Vida, proyectos y sue?os
Era el ¨²ltimo d¨ªa. Y hubiera querido equivocarse. Pero tal como ella lo hab¨ªa pronosticado, no hab¨ªa ninguna noticia acerca de la continuidad del sitio.
Marta estaba desde el d¨ªa anterior m¨¢s triste que enojada, aunque tambi¨¦n, deb¨ªa reconocerlo, se sent¨ªa muy agradecida por todo lo recibido.
Hab¨ªa tratado de encontrar una ¨²ltima palabra, para escribir ese ¨²ltimo d¨ªa sin ¨¦xito. Era cierto que volver¨ªa a escribir unas cuantas palabras y que eran muchas las que hab¨ªa postergado una y otra vez, dejando que su emoci¨®n guiara sus preguntas. Pero al caer la tarde no hab¨ªa llegado a ninguna conclusi¨®n.
Encendi¨® el ordenador y entr¨® muy lentamente en www.palabrasalacarta.com, como si asistiera a un ritual funerario.
Son la materia prima de nuestras ilusiones y fantas¨ªas. Estas dos compa?eras fieles sirven para construir sobre ellas nuestros deseos
Para su sorpresa, en el rect¨¢ngulo del centro ya aparec¨ªa escrita una palabra.
Marta supo antes de leerla que estar¨ªa de acuerdo.
SUE?OS
Todos nuestros sue?os, sobre todo aquellos que tenemos sin cerrar los ojos y en medio de nuestra vida cotidiana, son la materia prima de nuestras ilusiones y fantas¨ªas. ?stas dos compa?eras fieles sirven para construir sobre ellas nuestros deseos.
Pero una vez que tenemos claros nuestros deseos, y antes de ponernos en acci¨®n, debemos transformarlos en proyectos.
?Qu¨¦ ser¨ªa de nuestra vida si nos privaran de proyectos?
?Qu¨¦ ser¨ªa de nuestros proyectos si nos priv¨¢ramos de so?ar?
Hab¨ªa una vez un gusano que viv¨ªa en un jard¨ªn y que estaba enamorado de una flor.
Cada noche el gusano so?aba que se acercaba a su amada y la besaba... larga y amorosamente.
Cada ma?ana cuando despertaba miraba a la flor, tan alta en la punta de su tallo.
Cansado de resignarse a so?ar, el gusano decidi¨® empe?arse en cumplir su sue?o. Cada ma?ana al despertar trepaba con todas sus fuerzas por el tallo de su flor.
Claro, pobre gusano, el tallo era tan largo que al hacerse la noche, exhausto, s¨®lo hab¨ªa avanzado una peque?¨ªsima porci¨®n de todo el recorrido.
Lo desmedido del esfuerzo nunca lo hubiera frenado. Lo peor era que durante la noche el pobre gusanito resbalaba en el tallo humedecido por el roc¨ªo y amanec¨ªa cada ma?ana en el punto de partida.
Sus amigos los escarabajos se apenaban de ¨¦l y le dec¨ªan:
-Olvida ya esa flor. T¨² eres un gusano y vives en la tierra, ella es una belleza y vive en los cielos. Basta ya de sacrificios in¨²tiles.
El gusano escuchaba y sab¨ªa que sus amigos le dec¨ªan la verdad porque lo quer¨ªan sinceramente, pero ¨¦l siempre contestaba:
-Yo s¨¦ que es un imposible, pero si renuncio a mis sue?os, ?c¨®mo podr¨¦ despertar cada ma?ana?
El gusano sigui¨® as¨ª durante semanas y semanas. Trepando de d¨ªa y resbalando de noche.
Mientras resbalaba alej¨¢ndose de la flor so?aba que se acercaba a ella y la besaba... larga y amorosamente.
Una noche pas¨® algo maravilloso. Mientras el gusano dorm¨ªa, sus sue?os se volvieron alas y el gusano se despert¨® mariposa.
M¨¢s contento que sorprendido y m¨¢s sorprendido que contento, el enamorado vol¨® hasta la flor y la bes¨®... larga y amorosamente.
Cuando Marta termin¨® de leer el mensaje, las letras negras se fueron desvaneciendo y en el centro gris de la pantalla se dibuj¨® una "i" de color azul. De los cuatro ¨¢ngulos del monitor aparecieron letras. Primero fue una "d" roja, despu¨¦s una "s" amarilla, luego una "o" anaranjada y por ¨²ltimo una "A" may¨²scula verde. Las letras orbitaron alrededor de la "i" y se acomodaron para formar la palabra
Adi¨®s...
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