Sobredosis de acontecimiento
A tres semanas de que el evento llegue a su fin, me parece notar en el ambiente una cierta sobredosis de F¨®rum. Se dir¨ªa que no est¨¢bamos mentalmente preparados para un intensivo de tanta duraci¨®n. Es como si llev¨¢ramos cuatro meses de curso de verano, lo cual no deja de resultar ex¨®tico. Tambi¨¦n las protestas han ido a la baja, no se sabe si porque los protestantes estaban de vacaciones o porque han sido v¨ªctimas de esa misma sobredosis, que es lo m¨¢s probable.
Habr¨¢ que esperar hasta el 27 de septiembre para estar en condiciones de valorar con serenidad lo que ha representado el F¨®rum para Barcelona y para el mundo. Y no me refiero a la vertiente de reforma urban¨ªstica, que ¨¦sa me parece la m¨¢s evidente. Por Barcelona han pasado personas y organizaciones que realizan trabajos y aportaciones de una gran calidad humana, profesional, art¨ªstica... y se han hecho propuestas novedosas e importantes. Pero resulta excesivo afirmar que "por el recinto ha pasado la gente que en el futuro dirigir¨¢ el mundo", como ha dicho la directora de los di¨¢logos, Mireia Belil.
De ser esto cierto, el F¨®rum habr¨ªa conseguido su prop¨®sito de transformar el mundo. Y viendo las portadas del verano y las de los ¨²ltimos d¨ªas en particular, me temo que la humanidad nos va a continuar dando muchos disgustos, aunque desde Barcelona se haya aportado un modesto granito de arena a hacerla un pel¨ªn mejor.
Respecto a la "universalidad" del F¨®rum, debemos reconocer con humildad que las pretensiones iniciales se han visto poco reflejadas en el inter¨¦s que el acontecimiento ha suscitado m¨¢s all¨¢ de nuestras fronteras. Se ha conocido poco fuera de nuestro pa¨ªs y s¨®lo el 6% de los visitantes han sido extranjeros. Tal vez, como dicen los m¨¢s optimistas, ¨¦ste ha sido s¨®lo un primer paso y las pr¨®ximas ediciones tendr¨¢n un mayor impacto global.
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