El parqu¨¦ iraqu¨ª, a medio gas
La nueva Bolsa de Bagdad negocia poco m¨¢s de dos millones de d¨®lares diarios
Irak est¨¢ devastado. Los planes de reconstrucci¨®n permanecen en el limbo y la mayor¨ªa de la poblaci¨®n lucha por la subsistencia. Pero no faltan quienes tratan de adaptarse a los nuevos tiempos: en una peque?a sala, los tel¨¦fonos m¨®viles echan tanto humo como los rotuladores y 50 brokers sin corbata se arremolinan entre algunos hombres armados. Es la nueva Bolsa de Bagdad.
El negocio en tiempos de Sadam Husein era irrisorio: mov¨ªa 200.000 d¨®lares diarios y el precio de las acciones no se fijaba libremente
La nueva Bolsa, que s¨®lo abre domingos y mi¨¦rcoles, comenz¨® a funcionar el pasado 24 de junio. Ya cotizan 47 empresas, todas iraqu¨ªes
La Bolsa de Bagdad comenz¨® a funcionar el 24 de junio. Su volumen de negocio supera ligeramente los 3.000 millones de dinares por sesi¨®n, poco m¨¢s de dos millones de d¨®lares al cambio vigente, una cantidad insignificante. Y s¨®lo abre sus puertas los domingos y mi¨¦rcoles desde la diez de la ma?ana hasta que suena el timbre justo a mediod¨ªa. Est¨¢ casi todo por hacer. S¨®lo 47 empresas qu¨ªmicas, agr¨ªcolas, pesqueras, constructoras, bancos y hoteles cotizan en este mercado, rodeado de muros de hormig¨®n y al que se accede por unos pasillos prefabricados. Son todas compa?¨ªas iraqu¨ªes.
"La legislaci¨®n permite la inversi¨®n y cotizaci¨®n de sociedades extranjeras, pero falta una ley de procedimiento para regular las transferencias, la repatriaci¨®n de capitales, las normas de procedimiento y un sinf¨ªn de cuestiones. Aunque no existiera esta laguna legal, con los mecanismos de que disponemos, sin casi ordenadores, no podr¨ªamos acogerlas", argumenta Taha Ahmed Abdul Salam, director ejecutivo de la primera Bolsa abierta en Irak tras la ca¨ªda del r¨¦gimen de Sadam Husein. La docena de computadoras de que disponen sirven para registrar las operaciones, reflejadas en un documento firmado por las partes y por la directora de la sala de compraventas, Jimmy Afhan. "El Ministerio de Finanzas y el de Comercio han comenzado a debatir esos reglamentos. Pero se necesitar¨¢n meses para que sean aprobados", lamenta Abdul Salam.
A diferencia de lo que sucede con los planes oficiales de reconstrucci¨®n de Irak, que hasta la fecha son s¨®lo eso, propuestas -un ministro del Gobierno de Ayad Alaui asegura: "No veo el dinero, no estoy enterado del progreso de los proyectos"-, los empresarios y comerciantes se afanan por no poder tiempo. El director de la Bolsa de Bagdad asegura que a finales de este a?o cotizar¨¢n 150 empresas y que est¨¢ prevista la apertura de varios mercados en otras ciudades del pa¨ªs. "Pero", a?ade, "tambi¨¦n para ello se requieren permisos". Y ah¨ª tropiezan con unas instituciones que sufren una aguda par¨¢lisis.
Incluso para las empresas locales el proceso es tortuoso, nada acorde con la imprescindible fluidez que requieren los mercados. Para otorgar validez a una operaci¨®n, es necesario aguardar una semana de tr¨¢mites. En un pa¨ªs en el que infinidad de ministerios y edificios p¨²blicos fueron saqueados e incendiados ante la pasividad, cuando no el aliento, de las tropas de Estados Unidos, los registros mercantiles simplemente no existen. "Tenemos un plan para automatizar las operaciones. Porque ahora hay que esperar seis o siete d¨ªas para comprobar los certificados de propiedad de las acciones, los balances contables de las empresas, su situaci¨®n financiera", asegura Abdel Salam. Hasta entonces, los c¨ªrculos dibujados en el tabl¨®n no tienen efecto.
El director de la Bolsa ya trabajaba en la que funcionaba en los a?os de la dictadura de Sadam Husein, que no pod¨ªa considerarse en realidad un mercado de valores. Se ha producido un cambio fundamental. Si el volumen de intercambio es hoy insignificante, durante el r¨¦gimen era irrisorio. "En una jornada se mov¨ªan s¨®lo 200.000 d¨®lares. Pero es que entonces el precio de las acciones no se pod¨ªa fijar libremente", apunta Abdel Salam.
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