Badanas sensibles

Para los ciclistas antiguos el cuidado de la badana, la limpieza del cuero, el ablandamiento, la aplicaci¨®n cotidiana de Nivea, era una de las tareas fundamentales una vez terminada la etapa, no en balde la badana, la tira ancha, m¨¢s dura, del centro del culotte, entra en contacto directo con las partes m¨¢s sensibles de los corredores, que no usan ropa interior para evitar fricciones y rozaduras. Y ya lo sab¨ªan, ya lo sufr¨ªan, si no hab¨ªa buena badana llegaban, entre otras cosas, los temidos for¨²nculos, o los ataques de furunculosis que se dec¨ªa entonces. Lo que no es asunto balad¨ª o risible. A ?scar Sevilla, un fur¨²nculo mal tratado, una cicatriz mal cerrada, le cost¨® m¨¢s de media temporada pasada.

"S¨®lo me queda esperar a que la cosa no vaya a m¨¢s y que no me d¨¦ m¨¢s problemas"

Con los tiempos, el cuero dej¨® paso a los materiales sint¨¦ticos, cuyo cuidado no requer¨ªa tanta dedicaci¨®n. Se acab¨® la Nivea -los fabricantes ofrecen sus propias cremas-, se acabaron, en teor¨ªa los problemas, aunque uno de los escollos que hay que superar cuando se cambia de equipo es el patr¨®n y las costuras del nuevo fabricante del culotte. Pese a todo, a ?scar Freire le han atacado los for¨²nculos. Por segunda vez. Le atacaron mediado mayo y le costaron el Tour. Este segundo ataque, un nuevo for¨²nculo en un nuevo sitio, le puede costar el Mundial, su ¨²nico sue?o. "Y creo que es porque a mitad de temporada el equipo ha cambiado el material de las badanas y me han sentado fatal", dice.

A ?scar Freire, que llega blanco, seco a la meta de Le¨®n, m¨¢s vale no preguntarle por un potencial duelo en los sprints con el Petacchi dominador de las llegadas. Tampoco le interesa mucho el tam-tam de los rumores que habla de una pr¨®xima llegada a su lado en el Rabobank de Alejandro Valverde. A ?scar Freire le preocupa la entrepierna. Le duele Verona.

Como para Damiano Cunego, el italiano que no esconde que la Vuelta no le interesa, como para Igor Astarloa, como para tantos otros que no est¨¢n en la Vuelta, para Freire, doble maillot arcoiris, llegado septiembre, llega el tiempo del Mundial. M¨¢s a¨²n para ¨¦l, que gan¨® su primer Mundial en Verona, la ciudad que cinco a?os despu¨¦s vuelve a organizar la carrera. "Y ahora estamos a un mes de mi carrera [el Mundial se disputa el tres de octubre] y no s¨¦ qu¨¦ hacer", dice Freire. "Simplemente s¨®lo me queda esperar a que la cosa no vaya a m¨¢s, que no crezca y que no me d¨¦ m¨¢s problemas. En la contrarreloj, apenas media hora de esfuerzo, no me ha molestado mucho, pero ya veremos en la primera etapa en l¨ªnea". La duda es paralizante. Si espera a la maduraci¨®n del for¨²nculo antes de que un cirujano lo saje, si retrasa al m¨¢ximo su crecimiento -recurriendo, por ejemplo, a la hist¨®rica pomada de hierbas del bosque de Manu Arrieta- puede que ese momento llegue ya en la semana del Mundial. En cambio, si se precipita y procede a sajar ahora puede producirse una infecci¨®n o puede no valerle para nada, o, con toda seguridad, deber¨¢ estar parado dos semanas a la espera de que la cicatriz le permita volver a sentarse.