Un caj¨®n de sastre

La Ley de Acompa?amiento a los Presupuestos fue creada en 1992 a ra¨ªz de una sentencia del Tribunal Constitucional. Hasta entonces se utilizaba la Ley de Presupuestos para modificar otras leyes ajenas, motivo por el que actu¨® el alto tribunal, que entendi¨® que "para regular cuestiones relativas a los Presupuestos, pero apartadas de su n¨²cleo era necesaria una ley adjunta", siempre que la materia guardase "relaci¨®n directa" con las cuentas p¨²blicas.

De esa sentencia naci¨® la pol¨¦mica ley, que con el tiempo se ha convertido en un caj¨®n de sastre en el que cabe de todo y con la que el Gobierno aprovechaba la mayor¨ªa parlamentaria para introducir modificaciones que no ten¨ªan, precisamente, mucho que ver con los Presupuestos. Adem¨¢s, se inclu¨ªan en los ¨²ltimos tr¨¢mites del Senado, con lo que se desvirt¨²aba gravemente la l¨®gica parlamentaria ya que apenas deja tiempo para el debate. La ¨²nica salida ha sido la presentaci¨®n de recursos de inconstitucionalidad. De poco ha servido, adem¨¢s, que el Consejo Econ¨®mico y Social (CES) tachara de "inseguridad jur¨ªdica" el uso de la ley y que el Consejo de Estado lo calificara de "perturbador".

Y es que a?o tras a?o se ha repetido la historia de forma creciente. Durante los primeros a?os de la ley, se utiliz¨® para introducir medidas tributarias como las vacaciones fiscales, en 1994, o las primeras reformas del mercado del suelo, en 1996. Con el PP, el atajo legislativo se convirti¨® en una verdadera autopista. Y junto a algunas medidas cuya inclusi¨®n s¨ª ten¨ªa cabida de acuerdo a la sentencia del Constitucional como las ayudas a los afectados del Prestige o algunas tasas, se colaban otras sin mucha raz¨®n de ser, como las ayudas a las el¨¦ctricas, conocidas como Costes de Transici¨®n a la Competencia (CTC).

Tambi¨¦n se incluy¨®, en 1999, la figura de las fundaciones sanitarias, que abr¨ªan al sector privado la gesti¨®n de los hospitales, y asimismo se us¨® en su d¨ªa para endurecer la Ley Audiovisual o para hacer la primera gran reforma del IRPF, que de por s¨ª requer¨ªa de un debate espec¨ªfico. O temas tan dispares como las sanciones por violencia en el deporte, la prohibici¨®n de cazar o pescar especies protegidas, la venta por Internet, la Ley del medicamento o el trasvase del Ebro.