El a?o de los secundarios
Los dos ¨²ltimos d¨ªas de agosto del a?o pasado fueron Impactantes. F¨ªjense que, tal como hoy (para m¨ª; ayer para ustedes) empezamos a recibir lecciones aceleradas sobre la santidad de la ciudad de Nayaf y su mezquita de Al¨ª: el l¨ªder chi¨ª Al Hakim (rama Moderaci¨®n y Paciencia) acababa de saltar por los aires por atentado mediante coche bomba, d¨¢ndonos un aperitivo de lo que ocurrir¨ªa casi un a?o despu¨¦s. A decir verdad, cualquier lector de peri¨®dico puede hoy en d¨ªa presumir de estar especializado en Nayaf y mezquita de Al¨ª, aunque por desgracia no podamos decir lo mismo en lo que se refiere al conocimiento de lo que realmente pas¨®: n¨²mero de muertos, n¨²mero de heridos, n¨²mero de repercusiones en otros puntos posiblemente igual de sagrados.
La desaparici¨®n de la Nave Nodriza dej¨® al Candidato y posteriormente jefe de la oposici¨®n flotando en el espacio
Pero lo m¨¢s ameno que sucedi¨® hoy (para ustedes; ma?ana, para m¨ª) hace un a?o fue el nombramiento de Mariano Rajoy como Elegido Oficial para el papel de Sucesor en la secretar¨ªa general del Partido Popular; ungido para desempe?ar funciones de Candidato a presidente, a cambio de no olvidar nunca la gratitud debida al Dedito que le se?al¨® ni su pertenencia a la red de Heredero Vicario.
Nada que objetar. Es una especie de moda eterna, intensificada en los ¨²ltimos tiempos. El mundo se ha llenado de Especialistas Secundarios. Ah¨ª tienen al se?or Alaui haciendo ver que manda en el Gobierno t¨ªtere iraqu¨ª (arropado por unas chaquetas de pa?o verde que deber¨ªan desanimar para siempre a sus enemigos). Me fascina este hombre. Que si mando a los blindados estadounidenses a que hagan esto o dejen de hacer lo otro; que ¨¦stos y los otros me obedecen, alardea. De entre todas las enfermedades que aquejan al planeta en general, quiz¨¢ la m¨¢s da?ina sea aquella que a¨²na el s¨ªndrome de Peter (o complejo de no hallarse a la altura del cargo) y el de Austin Power. ?De verdad cree en lo que dice, el se?or Alaui, mientras se mira al espejo en cueros vivos o en chilaba, no con el uniforme de jefe de Gobierno occidental/accidental que aparentemente le protege?
Pero de todos los rostros secundarios que inundan el panorama internacional, ninguno m¨¢s compungido, m¨¢s desolado, que el que acaba de mostrar Al¨² Alj¨¢nov, reci¨¦n elegido (por Putin y la comparser¨ªa votante) presidente de Chechenia. A ¨¦ste le pasa lo contrario que a Alaui, que tiene que vestir de paisano, cuando lo cierto es que sacaba su fuerza del uniforme de general con el que desempe?¨® el papel de ministro del Interior en el anterior Gobierno. Dado que su predecesor en el rol de presidente vol¨® por los aires hace unos meses... Aqu¨ª tengo que detenerme (hay tanto vuelo por tanto aire que debo especificar). Recuerden: el atentado del estadio de Grozni, en plena conmemoraci¨®n de la victoria sovi¨¦tica sobre los nazis, bombazo debajo de las gradas. El caso es que el pobre Al¨² (marcado su semblante por la verg¨¹enza de ser el ¨²nico que hoy puede alardear de haberse convertido en una especie de hijo putativo de Putin) ofrece un aspecto de futuro objeto volador ya deprimido verdaderamente lamentable.
En cambio, es de valorar la firmeza con que el mandam¨¢s del Kremlin ofrece al mundo las dos mejillas, tan impasible la una como la otra, la mand¨ªbula de ariete y la mirada zorruna. Hoy nos mira Putin exactamente como ayer, o como cuando se le col¨® una sobredosis de gas letal en el teatro moscovita; o como lo hizo durante la tragedia del submarino Kursk. Por mucho que desaparezcan sus peones, ¨¦l se sabe eterno. Y sabe que siempre encontrar¨¢ un Secundario dispuesto a mover el rabillo. Sin embargo, la vida es imprevisible hasta para la gente m¨¢s asentada. Un ejemplo lo tenemos aqu¨ª mismo. La desaparici¨®n de la Nave Nodriza dej¨® al Candidato y posteriormente jefe de la oposici¨®n flotando en el espacio, a la caza de un atuendo convincente con el que afrontar el t¨®rrido oto?o y adquirir Protagonismo.
Ya nada es como fue, entre dos agostos.
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