcios, pero la situaci¨®n en los juzgados seguir¨¢ parecida hasta que no se pongan m¨¢s medios judiciales", pronostica Alemany.

Pero ?por qu¨¦ se ha obligado a las familias a pasar dos veces por el mismo tr¨¢mite? "En aquel momento hubo una concesi¨®n a la Iglesia, que propon¨ªa la separaci¨®n como ¨²nica forma de ruptura y cre¨ªa que as¨ª los c¨®nyuges podr¨ªan replantearse su postura en este tiempo", explica la abogada de familia Carmen Roney. Sin embargo, quienes han pasado por este proceso aseguran que cuando una pareja decide separarse no suele haber marcha atr¨¢s. "Antes de dar el paso lo piensas mucho y agotas todas las v¨ªas posibles para salvar la relaci¨®n", afirma Sonia, una psic¨®loga de 47 a?os que se divorci¨® hace seis.

La reforma que ultima Justicia permitir¨¢ tambi¨¦n abaratar los costes del proceso, ya que no habr¨¢ que pagar dos veces para divorciarse."Para algunos abogados es como tirar piedras contra nuestro propio tejado, pero las familias no tienen porqu¨¦ sufrir dos veces la misma ruptura", explica Zarraluqui.

Aunque existe la opci¨®n del abogado de oficio para quienes ganen menos de 1.000 euros brutos al mes, existe cierta desconfianza para recurrir a ellos, seg¨²n algunos afectados. "Con un abogado de oficio te la juegas. Cuando se trata de tu familia, no te lo planteas aunque tengas que endeudarte, m¨¢s a¨²n si la otra parte ha elegido un buen letrado", afirma Sonia.

Aunque las tarifas var¨ªan, los colegios de abogados establecen precios orientativos. En los de Madrid y Barcelona sugieren cobrar 750 euros por todos los tr¨¢mites de la separaci¨®n de mutuo acuerdo. Si s¨®lo se redacta el convenio regulador, la tarifa propuesta es de 450 euros. No obstante, cada bufete establece sus tarifas. "Hace tres a?os a m¨ª me cost¨® 2.500 euros, y eso que no tuvimos ninguna dificultad. Cada consulta a mi abogado supon¨ªa una minuta de 150 euros", explica Mar¨ªa.

"Yo siempre recomiendo a mis clientes solucionar las cosas pac¨ªficamente. Es menos traum¨¢tico y m¨¢s breve", explica la abogada Roney. Y tambi¨¦n m¨¢s frecuente. El a?o pasado, las rupturas amistosas ascendieron a 81.872 (53.700 de separaci¨®n y 28.172 de divorcio). Unas cifras superiores a las de demandas contenciosas: 44.870 (25.723 de separaci¨®n y 19.147 de divorcio).

Justicia cree que al aligerar los tr¨¢mites se reducir¨¢n las posibilidades de enfrentamiento entre los c¨®nyuges. De ah¨ª que proyecten unos procesos m¨¢s ¨¢giles: dos meses como m¨¢ximo para obtener un divorcio pactado y menos de seis para alcanzarlo sin acuerdo. Ahora, "el proceso de separaci¨®n y divorcio puede tardar de uno a seis a?os, seg¨²n el juzgado", afirma Zarraluqui.

Desde 2001, las parejas cuentan con un incentivo m¨¢s para romper amigablemente. La Ley de Enjuiciamiento Civil ya permite que en las rupturas acordadas los c¨®nyuges puedan presentar directamente la demanda sin necesidad de que intervenga un abogado o un procurador.

Cuando no hay acuerdo, "se produce una aut¨¦ntica guerra familiar ante los tribunales", explica la letrada Roney. El juez decide cuestiones tan delicadas como la custodia de los hijos o el uso de la vivienda, que suele concederse a quien se queda con los ni?os. Los gastos aumentan y pueden suponer desde 1.500 euros hasta cantidades millonarias. En estos casos tambi¨¦n la reforma pretende reducir los plazos.

En caso de litigio, la parte demandante tiene que alegar alguna causa para la separaci¨®n y para el divorcio, como el alcoholismo o la infidelidad. La reforma de la ley "reducir¨¢ o eliminar¨¢" la necesidad de aducir motivos, seg¨²n ha anunciado el secretario de Estado de Justicia. "No se puede establecer culpabilidad cuando no haya consenso, ni se puede forzar a nadie a estar casado si no quiere", a?adi¨®.

En la pr¨¢ctica este requisito est¨¢ en desuso, seg¨²n Zarraluqui. "Basta con decir que se ha acabado el amor para presentar la demanda de separaci¨®n y divorcio", aclara. Sin embargo, algunos jueces han denunciado que, en ocasiones, se usan las causas para presentar falsas denuncias dirigidas a ganar ventaja en el litigio por la custodia de los hijos (ver despiece).

Aunque el proyecto de reforma a¨²n precisa los ¨²ltimos toques, la Asociaci¨®n de Abogados de Familia, integrada por 800 letrados, cree que deber¨ªa plantearse una revisi¨®n m¨¢s amplia de la normativa, incluida la Ley de Enjuiciamiento Civil. Pide que los hijos mayores de 12 a?os no tengan que declarar obligatoriamente en los juicios si sus padres rompen por mutuo acuerdo. "Se reconocer¨ªa as¨ª el derecho del menor a no ser o¨ªdo si ¨¦l no lo desea. Adem¨¢s se evitar¨ªa que deba pasar por ese trance innecesariamente", se?ala Zarraluqui. Sin embargo, el Ministerio de Justicia descarta de entrada modificar este aspecto, de modo que la comparecencia de los hijos mayores continuar¨¢ siendo obligatoria en todos los casos.

Las asociaciones de padres separados tambi¨¦n tienen la vista fija en la reforma de una ley que, a su juicio, beneficia especialmente a las mujeres y fomenta los desequilibrios. Aseguran que en el 95% de los procesos la madre recibe la custodia de los hijos y quieren revertir esa situaci¨®n de manera que no sea "autom¨¢tica" la atribuci¨®n de la custodia a la madre en caso de litigio. Seg¨²n Mariano Orta, representante de la Federaci¨®n de Asociaciones de Padres por la Custodia Compartida, el Ministerio de Justicia se reuni¨® con ellos y se mostr¨® receptivo tanto a tratar esa cuesti¨®n como a incluir el mediador familiar obligatorio en las rupturas. Esta figura ha arrancado en algunas comunidades, pero a¨²n no est¨¢ generalizado. Igual ocurre con los puntos de encuentro, que favorecen el cumplimiento del r¨¦gimen de visitas.